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jueves, 25 de marzo de 2010

DROGA . DEFINICION , CULTURA , E INFIERNO.

DROGA . DEFINICION , CULTURA , E INFIERNO.

Introducción

Los educadores trabajamos con niños, adolescentes y adultos los cuales

están en una etapa en la que pueden ser víctimas de las adicciones.

La sociedad actual, en todas las latitudes fomenta el desmembramiento familiar,

el consumismo desenfrenado e insustancial, tratando de crear la desorganización social

generando una crisis de valores, situación que propicia y fomenta distintas adicciones.

Para lograr una vida sin adicciones la prevención es una labor prioritaria.

Los educadores debemos tomar un papel protagónico en la generación de

proyectos preventivos de este flagelo.

Los educadores somos personas privilegiadas para interpretar a niños,

adolescentes y adultos que pueden tener problemas de adicciones. La escuela después

de la familia es el lugar con más grandes posibilidades de actuación frente a este

problema.

En muchas ocasiones el educador puede ser el único adulto en la vida de

alguno de sus educandos, el único que se preocupe y ocupe de lo que le esta

sucediendo.

Debemos estar preparados, informados y tener convicciones claras sobre

nuestra conducta frente a los alumnos, con respecto a las adicciones.

El educador ha de formar más que informar, la información sola no protege.

La información no debe crear curiosidad innecesaria. El educador deberá

comprender el comportamiento de sus alumnos aportando su experiencia para guiar

sus conductas y no quedarse en la crítica. Deberá dar cabida en su accionar docente

al tema de las adicciones y cooperar para su desmitificación.

Debemos fomentar y fortalecer la autoestima del adolescente y buscar

asesoramiento en caso de adolescentes con problemas, ya que no debemos, ni

podemos realizar asistencia.

La prevención de las adicciones es la utilización de recursos humanos,

materiales e institucionales de que dispone la comunidad para atender las necesidades

y resolver los problemas de las adicciones antes de que aparezcan. En esta tarea de

prevención nosotros los educadores tenemos la posibilidad de ser los grandes

protagonistas, de llegar al alumno con las herramientas que nos brinda la pedagogía y

la didáctica a hablar su mismo lenguaje, no podemos quedarnos en una lección

magistral, sino en una labor constante, persistente, útil.

En síntesis debemos integrar la información en todas las actividades normales

del proceso educativo.

La Droga

Definición

Las drogas son sustancias que se convierten en el objeto de una relación

cuando esta llega a hacerse activa. La droga, en sí, no existe: es el sujeto drogadicto

quien convierte ciertas sustancias en drogas, al establecer con ellas un tipo de relación

y unas formas o patrones de uso.

Entenderemos, pues, que la existencia de las drogas no es la causa de la

droga-dependencia. En la producción del fenómeno, en la dependencia, existe una

relación de causalidad entre el consumo de drogas, los factores dependientes de la

persona consumidora y su ambiente social. Conocer los conceptos y la clasificación de

las drogas nos permite después entender mejor la problemática asociado.

La organización mundial de la salud (O.M.S.) define las drogas como una

sustancia (natural o química) que, introducida en un organismo vivo por cualquier vía de

administración (ingestión, inhalación, por vía intravenosa o intramuscular), es capaz de

actuar sobre el cerebro y producir un cambio en las conductas de las personas debido a

que modifica el estado psíquico (experimentación de nuevas sensaciones) y tiene

capacidad para generar dependencia.

Precisiones necesarias

Al hablar de las drogas, aparecen siempre una serie de términos relacionados

que, por su parecido y vinculación con el tema, y porque no tienen ningún otro uso más

cotidiano, pueden inspirar confusión. Aclaremos, pues, estos conceptos antes de seguir

adelante:

Un CONSUMIDOR es la persona que ingiere alguna droga. Se puede diferenciar

entre dos tipos de consumidores: EL CONSUMIDOR OCASIONAL, o persona que alguna vez

puede utilizar una o varias drogas, y EL CONSUMIDOR HABITUAL, o persona que consume

una o varias drogas con una periodicidad importante (incluso diariamente).

Haciendo un poco de historia

La penetración del opio en el círculo cultural de Occidente tuvo lugar

decorosamente, por medio de las más altas esferas literarias. Nada menos que con el

canto cuarto de la Odisea, de Homero, donde en sus versos 219 a 233, nos describe

entre líneas, al opio no sólo como narcótico sino también como un sicofármaco. El dolor

que según el poema está llamado a mitigar, es de tipo espiritual, psíquico diríamos hoy.

El efecto del jugo extraído de las cápsulas inmaduras de la adormidera

(papaverácea somnífera) era ya conocido en el país del Nilo desde muchos años antes.

Ocho siglos antes de Homero, en 1600 a. de C. la traducción de un papiro nos dice que

hubo un médico que recomendaba el opio como “un medicamento para mitigar el llanto

exagerado de los niños pequeños”. Había que tomar “cápsulas de amapola y granos

que se mezclan con la suciedad que las moscas dejan en las paredes, hasta formar

con él toda una masa que se filtra y se da a los niños a partir del cuarto día”.

Cuando Yago, en la tercera escena del tercer acto del Otelo de Shakespeare,

habla sobre su intriga, menciona también dos drogas:

Ni la adormidera ni la mandrágora

ni todos los adormecedores jugos de la naturaleza

te ayudarán a recuperar el dulce sueño

que hasta ayer fue tuyo.

Que el opio y otras drogas sean mencionadas por Shakespeare más de

doscientas veces no tiene nada que ver con una pasión personal del escritor -los sabios

del Renacimiento, en todos los países, siempre estuvieron decididos a investigar de

nuevo el mundo, y las drogas tenían para ellos un especial interés-.

García da Horta, informa, en su Historia de las drogas, de ciertas

contradicciones: el opio es un “veneno estimulante que los turcos toman para vencer el

cansancio, pero no como afrodisíaco, como algunos creen estúpidamente, pues el opio

no sólo no aumenta el apetito carnal, sino que apacigua la llamada de la carne”.

En ningún libro, hasta entonces, se mencionó el peligro de hábito que implica el

consumo del opio. El primero en mencionarlo fue el sacerdote Samuel Purchas,

contemporáneo de Shakespeare.

La droga más extendida en el mundo libre occidental es, actualmente, el

Valium. Uno de cada tres hogares en la República Federal de Alemania la tienen en sus

botiquines caseros. En el caso de abuso, si se toma una sobredosis, se puede sufrir de

mareos y pérdida de conciencia, el producto es una causa de adicción. Los

tranquilizantes son una droga legal, y aunque pueden producir algunos accidentes

profesionales, han sustituido a otros productos preocupantes derivados del opio.

En Inglaterra la mayor parte de los libros que tratan las drogas, se basan en la

apreciable cantidad de investigaciones e informes que en su época se editaron y, con

ellos, se llega fácilmente a la impresión de que el opio fue un problema específico de las

Islas Británicas. Esto no es cierto, si se tiene en cuenta la cantidad de opio consumido

en Europa. En lo único que los ingleses superan al resto de los europeos es en la

mayor precisión en los informes.

No hay duda de que podrían llenarse muchos metros de estantería con la

literatura que se ha escrito sobre el efecto y estímulo que las drogas ejercen en la

producción de obras de arte. La razón que la pregunta no haya podido obtener, hasta

ahora, una respuesta precisa es muy simple. En primer lugar no hay ninguna droga

capaz de dar vida a un mundo propio imaginario. Todo lo que puede hacer, en el mejor

de los casos, es juntar y dar forma a una serie de experiencias diversas. Ésta es una

cualidad que las drogas comparten con los sueños y con la fantasía artística, por lo que

el papel de las drogas en la creación artística es sólo complementario, relativo.

En el caso de las drogas alucinógenas como el hachís, repetidas veces se ha

tratado de descubrir si existen “modelos de fantasía” que sean fruto específico de la

droga. La mayoría de los científicos han llegado a la conclusión que las drogas

alucinógenas lo único que hacen es acentuar la capacidad de fantasía ya existente en

la mente del artista, pero no son capaces de crear nada por sí mismas. La droga cuyo

uso está más extendido entre los artistas es el alcohol, y tiene al parecer, dos

características peculiares: En la mayoría de los artistas su función se limita a ayudarles

a superar el estado de stress causado por el trabajo creativo, como una especie de

vacaciones psíquicas; en los alcohólicos graves produce un oscurecimiento de su

mundo representativo y una tendencia a la búsqueda de temas “fantasmagóricos”. Del

alcohol se puede esperar más o menos lo mismo que de los narcóticos y, por lo tanto,

no debe sorprender a nadie que en algunas épocas un número sorprendente de

escritores y otros artistas se den al alcohol y acaben por pasarse al opio y sus

derivados.

En 1898 la firma Bayer saca a la venta un producto, (probado por un período de

apenas dos meses) con el nombre de HEROÍNA que según los científicos los resultados

fueron:

· Contrariamente a la morfina, esta nueva sustancia produce un aumento de la

actividad.

· Adormece todo sentimiento de temor.

· Incluso las dosis más pequeñas hacen desaparecer todo tipo de tos, hasta en

los enfermos de tuberculosis.

· Los morfinómanos tratados con esta sustancia perdieron de inmediato todo

interés por la morfina.

Ese mismo año, logran otro importante descubrimiento “ASPIRINAS” el sustituto

de los salicilatos, y Heroína el medicamento ideal para eliminar la tos. Años después se

descubrió que la Heroína de Bayer producía adicción y la empresa decidió dejar de

vender este producto.

El camino que condujo a las drogas a la clandestinidad recorre en todos los

países civilizados el mismo camino diabólico: establecimiento de una rigurosa

obligatoriedad de recetas especiales para conseguir todo tipo de derivados del opio;

leyes penales muy severas contra la falsificación de recetas, así como contra los

médicos que las prescriben a la ligera. Con ello, desde luego, no podía hacerse

desaparecer el problema sino, simplemente, sacarlo de la superficie para pasarlo a la

clandestinidad.

La guerra de Vietnam, fue testigo del matrimonio de la heroína con la política.

Las guerras subversivas son por lo general, financiadas con negocios ilegales y desde

la segunda guerra mundial, el mercado de armas clandestino es en muchos casos

idéntico al de la droga. Se dice que en la guerra de Vietnam, la CIA, manejaba tres

compañías de aviación: Air America, Continental Air Service y Lao Devlopment Air

Service (en Indochina). Estas compañías se las conocía como Air Opium. De acuerdo

con un informe de la CIA a finales de la década del 60, los ingresos de los gobernantes

en Vietnam y Laos provenían de las siguientes fuentes: 1- Venta de Cargos de

importancia en el gobierno. 2- Sobornos 3- Corrupción militar y 4- El contrabando de

opio.

Otro ejemplo de la relación de las drogas con la política es la gran cantidad de

diplomáticos sorprendidos con gran cantidad de drogas entre su equipaje en los últimos

años.

Clasificación

Alucinógenos

Se sabe que gran cantidad de sustancias de muchas y variadas composiciones

químicas producen parecidos efectos psicoactivos en la mente humana. Algunos de

estos compuestos son sustancias naturales, algunas extraídas de otras sustancias y

algunas son sintéticas. Los efectos de este tipo de drogas varían significativamente en

cada persona. Estas variaciones son en parte debidas a las expectativas y el ambiente

de cada uno y a otros factores no farmacológicos. Algunas drogas como el LSD se han

utilizado anteriormente en psicoterapia. Hoy, se utilizan muy poco en ese terreno.

Estas drogas generalmente se toman por vía oral. La tolerancia a ellas se crea

rápida y significativamente. Sus efectos varían desde algunos minutos hasta varias

horas. Los efectos, favorables y desfavorables, son principalmente psicológicos. El

LSD no se descubrió hasta 1938. Sus efectos en el cerebro no fueron totalmente

conocidos hasta 1943. Numerosas drogas con efectos parecidos han circulado desde

tiempos prehistóricos y las plantas que las producen pueden crecer en casi todos los

sitios. Se han utilizado estas drogas por todo el mundo. Con frecuencia, su utilización

se consideraba un fenómeno místico o religioso que acercaba a las personas a los

dioses y a la naturaleza.

Alucinógenos naturales. Las setas crecen por todo el mundo. Existen miles

de tipos distintos, algunas son comestibles, algunas son venenosas y algunas

contienen sustancias alucinógenas. El alucinógeno natural que contienen es una

sustancia química llamada psilocibina. Estas setas se pueden comer, cocinar, secar o

machacar. Generalmente se consumen por vía oral, en cápsulas o en tabletas. La

psilocibina provoca la sensación de percibir cosas en lugares que no son normales.

Con frecuencia se ven alucinaciones muy coloridas, se tiene la sensación de ligereza y

mucha relajación. También causa diarrea y retorcijones, así como escenas

retrospectivas. El efecto comienza aproximadamente a los quince minutos después de

su ingestión y puede continuar hasta nueve horas.

El peyote es un cactus pequeño sin espinas con una parte central o botón y una

raíz en forma de zanahoria. Crece en los desiertos de México y en el sudoeste de los

Estados Unidos. La parte central contiene una sustancia química llamada mescalina.

Esa parte central se corta en rodajas y se seca para formar un botón mescal que se

mantiene en la boca hasta que se ablanda y luego se traga o se utiliza para hacer té. La

mescalina también se puede obtener sintéticamente y se encuentra en forma de

cápsulas o tabletas. Los efectos que produce son, cambios o interrupciones en las

funciones normales del cerebro y alucinaciones. Alrededor de una hora después de su

ingestión son frecuentes las nauseas y los vómitos así como respiración entrecortada,

aumento del ritmo cardiaco y temblores. Estos efectos pueden durar hasta 12 horas y

sus reacciones pueden ser variables. Efectos tipo caleidoscopio, "ver" la música en

colores u "oír" la pintura como si fuese música, representan algunas de las experiencias

sensoriales de las que se tiene conocimiento. Los Aztecas en América del Sur

utilizaban el peyote en sus ceremonias religiosas como hacían los americanos nativos.

Alucinógenos sintéticos. El LSD o dietilamida del ácido lisérgico, se conoce

como ácido. En 1943, cinco años después de su descubrimiento, el Dr. Hoffman estaba

trabajando en su laboratorio farmacéutico cuando empezó a sentirse enfermo. En el

intento de repasar su trabajo sobre hongos, descubrió que había fabricado uno

conocido como el LSD-25. Esta fue la única variable diferente que encontró. Para

comprobar su teoría, se administró a sí mismo una pequeña cantidad y se sentó a

tomar notas. Después de casi una hora, se sintió mareado, impaciente, con trastornos

visuales y con una risa incontrolable. Estas notas fueron las últimas que escribió en su

cuaderno y tuvo gran dificultad en escribirlas. El Dr. Hoffman continuó experimentando

en un "viaje" de seis horas de LSD. Al día siguiente se sentía bien, pero muy cansado.

Este es el primer caso de un informe documentado de los efectos del LSD.

Desde entonces el LSD ha sido utilizado por los militares para "lavados de

cerebro" e incluso para incapacitar a las fuerzas enemigas. Se reemplazó rápidamente

por otros compuestos más específicos y efectivos. Los médicos lo utilizaron en

psicoterapia pero su utilización ha decaído desde mediados de los 60. En 1962 el LSD

llegó a ser una droga muy popular en el mercado negro. Debido al estricto control de

abastecimiento por los fabricantes y las regulaciones de las administraciones, se vio

envuelto en el mercado negro muy deprisa. Este mercado aumentó el abastecimiento

de esta droga hasta tal punto que se exportó fuera de los Estados Unidos. Desde 1966

no es legal la fabricación y distribución del LSD en Estados Unidos.

El LSD es una de las drogas sintéticas más poderosas. Una quinta parte de un

gramo de una tableta (el tamaño de una aspirina), contiene suficiente LSD para producir

efectos a tres mil personas. Es cien veces más fuerte que la psilocibina y más de

cuatrocientas veces más fuerte que la mescalina. El LSD es un polvo blanco insípido,

incoloro e inodoro. Pueden hacerse tabletas, cápsulas o líquidos y generalmente se

traga, aunque con frecuencia se inyecta en vena.

El LSD afecta a las funciones del cerebro, principalmente a los receptores de

serotonina. El efecto empieza de treinta a noventa minutos después de su ingestión y

puede durar hasta doce horas. Este efecto se denomina comúnmente como "viaje".

Los efectos del LSD son muy similares a los que producen los alucinógenos naturales

descritos anteriormente pero más intensos. Son comunes los cambios emocionales,

esos son espantosos para el consumidor. También puede causarles la pérdida del

sentido de “acciones normales" o sus consecuencias. El consumidor puede tender a

realizar acciones sobrehumanas y sentirse sin control alguno. Las escenas

retrospectivas pueden durar muchos años, aunque no se vuelva a consumir esta droga.

Los efectos físicos en el consumidor de LSD son sudores, pérdida de apetito,

insomnio, boca seca y temblores. También puede aumentar el latido cardiaco, la

temperatura y la presión sanguínea.

La feniclidina se conoce a menudo como "polvo de ángel", es uno de los

alucinógenos más peligrosos y también muy extendido. A diferencia de otros

alucinógenos, la feniclidina provoca drogodependencia. La feniclidina originariamente

se desarrolló para su utilización como producto adjunto a la anestesia. Pronto se

descubrió que causaba confusión, alucinaciones, ansiedad, ataques e incluso daños en

el cerebro. Es un polvo cristalino puro y blanco. Con frecuencia se traga en forma de

cápsulas o tabletas, se esnifa o se inyecta. Generalmente se espolvorea o rocía sobre

la marihuana, el tabaco o perejil triturado y se fuma.

Los efectos de la feniclidina comienzan de dos a cinco minutos después de ser

ingerida, llegan al máximo en dos horas aproximadamente y pueden durar hasta seis

horas. Los efectos residuales necesitan dos días para desaparecer. Las escenas

retrospectivas son corrientes con la feniclidina y pueden ocurrir meses después de su

ingestión. Bajo los efectos de esta droga las cosas se ven y se oyen de manera muy

diferente. La feniclidina afecta a las funciones motrices normales como el andar o el

hablar, aumenta los latidos cardiacos y la presión sanguínea. Los efectos secundarios

más frecuentes son sudoración, vista borrosa, mareos, entumecimiento, nerviosismo,

irritación, dificultad para concentrarse e impaciencia. Los efectos secundarios más

graves van desde el estado de coma y convulsiones, hasta un fallo cardiaco o apoplejía.

La feniclidina puede provocar cambios de comportamiento raros e impredecibles. Los

adictos pueden intentar hazañas sobrehumanas o cometer violentos crímenes. A

menudo padecen graves problemas mentales.

Cocaína y Crack

La cocaína es una droga alcaloide extraída de las hojas del árbol de la coca.

Es un estimulante del sistema nervioso central que provoca euforia (sensación de

sentirse bien). El crack es una droga poderosa. Es una forma de cocaína más barata y

muy disponible que se presenta en pequeños trozos con apariencia de jabón y se

conoce vulgarmente como "perica" o "farlopa". Aquí nos referiremos a ella con el

término genérico de cocaína.

Cuando se produce la inmunización temporal o la tolerancia a los efectos de la

cocaína muchos consumidores tienden a aumentar la dosis. La cocaína se puede

esnifar (aspirar), inyectar o fumar. Generalmente se mezcla con otras sustancias más

baratas. El crack es el resultado de calentar la cocaína con levadura en polvo.

Generalmente se fuma en una pipa de agua y es la forma de cocaína que causa más

adicción.En 1883 un físico militar alemán, el Dr. Theodor Aschenbrandt, consiguió un

suministro de cocaína pura y lo distribuyó entre los soldados bávaros durante las

maniobras de otoño. Informó del aumento de la capacidad de los soldados para

soportar el cansancio.

Un lector que quedó fascinado con los informes del Dr. Aschenbrandt, fue un

joven neurólogo vienés, indigente, de veintiocho años, el Dr. Sigmund Freud. Algunos

de los descubrimientos iniciales de Freud sobre la cocaína, como el de ser una droga

psicoactiva, quedaron ampliamente confirmados en investigaciones posteriores. Otras

investigaciones revelaron que el uso repetitivo de grandes dosis de cocaína produce

una psicosis paranoide característica en casi todos los que la utilizan y que aumenta la

tendencia a su abuso. Una característica peculiar de esta psicosis son las

alucinaciones como que hormigas, insectos o serpientes corren por encima de la piel.

En 1890 la naturaleza de la cocaína a crear adicción y psicosis era bien

conocida. Se utilizaba frecuentemente como anestesia local. En los Estados Unidos,

fue muy utilizada en la Coca-Cola, en tónicos y en otros medicamentos patentados. Se

prohibió en 1914. La cocaína destruye las membranas mucosas, inflamando y

agrandando las vías respiratorias. Estos efectos se dan más en las personas que

esnifan cocaína, lo que todavía se practica. También es un estimulante que acelera el

sistema nervioso, el latido cardiaco y la respiración.

La adicción a la cocaína se diferencia de otros tipos de adicción en al menos

dos aspectos. Incluso después de la utilización de grandes dosis de cocaína, si se priva

de la utilización de esta droga, no se sufre de crisis de abstinencia como el delirium

tremens producido en los alcohólicos o el síndrome de abstinencia del opio. Los

efectos físicos son menores. La falta de cocaína se caracteriza por una depresión para

la que la cocaína parece ser el único remedio. El impulso de reducir la utilización de

cocaína es muy fuerte. Sobredosis de esta droga puede derivar en convulsiones e

incluso la muerte.

Por otra parte, la adicción a la cocaína puede provocar graves psicosis bajo sus

efectos. Esto es muy distinto a la mayoría de los síndromes de abstinencia que duran

horas o días después de dejar la droga.

Grandes dosis de cocaína pura, producen sensación de gran tensión y un

exceso de agitación. Los cocainómanos descubrieron que mezclando la cocaína con la

morfina o la heroína se reducían estas sensaciones. Los que utilizan morfina o heroína

descubrieron que la combinación aumenta los efectos y el buen humor producido por

esas drogas. Esta mezcla se conoce como "speed".

Estimulantes

La utilización de la cafeína en las distintas culturas tiene una larga historia.

Todavía es una de las drogas que no recibe la suficiente atención a la hora de tratar el

abuso y adicción a las drogas. Sin embargo, sus efectos fisiológicos y psicológicos en

el organismo hacen evidente que la cafeína es una de las drogas de las que más se

abusa y que puede causar adicción. No es probable que la cafeína se ponga bajo

control gubernamental en un futuro inmediato, porque se considera, en general,

benigna, su uso es socialmente aceptable (incluso se incita a su consumo) y las fuentes

de obtención de la cafeína están controladas por grandes sociedades alimenticias (que

tienen un gran interés en mantener alto su nivel de consumo). Sin embargo, a nivel

individual se debería ser consciente de los efectos de la cafeína y del potencial de su

abuso.

Históricamente, la cafeína se ha utilizado durante muchos siglos en el Este y en

la América precolombina, antes de su introducción en Europa. Mientras en Europa se

favorecía el consumo de alcohol como la droga elegida (lo que explica la gran variedad

de sus manifestaciones que existe en esta parte del mundo) no pasó mucho tiempo

desde que los comerciantes y exploradores comenzaran a traer el café de Arabia y

Turquía, el cacao del Nuevo Mundo, el té de China y la planta de cola del oeste de

Africa. La cafeína tuvo una gran aceptación popular. Es importante resaltar que, desde

su comienzo como bebida popular en Europa, la utilización del café aumentó a pesar de

las advertencias gubernamentales, religiosas y médicas y sus esfuerzos por reprimirlo.

En muchos aspectos, la llegada de la cultura en torno a la cafeína trajo consigo tanto

histerismo como muchas de las drogas actuales.

La cafeína se encuentra hoy como se encontraba originalmente, en el café, té,

chocolate, y algunas bebidas sin alcohol. También está disponible en pastillas que se

venden para ayudar a mantenerse despierto y alerta, como afrodisíaco y como reductor

del apetito. Aunque no se considera como una droga de la que se pueda abusar, un

sorprendente número de defensores de la cafeína sostienen contradictoriamente que,

aunque no es una droga y sólo se toma para su disfrute, una taza de café es necesaria

por las mañanas al despertarse o levantarse. En efecto, varios estudios han

demostrado que se puede ser adicto a la cafeína y que los síntomas que se manifiestan

por la falta de cafeína son irritabilidad, pereza, dolor de cabeza, depresión y/o

nerviosismo. Además, en los tests en los que se ha pedido a personas no bebedoras

que bebieran una cantidad de café o de té con los niveles de adicción comunes, han

presentado nerviosismo y problemas gastrointestinales. Se puede llegar a abusar

gravemente de la cafeína, incluso se pueden tomar de siete a quince tazas de café (o

su equivalente) en una sesión. En situaciones tan extremas, se ha notado delirio,

taquicardia, temblores y psicosis de cafeína, además de una alteración gastrointestinal

aguda. Por ello, es evidente que la cafeína es una droga que crea adicción, afecta

mentalmente y presenta el potencial de su abuso.

A pesar de estas consideraciones, la cafeína es relativamente benigna como

droga que crea adicción. Estudios al respecto han demostrado que pequeñas dosis de

cafeína mejoran la memoria a corto plazo, la puntuación en los tests que dependen del

reconocimiento de un dibujo cerrado y la habilidad motriz. Tampoco se debe

desestimar el aumento de la productividad en la sociedad actual por los efectos

estimulantes de la cafeína. Sin embargo, se debe sopesar todo esto con los efectos

que produce a largo plazo la utilización de cafeína.

Las úlceras y otros trastornos digestivos son más frecuentes entre los

consumidores de cafeína, así como los problemas relacionados con la propiedad

estimulante de la cafeína (incrementa el riesgo de paro cardiaco, de hipertensión y

problemas de personalidad). Muchos de los problemas a corto plazo que se presentan

por sobredosis o abuso de la cafeína están bajo control al ser una droga legal de uso

refinado. Sin embargo, se desconocen los efectos de larga duración.

Marihuana

La marihuana es el nombre común con el que se conoce a la planta Cannabis

sativa. También es el nombre que se le da a la droga que se prepara con las hojas

secas y la parte superior de las flores de esta planta. Estas hojas y flores contienen

varios componentes químicos conocidos como canabinoicos. Una de estas sustancias

químicas, la llamada TCH o delta-9-tetrahidrocanibinol, crea el estado conocido como

"estar colocado" afectando a las funciones normales del cerebro. La potencia de la

marihuana varía enormemente de un caso a otro.

La planta de marihuana ha existido desde hace más de 5.000 años y se ha

utilizado de muchas maneras. En la antigua China se utilizaban las fibras de esta

planta para tejer cuerdas y ropa. Los griegos y los romanos hacían medicinas con ellas.

Otros han utilizado el aceite para fabricar jabón e incluso se ha utilizado como alpiste.

Como en la antigua China o Roma, los colonialistas americanos utilizaban la

planta de marihuana. En los siglos XVII y XVIII, utilizaban las fibras de la planta para

hacer cuerdas y tejer sus ropas. En el siglo XIX la parte superior de la lona que cubría

las armas estaba a veces hecha con las fibras de la planta de marihuana.

La utilización de la marihuana para "colocarse" llegó a ser muy popular en los

Estados Unidos durante los años 20 y 30. Muchas personas tenían miedo de esta

droga y se aprobaron leyes para controlar su utilización. En 1937 el Congreso de los

Estados Unidos aprobó una ley que limitaba el uso de la marihuana en cualquier lugar

del país.

En los años 60, la marihuana llego a ser más popular que nunca. Los

estudiantes universitarios y de las escuelas superiores comenzaron a utilizar la droga

como una forma de demostrar lo maduros e independientes que eran. Los "hippies" y

los "hijos de la flor" hicieron de la marihuana parte de su manera de vivir.

En los años 70 y 80, los estudios sobre el uso de la marihuana han demostrado

a los científicos que es, de hecho, una droga muy perjudicial. Hoy día, cada vez menos

gente que consume marihuana e incluso menos que la prueban aunque sea sólo una

vez. Sin embargo, la marihuana es todavía la droga ilegal más extendida.

El extracto de cannabis, marihuana, fue en su tiempo utilizado médicamente de

forma extensiva y todavía tiene mínimas aplicaciones médicas en algunos países. La

marihuana es única en cuanto a los efectos químicos y psicológicos que produce. El

desarrollo de la tolerancia a la marihuana requiere "sentirse bien" o "llegar más alto".

Se puede desarrollar una dependencia psicológica tan fuerte como la que provoca la

cocaína. Las alucinaciones no son efectos secundarios de esta droga, pero con

frecuencia es un síntoma de sobredosis.

Generalmente la marihuana se fuma, pero también se puede tomar por vía oral

en las comidas o en las bebidas. Se ha demostrado que provoca enfermedades en los

pulmones y en el corazón. El humo contiene gases químicos y venenosos que

provocan cáncer. También puede destruir los tejidos pulmonares y disminuir el sistema

inmunológico del organismo destruyendo los glóbulos blancos.

Narcóticos

Los narcóticos han sido las drogas fundamentales en las subculturas y en las

sociedades respetables a través de los años. En 1885, los opiáceos estaban

disponibles en preparados que no necesitaban prescripción. Incluso en los refrescos

más comunes presentaban derivados del opio como ingredientes. Aunque algunos lo

consideraban inmoral, la utilización de los preparados de opio, -como el láudano o

fumar opio- estaba legalizado. En 1942 el Congreso Americano prohibió a nivel

nacional el cultivo de la amapola de opio o adormidera. En el siglo XIX la adicción no

se consideraba como la desgracia social que se considera hoy. Las parejas no se

divorciaban por causa de adicción a los narcóticos y los trabajadores no eran

despedidos por esta causa. Sin embargo, desde entonces se ha descubierto la

verdadera naturaleza de la adicción y se han conocido sus terribles consecuencias,

tanto para los individuos como para la sociedad. Hoy en día la clase de drogas

denominadas "narcóticos" incluyen algunas de las más peligrosas, con más adicción y

más abuso en la sociedad moderna.

Formalmente, el término "narcóticos" se refiere a los derivados de la adormidera

que actúan como hipnóticos o tranquilizantes. Los derivados más conocidos incluyen el

opio, la morfina, la codeína y la heroína. Los tres primeros aparecen de forma natural

en la adormidera, mientras que el último, la heroína, está hecha de morfina acetilada.

Todos ellos se han utilizado médicamente en algún momento de la historia, la morfina y

la codeína todavía se utilizan extensamente como analgésicos. Se creyó que la heroína

era un tratamiento viable contra la adicción de la morfina (un problema muy extendido a

finales del siglo XIX y hasta la mitad del siglo XX). Como resultado, la heroína produjo

más reticencia, adicción y daños psicológicos que la morfina a la que supuestamente

reemplazaba. La codeína es quizás la última de estas drogas, siendo el opiáceo de

acción más suave, pero también crea adicción y presenta el potencial de su abuso. De

hecho, haciendo la consideración que muchas más personas tienen acceso legal a la

codeína (con receta) que a la heroína (que no se prescribe), es muy posible que el

número de adictos y el abuso de la codeína sean superiores a los de heroína, que es

más difícil de conseguir.

Aunque el abuso de los narcóticos se centra en sus efectos, que proporcionan

un placer momentáneo, muchas personas se han introducido en ese mundo a través de

tratamientos médicos. El valor medicinal de los narcóticos es inestimable. La morfina y

la codeína se han utilizado como analgésicos en pacientes para los que sería cruel

tratarlos con calmantes más suaves, como la aspirina y el paracetamol. Para los

dolores postoperatorios, crónicos y los traumatismos agudos inductores de dolor, la

codeína ha encontrado muchos partidarios y con frecuencia se combina con

analgésicos más suaves que proporcionan a los pacientes un alivio de amplio espectro.

El principal efecto de los narcóticos es deprimir las funciones del sistema nervioso

central disminuyendo la transmisión de los signos de dolor al cerebro. Sin embargo,

resultan comprometidas otras funciones del SNC (Sistema Nervioso Central) como el

control involuntario de los músculos, del sistema motriz y la coordinación. Una

sobredosis de cualquier narcótico ocasiona confusión, delirio, pérdida de fluidez verbal,

estado de coma y muerte. Por consiguiente, es absolutamente indispensable seguir las

indicaciones del médico al tomar cualquier narcótico o sustancia sintética análoga bajo

prescripción facultativa. El efecto a largo plazo de los narcóticos, inc luso recetados, es

una dependencia física.

Esta dependencia física no va siempre acompañada de degradación hepática,

renal o neurológica rotunda u observable, se manifiesta mediante invariables síntomas

de abstinencia que incluyen graves dolores de cabeza (que para calmarlos requieren

fuertes dosis de narcóticos), convulsiones o temblores, fiebre y/o escalofríos y delirio.

Lo que hace que la heroína sea particularmente una terrible droga, es su capacidad

para crear adicción después de una única dosis. Los síntomas de abstinencia

descritos, pueden ocurrir incluso después de la primera experimentación con heroína,

aumentando las posibilidades de una fuerte adicción. Además, la adicción plantea un

dilema incluso a las personas con más sentido moral: deben decidir entre practicar el

robo para proveerse de una dosis de heroína o sufrir la angustia del síndrome de

abstinencia en su estado más terrible. En muchos casos forzados (como cuando no se

encuentra otra dosis o se está encarcelado), el síndrome de abstinencia es tan fuerte

que llega a ocasionar la muerte.

Estos casos ilustran el grave peligro de la heroína, aunque los casos de

adicción que puede provocar una única dosis de heroína son excepcionales, del 3 al

5%. Muchos han sido consumidores ocasionales de opio o de morfina que se han

pasado a la heroína, generalmente por vía intravenosa. Después de varias semanas,

en que la frecuencia de consumo se incrementa de una vez al mes a los fines de

semana, pronto se llega a consumir heroína diariamente y no se puede dejar sin pasar

por una grave experiencia debilitando los síntomas de abstinencia. El heroinómano

tiene que comprar droga continuamente y permanecer fuera del colegio o trabajo

mientras esté bajo sus efectos. Los adictos a la heroína generalmente pierden sus

amistades, trabajos, no descansan lo suficiente, no tienen una seguridad financiera u

otras comodidades que proporciona un estilo de vida autosuficiente mientras estén

dominados por esa adicción.

Se ofrecen varias vías para el que desee "deshacerse del vicio" del consumo de

los narcóticos. Una sería abandonarlo rotundamente y de repente, lo que ocasiona el

denominado "MONO". Sin embargo, este método es casi imposible para la mayoría de

los adictos pues los síntomas de abstinencias que tienen lugar son tan fuertes e

intensos, que es probable que el adicto elija volver a la utilización de la droga en vez de

sufrir esa agonía. Además, enfrentarse al síndrome es sólo la primera parte de la lucha

contra la adicción. Seguidamente aparecen los síntomas de abstinencia más intensos,

lo que se conoce como "SÍNDROME DE POSTADICCIÓN". Es durante este período, que

puede durar varias semanas o meses, cuando los adictos en fase de recuperación

experimentan depresión, ansiedad y anhelo. Con frecuencia, durante este tiempo

vuelven a caer en el consumo de la droga. Otra opción son los programas de

mantenimiento, aunque a muchos adictos no le solucionan su problema.

La metadona (una sustancia sintética análoga a la heroína) se prescribe con

frecuencia como droga a utilizar para apartar la adicción a la heroína. Los programas

de mantenimiento con metadona están prosperando en la ayuda del síndrome de

abstinencia y de postadicción para miles de adictos a la heroína. Por sus efectos

análogos, aunque más suaves que los de la heroína, se puede llegar a abusar de la

metadona, y de hecho se abusa. Con todo, el sistema de soporte que acompaña a los

programas de mantenimiento con metadona ayudan a prevenir la recaída de los adictos

y es, pensándolo bien, una bendición para muchos miles de ex-adictos.

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