EL MATRIMONIO DEL CIELO Y EL INFIERNO
WILLIAM BLAKE
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ARGUMENTO
.
Rintrali ruge y sacude sus fuegos en el aire
opresor.
Nubes Hambrientas oscilan sobre el abismo.
Ayer sumiso, en el sendero peligroso
el hombre justo siguió su camino a través
del valle de la muerte.
Donde crecía la espina han plantado las rosas,
sobre la tierra estéril
canta la abeja.
Entonces, el sendero peligroso fue plantando de
árboles y
un río y una fuente
brotaron en cada roca y tumba;
y sobre los huesos blanqueados
brotó la roja arcilla.
Hasta que el ruin dejó los fáciles senderos
para seguir los senderos peligrosos y conducir
al Hombre justo a las regiones áridas.
Ahora, la serpiente hipócrita camina,
en dulce humildad
y el justo se enfurece en los desiertos
donde vagan los leones.
Rintrah ruge y sacude sus fuegos en el aire
opresor.
Nubes hambrientas oscilan sobre el abismo.
Puesto que ha empezado un nuevo cielo y
transcurrido treinta y tres años desde su
advenimiento, el Eterno Infierno se reanima. Y he
aquí que Swedenborg es el ángel de pie sobre la
tumba; sus escritos, los lienzos plegados.
Ahora sobreviene el dominio de Edom y el
retorno de Adán al Paraíso. -Ved Isaías, XXXIV y
XXXV.
Sin contrarios no hay progreso. Atracción y
repulsión, razón y energía, amor y odio son
necesarios a la existencia humana.
Brota de esos contrarios lo que las religiones
llaman el Bien y el Mal. El Bien es el elemento
pasivo sumiso a la razón. El Mal es el activo que
brota de la energía.
Bien es Cielo, Mal es Infierno.
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LA VOZ DEL DIABLO
Todas las Biblias o códigos sagrados han sido la
causa de los errores siguientes:
1.- Que el hombre posee dos principios reales de
existencia: un cuerpo y un alma.
2. - Que la Energía, llamada Mal, no procede
sino del cuerpo; y que la razón, llamada Bien, no
procede sino del alma.
3. - Que Dios atormentará al hombre durante la
Eternidad por haber seguido sus energías.
Pero los siguientes contrarios son verdaderos:
1. - El hombre no tiene un cuerpo distinto de su
alma. Aquello que llamamos cuerpo es una porción
de alma percibida por los cinco sentidos, pasajes
principales del alma en esta edad.
2. - La Energía es la única vida, y procede del
cuerpo; y la Razón es el límite o circunferencia de la
energía.
3. - Energía, delicia eterna.
Quienes reprimen su deseo son aquellos cuyo
deseo es bastante débil para poder ser reprimido. De
este modo, el elemento restrictor o Razón usurpa el
lugar del deseo y gobierna al abúlico.
Y una vez reprimido, se vuelve gradualmente
pasivo hasta no ser sino la sombra del deseo.
La historia de esto se halla escrita en el Paraíso
Perdido, y el Dominador o Razón se llama Mesías.
Y al primitivo Arcángel, capitán de la armada
celeste, se le llama Demonio o Satán, y sus hijos son
llamados Pecado y Muerte.
Mas en el libro de Job, el Mesías de Milton se
llama Satán.
Porque esta historia ha sido adoptada por ambos
partidos.
A la Razón le parece que el Deseo ha sido
expulsado, pero el Demonio calcula que el Mesías
cayó y construyó, un cielo con lo que robó al
Abismo.
Así está revelado en el Evangelio donde lo
vemos rogar al Padre que le envíe el Consolador o
Deseo, a fin de que la Razón tenga ideas para con
ellas construir. El Jehová de la Biblia no es sino
aquel que vive entre llamas.
Sabe que, después de su muerte, Cristo se
convirtió en Jehová.
Pero en Milton el Padre es Destino, el Hijo es la
Razón de los cinco sentidos, y el Espíritu Santo es la
Nada.
NOTA.
Milton escribió prisionero cuando habló
de los Angeles y de Dios, y en libertad cuando habló
del Infierno y los Demonios porque fue un
verdadero poeta y, sin saberlo, del partido de los
Demonios.
.
VISIÓN MEMORABLE
Mientras paseaba entre las llamas del Infierno,
deleitado con los goces del genio que a los ángeles
parece tormento y locura, recogía algunos de sus
proverbios pensando que, así como los dichos de un
pueblo llevan el sello de su carácter, los proverbios
del Infierno muestran la naturaleza de la Sabiduría
Infernal mejor que ninguna descripción de edificios
o vestiduras.
Cuando volví a mi casa, sobre el abismo de los
cinco sentidos, allá donde una doble llanura se
desploma sobre el presente mundo, vi un poderoso
demonio envuelto en nubes negras, aleteando en las
paredes de las rocas; con llamas corrosivas escribió
la sentencia siguiente, comprendida por el cerebro
de los hombres y leída por ellos en la tierra:
¿No comprendes que cada pájaro que hiende el
camino del aire es un mundo inmenso de delicias
cerrado para tus cinco sentido?
.
PROVERBIOS DEL INFIERNO
En tiempo de siembra, aprende; en tiempo de
cosecha, enseña; en invierno, goza.
Conduce tu carro y tu arado sobre los huesos de
los muertos.
El camino del exceso conduce al palacio de la
sabiduría.
La Prudencia es una vieja solterona rica y fea
cortejada por la Incapacidad.
Aquel que desea pero no obra, engendra peste.
El gusano perdona al arado que lo corta.
Sumerge en el río a aquel que ama el agua.
El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.
Jamás se convertirá en estrella aquel cuyo rostro
no irradie luz.
La Eternidad está enamorada de las obras del
tiempo.
La abeja laboriosa no tiene tiempo para la
tristeza.
El reloj cuenta las horas de la necesidad, pero
ningún reloj puede contar las horas de la sabiduría.
Los únicos alimentos sanos son aquellos que no
coge la red ni el cepo.
Usa número, pesa y medida en un año de
escasez.
Ningún pájaro se eleva demasiado alto, si vuela
con sus propias alas.
Un cuerpo muerto no venga las injurias.
El acto más sublime consiste en colocar otro
delante de ti.
Si el necio persistiera en su necedad se volvería
sabio.
Villanía, máscara de la astucia.
Pudor, máscara del orgullo.
Las prisiones están construidas con piedras de la
Ley, los burdeles con piedras de la Religión.
El orgullo del pavo real es la gloria de Dios.
Lubricidad del chivo, generosidad de Dios.
La cólera del león es la sabiduría de Dios.
La desnudez de la mujer es la obra de Dios.
Exceso de pena, ríe. Exceso de alegría, llora.
El rugido de los leones, el aullido de los lobos, la
cólera del mar tempestuoso y la espada destructora
son porciones de eternidad demasiado grandes para
el ojo del hombre.
La zorra cautiva no acusa sino al cepo.
La alegría, fecunda; el dolor da a luz.
Dejad que el hombre vista la piel del león y la
mujer el vellón de la oveja.
El pájaro, un nido; la araña, una tela; el hombre,
la amistad.
El necio egoísta y sonriente, y el necio triste y
ceñudo serán tenidos por sabios y servirán de
norma.
Evidencia de hoy, imaginación de ayer.
La rata, el ratón, la zorra y el conejo cuidan de
las raíces; el león, el tigre, el caballo, el elefante, de
los frutos.
La cisterna contiene; la fuente rebosa.
Un pensamiento llena la inmensidad.
Está pronto a decir siempre tu opinión, y el ruin
te evitará.
Todo lo creíble es una imagen de la verdad.
Nunca perdió más tiempo el águila que cuando
escuchó las lecciones del cuervo.
La zorra se provee; pero Dios provee al león.
Piensa por la mañana, obra al mediodía, come
por la tarde y duerme por la noche.
Aquel que ha permitido que abuses de él, te
conoce.
Como el arado obedece las palabras, Dios
recompensa las plegarias.
Los tigres de la cólera son más sabios que los
caballos del saber.
Del agua estancada espera veneno.
Nunca sabrás lo que es suficiente a condición de
que sepas lo que es más que suficiente.
Escucha el reproche de los necios: es un título
real.
Los ojos de fuego, la nariz de aire, la boca de
agua, la barba de tierra.
El débil en valor es fuerte en astucia.
Nunca pregunta el manzano al haya cómo
crecer, ni el león al caballo cómo coger su presa.
El que agradece lo que recibe, da a luz una
abundante cosecha.
Si otros no hubiesen sido necios, nosotros lo
seríamos.
El alma llena de dulce placer no puede ser
manchada.
En un águila miras una porción de genio. ¡Alza
la cabeza!
Así como la oruga elige las hojas más hermosas
para poner sus huevos, el sacerdote deposita su
maldición sobre los mejores goces.
Crear una sola flor es trabajo de siglos...
La maldición fortifica; la bendición relaja.
El mejor vino es el más viejo, la mejor agua es la
más nueva.
Las plegarias no aran; las alabanzas no maduran.
Las alegrías no ríen. Las tristezas no lloran.
La cabeza, lo Sublime; el corazón, el Pathos; los
órganos genitales, la Belleza; los pies y manos, la
Proporción.
Como el aire al pájaro o el agua al pez, así el
desprecio al despreciable.
La coneja quisiera que todo fuese negro, y el
buho que todo fuese blanco.
Exuberancia es Belleza.
El león sería astuto si tomara consejo de la
zorra.
El progreso traza los caminos derechos; pero los
caminos tortuosos, sin progreso, son los caminos del
genio.
Antes asesina a un niño en su cuna que nutras
deseos que no ejecutes.
El hombre ausente, la naturaleza estéril.
Nunca puede ser dicha la verdad de manera que
pueda ser comprendida sin ser creída.
¡Bastante! o, más aún, demasiado.
Los poetas de la antigüedad animaron los
objetos sen-sibles con dioses y genios,
nombrándolos y dotándolos con las propiedades de
los bosques, ríos, montañas, lagos, ciudades,
naciones y todo lo que sus enormes numerosos
sentidos podían percibir.
Estudiaban particularmente el genio de cada
ciudad y país colocándolo bajo la tutela de una
deidad espiritual.
Bien pronto, para ventaja de algunos y esclavitud
de muchos, se formó un sistema intentando dar
realidad a deidades espirituales o abstraerlas de su
objeto. Así dio principio el sacerdocio, instituyendo
ritos según los relatos poéticos.
Y, al fin, declararon que los Dioses lo habían
querido de este modo.
Así olvidaron los hombres que todas las
deidades residen en el corazón.
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VISIÓN MEMORABLE
Los profetas Isaías y Ezequiel comían conmigo.
Yo les pregunté cómo se atrevían a afirmar tan
libremente que Dios hablaba con ellos. ¿No habían
pensado que, al afirmarlo, corrían el riesgo de ser
incomprendidos y de prestar apoyo a la impostura?
Isaías respondió: "No he visto ni oído Dios
alguno por medio de una percepción orgánica
limitada, pero mis sentidos descubrían el infinito en
cada cosa, y, desde entonces, estoy convencido y
persuadido de que la voz de la indignación sincera es
la voz de Dios. No pensé en las consecuencias y
escribí.”
Entonces pregunté: "Para que una cosa exista,
basta la firme convicción?”
Respondió: "Todos los poetas lo creen. Y, en
una época imaginativa, esta convicción mueve
montañas; mas pocos son capaces de una
convicción firme de algo.”
Ezequiel dijo: "La filosofía de Oriente enseña los
principios iniciales de la percepción humana; unas
naciones tienen origen en un principio; otras, en
otro. Los de Israel enseñamos que el genio poético -
como lo llamáis- es el principio inicial, y derivados
todos los demás; de aquí nuestro desprecio a los
sacerdotes y filósofos de otros países. Por ello
profetizamos que todos los dioses tributarios del
genio poético, encontrarían en nosotros su origen,
como ha sido probado. Esto fue lo que nuestro gran
poeta el rey David deseaba con tanto fervor e
invocaba de manera patética diciendo que a ello
debía la conquista de sus enemigos y el gobierno de
sus reinos. Nosotros amarnos a nuestro Dios hasta
el punto de maldecir, en su nombre, a las deidades
de las naciones que nos circundan y que declaramos
rebeldes. Por esto, el espíritu vulgar piensa que todas
las naciones serán, al fin, sometidas a los judíos.”
Y añadió: "Esto, como todas las convicciones
firmes, está llamado a realizarse, ya que todas las
naciones reconocen el código judío y veneran al
Dios de los judíos; ¿cabe mayor servidumbre?”
Yo escuché todo esto con estupor y hube de
confesar mi convicción.
Después de comer, pedí a Isaías que favoreciera
al mundo revelando sus obras perdidas. Me dijo que
ningún libro suyo de valor se había perdido. Y
Ezequiel dijo otro tanto de los suyos.
También pregunté a Isaías qué le impulsó a
vagar desnudo de pies y cuerpo durante tres años.
Respondió: "Lo mismo que impulsó a nuestro
amigo Diógenes el Griego.”
Y pregunté a Ezequiel por qué comió
excremento y permaneció tanto tiempo yaciendo
sobre su costado derecho o izquierdo. Respondió:
"El deseo de elevar a los demás hasta la percepción
del infinito.”
Las tribus de la América del Norte tienen
prácticas semejantes. ¿Es honrado aquel que resiste a
su genio o a su conciencia sólo por el bienestar y
satisfacción temporal?
La antigua tradición, según la cual el mundo
sería consumido por el fuego al cabo de seis mil
años, es verdadera, lo supe en el Infierno.
Porque el ángel con su espada de fuego recibirá
orden de abandonar su guarida cerca del Árbol de la
Vida y, en cuanto lo haga, la creación entera será
consumida y todo aquello que ahora nos parece
finito y corrompido aparecerá infinito y puro.
Esto sucederá mediante una superación del goce
sensual.
Ante todo, la noción de que el hombre tiene un
cuerpo distinto de su alma, será abolida; esto lo haré
imprimiendo según el método infernal de corrosivos
que en el infierno son saludables y medicinales,
haciendo desaparecer las superficies aparentes y
descubriendo el infinito que tenían oculto. Si las
ventanas de la percepción estuviesen limpias, cada
cosa aparecería al hombre como es, infinita.
Pero el hombre se ha recluido hasta no ver las
cosas sino a través de las aberturas de su caverna.
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VISIÓN MEMORABLE
Me hallaba en una imprenta, en el Infierno, y vi
el método por el cual se trasmite el conocimiento de
generación en generación.
En la primera cámara había un Dragón-hombre,
barriendo los despojos a la boca de una caverna; en
el interior, multitud de dragones ahondaban la
caverna.
En la segunda cámara había una serpiente
enredada en torno a la roca y la caverna, y otras
adornándola con plata, oro y piedras preciosas.
En la tercera cámara, un águila de alas y plumas
de aire; y el águila hacía el interior de la caverna
infinito; y a mi alrededor, un gran número de
hombres águilas edificaban palacios sobre las rocas
enormes.
En la cuarta cámara, leones de ardientes llamas
se paseaban furiosos y fundían metales en fluidos
vivientes.
En la quinta cámara, formas sin nombre
arrojaban al espacio los metales.
Estos metales eran recibidos por hombres en la
sexta cámara y tomaban la forma de libros y eran
colocados en bibliotecas.
Los gigantes que llevaron este mundo a. su
existencia sensible y que parecen ahora vivir
encadenados son, en verdad, los principios de su
vida y las fuentes de su actividad. Pero las cadenas
son la astucia de los espíritus débiles y sumisos que
tienen poder para resistir la energía.
Lo dice el proverbio: el débil en valor es fuerte
en astucia.
De este modo, el Prolífico es una porción del
ser; otra, el Devorador. El Devorador cree tener
encadenado al Prolífico; mas no es así; sólo tiene
porciones de existencia y se imagina tenerlo todo.
Mas el Prolífico dejaría de serlo si el Devorador,
corno un mar, no absorbiera el exceso de sus goces.
Algunos dirán: "¿No es Dios el único Prolífico?”
Yo digo: "Dios no existe ni obra sino en los
seres existentes, en los hombres.”
Estas dos clases de hombres existen en la tierra y
serán siempre enemigos; cualquiera que intente
conciliarlos destruirá la existencia.
La religión es un esfuerzo para conciliarlos.
NOTA.
Jesucristo no quiso unirlos sino
separarlos, como en la parábola de las ovejas y las
cabras. Jesucristo dijo: "No vine a traer la paz sino la
espada." Mesías o Satán o Tentador, era considerado
como uno de los antediluvianos, es decir, como una
de nuestras energías.
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VISIÓN MEMORABLE
Un ángel vino a mí y dijo: "¡Oh, joven necio,
digno de lástima! ¡Horrible, espantable estado el
tuyo! Piensa en el calabozo abrasador que te
preparas por toda la eternidad y a donde te lleva el
camino que sigues.”
Yo dije:. "Tal vez podrías mostrarme mi lugar
eterno. Juntos lo contemplaremos hasta ver qué sitio
es más deseable: el tuyo o el mío.
Entonces me llevó a través de un retablo, a
través de una iglesia y, después, hacia abajo, a la
cripta de la iglesia en cuyo extremo había un molino.
Entramos en el molino y llegamos a una caverna. A
tientas seguimos nuestro tedioso trayecto, bajo la
tempestuosa caverna hasta llegar a un espacio vacío
que apareció sobre nosotros como un cielo;
agarrándonos las raíces de los árboles logramos
colgarnos dominando esta. inmensidad.
Entonces dije: "Si quieres, nos abandonaremos a
este vacío para ver si también en él está la
Providencia. Si tú no quieres, yo sí quiero.”
Mas él respondió: "Joven presuntuoso, ¿no te
basta contemplar tu lugar estando aquí? Cuando
cese la oscuridad, aparecerá.”
Permanecí entonces, cerca del Ángel, sentado en
los enlaces de las raíces de un roble, y él Ángel
quedó suspendido en un Bongo que colgaba su
cabeza sobre el abismo.
Poco a poco, la profundidad infinita tornóse
distinta, rojiza como el humo de una ciudad
incendiada. Sobre nosotros, a una distancia inmensa,
el sol negro y brillante. En torno al sol huellas de
fuego; y sobre las huellas caminaban arañas
enormes, arrastrándose hacia sus víctimas que
volaban o, más bien, nadaban en la profundidad
infinita, en forma de animales horribles, salidos de la
corrupción; y el espacio estaba lleno y parecía por
ellos orinado. Son los demonios, llamados Potencias
del aire.
Pregunté a mi compañero cuál era mi lugar
eterno. Y dijo: "Entre las negras y blancas.”
Pero en ese momento, entre las arañas negras y
blancas una nube de fuego estalló rodando a través
del abismo, ennegreciendo todo lo que encontraba
bajo ella al punto que el abismo inferior quedó
negro como un mar y se estremeció con un ruido
espantoso.
Nada se podía ver debajo ele nosotros, sino una
negra tempestad hasta que, mirando hacia el
Oriente, entre las nubes y las olas, vimos una
cascada en medio de sangre y fuego y, distante de
nosotros sólo unos tiros de piedra, apareció
nuevamente el repliegue escamoso de una serpiente
monstruosa. Por último, hacia el Oriente, cerca de
tres grados distante, apareció, sobre las olas, una
cresta inflamada; se elevó lentamente como una
cima rocosa, y vimos dos globos de fuego carmesí, y
el mar se escapaba de ellos en nubes de humo.
Comprendimos que aquello era la cabeza de
Leviathan: la frente surcada de estrías de color verde
y púrpura como las de la frente del tigre; de pronto,
vimos sus fauces, y sus branquias rojas colgaban
sobre la espuma enfurecida tiñendo el negro abismo
con rayos de sangre, avanzando hacia nosotros con
la fuerza de una existencia espiritual.
El Ángel mi amigo escaló su sitio en el molino.
Quedó solo. La aparición dejó de serlo. Y me
encontré sentado en una deliciosa terraza, al borde
de un río, al claro de luna, oyendo cantar a un arpista
que se acompañaba con su instrumento. Y el tema
de su canción era: "El hombre que no cambia de
opinión es como el agua estancada: engendra los
reptiles del espíritu.”
En seguida, me puse en pie y partí en busca del
molino donde encontré a mi Ángel que,
sorprendido, me preguntó cómo había logrado
escapar.
Respondí: "Todo lo que vimos juntos procedía
de tu metafísica; después de tu fuga, me hallé en una
terraza oyendo a un arpista, al claro de luna. Mas
ahora que hemos visto mi lugar eterno, ¿puedo
enseñarte el tuyo?”
Mi proposición le hizo reír; mas yo, de pronto, le
estreché en mis brazos y volé a través de la noche de
Occidente y, así, nos elevamos sobre la sombra de la
tierra; con él, me lancé derecho al cuerpo del sol, allí
me vestí de blanco y, tomando los libros de
Swedenborg, abandoné esta región gloriosa y,
dejando atrás los demás planetas, llegamos a
Saturno. Allí me detuve a fin de reposar. En seguida,
me lancé al vacío, entre Saturno y las estrellas fijas.
Le dije: "He aquí tu lugar en este espacio, si así
puede llamarse.”
Súbitamente, vimos el establo y la iglesia y lo
llevé al altar y abrí la Biblia, y he aquí mi pozo
profundo al que descendía llevando al Ángel delante
de mí. De pronto, vimos siete casas de ladrillo y
entramos en una. Había en ella un gran número de
monos, cinocéfalos, y todos los de su especie
encadenados por la mitad de sus cuerpos
gesticulando y mordiéndose los unos a los otros,
más impedidos por lo corto de sus cadenas. Sin
embargo, me pareció que algunas veces su número
aumentaba, y que los fuertes devoraban a los débiles
y que, gesticulando siempre, primero copulaban con
ellos para devorarlos después, arrancando un
miembro primero y después otro, hasta que no
quedaba sino un miserable tronco que besaban
haciendo muecas de ternura para devorarlo al fin. Y
aquí y allá, vi a algunos saboreando la carne de su
propia cola. El mal olor nos incomodaba
horriblemente.
Entramos al molino. Mi mano atrajo el esqueleto
de un cuerpo que fue, en el molino, los Analíticos de
Aristóteles.
El Ángel me dijo: "Tu fantasía se ha impuesto a
mí; esto, debería ruborizarte.”
Respondí: "Cada uno impone al otro su fantasía,
y es tiempo perdido conversar contigo que no has
producido sino Analíticos.”
Siempre me ha parecido que los Ángeles tienen
la vanidad de hablar de sí mismos como si sólo ellos
fueran sabios; lo hacen con una confianza insolente
que nace del razonamiento sistemático.
Así Swedenborg se envanece de que cuanto
escribe es nuevo, aunque sólo es un índice o un
catálogo de libros publicados antes.
Un hombre lleva un mono a una fiesta y porque
era un poco más sabio que el mono se infló de
vanidad y se consideró mas sabio que siete hombres.
Así es el caso de Swedenborg que muestra la
locura de las iglesias y quita la máscara a los
hipócritas e imagina que todos los hombres son
religiosos y que él es el único hombre en la tierra que
rompió las mallas de la red.
Ahora, oíd el hecho tal como es: Swedenborg no
ha escrito una sola verdad nueva.
Y, ahora, oíd la causa: conversaba con los
ángeles que son, todos, religiosos, y no conversaba
con los demonios que odian la religión, porque sus
prejuicios lo hacían incapaz.
Así es que las obras de Swedenborg son una
recapitulación de todas las opiniones superficiales, y
un análisis de las más sublimes; nada más.
He aquí otro hecho: cualquier hombre de talento
mecánico puede extraer de las obras de Paracelso o
de Jacob Behmen diez mil volúmenes de igual valor
que los de Swedenborg, y un número infinito de los
libros de Dante o Shakespeare.
Pero, cuando lo haya hecho, que no pretenda
saber más que su maestro porque sólo sostiene una
bujía en pleno sol.
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VISIÓN MEMORABLE
Un día, en una llama de fuego vi aparecer un
demonio ante un Ángel sentado en una nube.
El demonio dijo estas palabras:
"El culto de Dios consiste en honrar sus dones
en los hombres según su genio, dando a los más
grandes más amor. Aquellos que calumnian a los
grandes hombres odian a Dios, porque no hay otro
Dios que ellos.”
Al oír esto, el Ángel se puso casi azul; mas,
conteniéndose, se puso amarillo y al fin blanco,
rosado y, sonriendo, repuso:
"Idólatra, ¿Dios no es uno? ¿No está visible en
Jesucristo? Y Jesucristo, ¿no ha autorizado la ley de
los diez mandamientos? ¿No son los demás
hombres, necios, pecadores, nada?”
El Demonio respondió: "Tritura al necio en el
molino con el trigo, luego no podrás separar del
trigo su necedad. Si Jesucristo es el más grande de
los hombres, tendrás que amarlo con el amor más
grande. Ahora, oye de qué manera ha autorizado la
ley de los diez mandamientos: ¿no se burló del
Sábado, del Sábado de Dios? ¿No dio muerte a
aquellos que por él murieron? ¿No torció la ley para
con la mujer adúltera? ¿No robó el trabajo de
aquellos que lo mantenían? ¿No toleró el falso
testimonio rehusando defenderse ante Pilatos? ¿No
codició cuando pidió por sus discípulos y cuando les
incitó a sacudir el polvo de sus pies contra los que
rehusaran darles albergue?”
Yo te digo: ninguna virtud que no rompa estos
diez mandamientos puede existir. Jesucristo era todo
virtud y obraba por impulsos y no por reglas.
Cuando hubo hablado, miré al Ángel que alargó
los brazos, abrazó la llama, fue consumido y
apareció como Elías.
NOTA.
Este Ángel vuelto demonio, es mi
amigo íntimo: juntos leemos la Biblia en su sentido
infernal o diabólico que el mundo conocerá si se
conduce bien. También tengo la Biblia del Infierno
que el mundo tendrá quiéralo o no.
Una misma ley para el León y el Buey es
Opresión.
WILLIAM BLAKE
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ARGUMENTO
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Rintrali ruge y sacude sus fuegos en el aire
opresor.
Nubes Hambrientas oscilan sobre el abismo.
Ayer sumiso, en el sendero peligroso
el hombre justo siguió su camino a través
del valle de la muerte.
Donde crecía la espina han plantado las rosas,
sobre la tierra estéril
canta la abeja.
Entonces, el sendero peligroso fue plantando de
árboles y
un río y una fuente
brotaron en cada roca y tumba;
y sobre los huesos blanqueados
brotó la roja arcilla.
Hasta que el ruin dejó los fáciles senderos
para seguir los senderos peligrosos y conducir
al Hombre justo a las regiones áridas.
Ahora, la serpiente hipócrita camina,
en dulce humildad
y el justo se enfurece en los desiertos
donde vagan los leones.
Rintrah ruge y sacude sus fuegos en el aire
opresor.
Nubes hambrientas oscilan sobre el abismo.
Puesto que ha empezado un nuevo cielo y
transcurrido treinta y tres años desde su
advenimiento, el Eterno Infierno se reanima. Y he
aquí que Swedenborg es el ángel de pie sobre la
tumba; sus escritos, los lienzos plegados.
Ahora sobreviene el dominio de Edom y el
retorno de Adán al Paraíso. -Ved Isaías, XXXIV y
XXXV.
Sin contrarios no hay progreso. Atracción y
repulsión, razón y energía, amor y odio son
necesarios a la existencia humana.
Brota de esos contrarios lo que las religiones
llaman el Bien y el Mal. El Bien es el elemento
pasivo sumiso a la razón. El Mal es el activo que
brota de la energía.
Bien es Cielo, Mal es Infierno.
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LA VOZ DEL DIABLO
Todas las Biblias o códigos sagrados han sido la
causa de los errores siguientes:
1.- Que el hombre posee dos principios reales de
existencia: un cuerpo y un alma.
2. - Que la Energía, llamada Mal, no procede
sino del cuerpo; y que la razón, llamada Bien, no
procede sino del alma.
3. - Que Dios atormentará al hombre durante la
Eternidad por haber seguido sus energías.
Pero los siguientes contrarios son verdaderos:
1. - El hombre no tiene un cuerpo distinto de su
alma. Aquello que llamamos cuerpo es una porción
de alma percibida por los cinco sentidos, pasajes
principales del alma en esta edad.
2. - La Energía es la única vida, y procede del
cuerpo; y la Razón es el límite o circunferencia de la
energía.
3. - Energía, delicia eterna.
Quienes reprimen su deseo son aquellos cuyo
deseo es bastante débil para poder ser reprimido. De
este modo, el elemento restrictor o Razón usurpa el
lugar del deseo y gobierna al abúlico.
Y una vez reprimido, se vuelve gradualmente
pasivo hasta no ser sino la sombra del deseo.
La historia de esto se halla escrita en el Paraíso
Perdido, y el Dominador o Razón se llama Mesías.
Y al primitivo Arcángel, capitán de la armada
celeste, se le llama Demonio o Satán, y sus hijos son
llamados Pecado y Muerte.
Mas en el libro de Job, el Mesías de Milton se
llama Satán.
Porque esta historia ha sido adoptada por ambos
partidos.
A la Razón le parece que el Deseo ha sido
expulsado, pero el Demonio calcula que el Mesías
cayó y construyó, un cielo con lo que robó al
Abismo.
Así está revelado en el Evangelio donde lo
vemos rogar al Padre que le envíe el Consolador o
Deseo, a fin de que la Razón tenga ideas para con
ellas construir. El Jehová de la Biblia no es sino
aquel que vive entre llamas.
Sabe que, después de su muerte, Cristo se
convirtió en Jehová.
Pero en Milton el Padre es Destino, el Hijo es la
Razón de los cinco sentidos, y el Espíritu Santo es la
Nada.
NOTA.
Milton escribió prisionero cuando habló
de los Angeles y de Dios, y en libertad cuando habló
del Infierno y los Demonios porque fue un
verdadero poeta y, sin saberlo, del partido de los
Demonios.
.
VISIÓN MEMORABLE
Mientras paseaba entre las llamas del Infierno,
deleitado con los goces del genio que a los ángeles
parece tormento y locura, recogía algunos de sus
proverbios pensando que, así como los dichos de un
pueblo llevan el sello de su carácter, los proverbios
del Infierno muestran la naturaleza de la Sabiduría
Infernal mejor que ninguna descripción de edificios
o vestiduras.
Cuando volví a mi casa, sobre el abismo de los
cinco sentidos, allá donde una doble llanura se
desploma sobre el presente mundo, vi un poderoso
demonio envuelto en nubes negras, aleteando en las
paredes de las rocas; con llamas corrosivas escribió
la sentencia siguiente, comprendida por el cerebro
de los hombres y leída por ellos en la tierra:
¿No comprendes que cada pájaro que hiende el
camino del aire es un mundo inmenso de delicias
cerrado para tus cinco sentido?
.
PROVERBIOS DEL INFIERNO
En tiempo de siembra, aprende; en tiempo de
cosecha, enseña; en invierno, goza.
Conduce tu carro y tu arado sobre los huesos de
los muertos.
El camino del exceso conduce al palacio de la
sabiduría.
La Prudencia es una vieja solterona rica y fea
cortejada por la Incapacidad.
Aquel que desea pero no obra, engendra peste.
El gusano perdona al arado que lo corta.
Sumerge en el río a aquel que ama el agua.
El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.
Jamás se convertirá en estrella aquel cuyo rostro
no irradie luz.
La Eternidad está enamorada de las obras del
tiempo.
La abeja laboriosa no tiene tiempo para la
tristeza.
El reloj cuenta las horas de la necesidad, pero
ningún reloj puede contar las horas de la sabiduría.
Los únicos alimentos sanos son aquellos que no
coge la red ni el cepo.
Usa número, pesa y medida en un año de
escasez.
Ningún pájaro se eleva demasiado alto, si vuela
con sus propias alas.
Un cuerpo muerto no venga las injurias.
El acto más sublime consiste en colocar otro
delante de ti.
Si el necio persistiera en su necedad se volvería
sabio.
Villanía, máscara de la astucia.
Pudor, máscara del orgullo.
Las prisiones están construidas con piedras de la
Ley, los burdeles con piedras de la Religión.
El orgullo del pavo real es la gloria de Dios.
Lubricidad del chivo, generosidad de Dios.
La cólera del león es la sabiduría de Dios.
La desnudez de la mujer es la obra de Dios.
Exceso de pena, ríe. Exceso de alegría, llora.
El rugido de los leones, el aullido de los lobos, la
cólera del mar tempestuoso y la espada destructora
son porciones de eternidad demasiado grandes para
el ojo del hombre.
La zorra cautiva no acusa sino al cepo.
La alegría, fecunda; el dolor da a luz.
Dejad que el hombre vista la piel del león y la
mujer el vellón de la oveja.
El pájaro, un nido; la araña, una tela; el hombre,
la amistad.
El necio egoísta y sonriente, y el necio triste y
ceñudo serán tenidos por sabios y servirán de
norma.
Evidencia de hoy, imaginación de ayer.
La rata, el ratón, la zorra y el conejo cuidan de
las raíces; el león, el tigre, el caballo, el elefante, de
los frutos.
La cisterna contiene; la fuente rebosa.
Un pensamiento llena la inmensidad.
Está pronto a decir siempre tu opinión, y el ruin
te evitará.
Todo lo creíble es una imagen de la verdad.
Nunca perdió más tiempo el águila que cuando
escuchó las lecciones del cuervo.
La zorra se provee; pero Dios provee al león.
Piensa por la mañana, obra al mediodía, come
por la tarde y duerme por la noche.
Aquel que ha permitido que abuses de él, te
conoce.
Como el arado obedece las palabras, Dios
recompensa las plegarias.
Los tigres de la cólera son más sabios que los
caballos del saber.
Del agua estancada espera veneno.
Nunca sabrás lo que es suficiente a condición de
que sepas lo que es más que suficiente.
Escucha el reproche de los necios: es un título
real.
Los ojos de fuego, la nariz de aire, la boca de
agua, la barba de tierra.
El débil en valor es fuerte en astucia.
Nunca pregunta el manzano al haya cómo
crecer, ni el león al caballo cómo coger su presa.
El que agradece lo que recibe, da a luz una
abundante cosecha.
Si otros no hubiesen sido necios, nosotros lo
seríamos.
El alma llena de dulce placer no puede ser
manchada.
En un águila miras una porción de genio. ¡Alza
la cabeza!
Así como la oruga elige las hojas más hermosas
para poner sus huevos, el sacerdote deposita su
maldición sobre los mejores goces.
Crear una sola flor es trabajo de siglos...
La maldición fortifica; la bendición relaja.
El mejor vino es el más viejo, la mejor agua es la
más nueva.
Las plegarias no aran; las alabanzas no maduran.
Las alegrías no ríen. Las tristezas no lloran.
La cabeza, lo Sublime; el corazón, el Pathos; los
órganos genitales, la Belleza; los pies y manos, la
Proporción.
Como el aire al pájaro o el agua al pez, así el
desprecio al despreciable.
La coneja quisiera que todo fuese negro, y el
buho que todo fuese blanco.
Exuberancia es Belleza.
El león sería astuto si tomara consejo de la
zorra.
El progreso traza los caminos derechos; pero los
caminos tortuosos, sin progreso, son los caminos del
genio.
Antes asesina a un niño en su cuna que nutras
deseos que no ejecutes.
El hombre ausente, la naturaleza estéril.
Nunca puede ser dicha la verdad de manera que
pueda ser comprendida sin ser creída.
¡Bastante! o, más aún, demasiado.
Los poetas de la antigüedad animaron los
objetos sen-sibles con dioses y genios,
nombrándolos y dotándolos con las propiedades de
los bosques, ríos, montañas, lagos, ciudades,
naciones y todo lo que sus enormes numerosos
sentidos podían percibir.
Estudiaban particularmente el genio de cada
ciudad y país colocándolo bajo la tutela de una
deidad espiritual.
Bien pronto, para ventaja de algunos y esclavitud
de muchos, se formó un sistema intentando dar
realidad a deidades espirituales o abstraerlas de su
objeto. Así dio principio el sacerdocio, instituyendo
ritos según los relatos poéticos.
Y, al fin, declararon que los Dioses lo habían
querido de este modo.
Así olvidaron los hombres que todas las
deidades residen en el corazón.
.
VISIÓN MEMORABLE
Los profetas Isaías y Ezequiel comían conmigo.
Yo les pregunté cómo se atrevían a afirmar tan
libremente que Dios hablaba con ellos. ¿No habían
pensado que, al afirmarlo, corrían el riesgo de ser
incomprendidos y de prestar apoyo a la impostura?
Isaías respondió: "No he visto ni oído Dios
alguno por medio de una percepción orgánica
limitada, pero mis sentidos descubrían el infinito en
cada cosa, y, desde entonces, estoy convencido y
persuadido de que la voz de la indignación sincera es
la voz de Dios. No pensé en las consecuencias y
escribí.”
Entonces pregunté: "Para que una cosa exista,
basta la firme convicción?”
Respondió: "Todos los poetas lo creen. Y, en
una época imaginativa, esta convicción mueve
montañas; mas pocos son capaces de una
convicción firme de algo.”
Ezequiel dijo: "La filosofía de Oriente enseña los
principios iniciales de la percepción humana; unas
naciones tienen origen en un principio; otras, en
otro. Los de Israel enseñamos que el genio poético -
como lo llamáis- es el principio inicial, y derivados
todos los demás; de aquí nuestro desprecio a los
sacerdotes y filósofos de otros países. Por ello
profetizamos que todos los dioses tributarios del
genio poético, encontrarían en nosotros su origen,
como ha sido probado. Esto fue lo que nuestro gran
poeta el rey David deseaba con tanto fervor e
invocaba de manera patética diciendo que a ello
debía la conquista de sus enemigos y el gobierno de
sus reinos. Nosotros amarnos a nuestro Dios hasta
el punto de maldecir, en su nombre, a las deidades
de las naciones que nos circundan y que declaramos
rebeldes. Por esto, el espíritu vulgar piensa que todas
las naciones serán, al fin, sometidas a los judíos.”
Y añadió: "Esto, como todas las convicciones
firmes, está llamado a realizarse, ya que todas las
naciones reconocen el código judío y veneran al
Dios de los judíos; ¿cabe mayor servidumbre?”
Yo escuché todo esto con estupor y hube de
confesar mi convicción.
Después de comer, pedí a Isaías que favoreciera
al mundo revelando sus obras perdidas. Me dijo que
ningún libro suyo de valor se había perdido. Y
Ezequiel dijo otro tanto de los suyos.
También pregunté a Isaías qué le impulsó a
vagar desnudo de pies y cuerpo durante tres años.
Respondió: "Lo mismo que impulsó a nuestro
amigo Diógenes el Griego.”
Y pregunté a Ezequiel por qué comió
excremento y permaneció tanto tiempo yaciendo
sobre su costado derecho o izquierdo. Respondió:
"El deseo de elevar a los demás hasta la percepción
del infinito.”
Las tribus de la América del Norte tienen
prácticas semejantes. ¿Es honrado aquel que resiste a
su genio o a su conciencia sólo por el bienestar y
satisfacción temporal?
La antigua tradición, según la cual el mundo
sería consumido por el fuego al cabo de seis mil
años, es verdadera, lo supe en el Infierno.
Porque el ángel con su espada de fuego recibirá
orden de abandonar su guarida cerca del Árbol de la
Vida y, en cuanto lo haga, la creación entera será
consumida y todo aquello que ahora nos parece
finito y corrompido aparecerá infinito y puro.
Esto sucederá mediante una superación del goce
sensual.
Ante todo, la noción de que el hombre tiene un
cuerpo distinto de su alma, será abolida; esto lo haré
imprimiendo según el método infernal de corrosivos
que en el infierno son saludables y medicinales,
haciendo desaparecer las superficies aparentes y
descubriendo el infinito que tenían oculto. Si las
ventanas de la percepción estuviesen limpias, cada
cosa aparecería al hombre como es, infinita.
Pero el hombre se ha recluido hasta no ver las
cosas sino a través de las aberturas de su caverna.
.
VISIÓN MEMORABLE
Me hallaba en una imprenta, en el Infierno, y vi
el método por el cual se trasmite el conocimiento de
generación en generación.
En la primera cámara había un Dragón-hombre,
barriendo los despojos a la boca de una caverna; en
el interior, multitud de dragones ahondaban la
caverna.
En la segunda cámara había una serpiente
enredada en torno a la roca y la caverna, y otras
adornándola con plata, oro y piedras preciosas.
En la tercera cámara, un águila de alas y plumas
de aire; y el águila hacía el interior de la caverna
infinito; y a mi alrededor, un gran número de
hombres águilas edificaban palacios sobre las rocas
enormes.
En la cuarta cámara, leones de ardientes llamas
se paseaban furiosos y fundían metales en fluidos
vivientes.
En la quinta cámara, formas sin nombre
arrojaban al espacio los metales.
Estos metales eran recibidos por hombres en la
sexta cámara y tomaban la forma de libros y eran
colocados en bibliotecas.
Los gigantes que llevaron este mundo a. su
existencia sensible y que parecen ahora vivir
encadenados son, en verdad, los principios de su
vida y las fuentes de su actividad. Pero las cadenas
son la astucia de los espíritus débiles y sumisos que
tienen poder para resistir la energía.
Lo dice el proverbio: el débil en valor es fuerte
en astucia.
De este modo, el Prolífico es una porción del
ser; otra, el Devorador. El Devorador cree tener
encadenado al Prolífico; mas no es así; sólo tiene
porciones de existencia y se imagina tenerlo todo.
Mas el Prolífico dejaría de serlo si el Devorador,
corno un mar, no absorbiera el exceso de sus goces.
Algunos dirán: "¿No es Dios el único Prolífico?”
Yo digo: "Dios no existe ni obra sino en los
seres existentes, en los hombres.”
Estas dos clases de hombres existen en la tierra y
serán siempre enemigos; cualquiera que intente
conciliarlos destruirá la existencia.
La religión es un esfuerzo para conciliarlos.
NOTA.
Jesucristo no quiso unirlos sino
separarlos, como en la parábola de las ovejas y las
cabras. Jesucristo dijo: "No vine a traer la paz sino la
espada." Mesías o Satán o Tentador, era considerado
como uno de los antediluvianos, es decir, como una
de nuestras energías.
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VISIÓN MEMORABLE
Un ángel vino a mí y dijo: "¡Oh, joven necio,
digno de lástima! ¡Horrible, espantable estado el
tuyo! Piensa en el calabozo abrasador que te
preparas por toda la eternidad y a donde te lleva el
camino que sigues.”
Yo dije:. "Tal vez podrías mostrarme mi lugar
eterno. Juntos lo contemplaremos hasta ver qué sitio
es más deseable: el tuyo o el mío.
Entonces me llevó a través de un retablo, a
través de una iglesia y, después, hacia abajo, a la
cripta de la iglesia en cuyo extremo había un molino.
Entramos en el molino y llegamos a una caverna. A
tientas seguimos nuestro tedioso trayecto, bajo la
tempestuosa caverna hasta llegar a un espacio vacío
que apareció sobre nosotros como un cielo;
agarrándonos las raíces de los árboles logramos
colgarnos dominando esta. inmensidad.
Entonces dije: "Si quieres, nos abandonaremos a
este vacío para ver si también en él está la
Providencia. Si tú no quieres, yo sí quiero.”
Mas él respondió: "Joven presuntuoso, ¿no te
basta contemplar tu lugar estando aquí? Cuando
cese la oscuridad, aparecerá.”
Permanecí entonces, cerca del Ángel, sentado en
los enlaces de las raíces de un roble, y él Ángel
quedó suspendido en un Bongo que colgaba su
cabeza sobre el abismo.
Poco a poco, la profundidad infinita tornóse
distinta, rojiza como el humo de una ciudad
incendiada. Sobre nosotros, a una distancia inmensa,
el sol negro y brillante. En torno al sol huellas de
fuego; y sobre las huellas caminaban arañas
enormes, arrastrándose hacia sus víctimas que
volaban o, más bien, nadaban en la profundidad
infinita, en forma de animales horribles, salidos de la
corrupción; y el espacio estaba lleno y parecía por
ellos orinado. Son los demonios, llamados Potencias
del aire.
Pregunté a mi compañero cuál era mi lugar
eterno. Y dijo: "Entre las negras y blancas.”
Pero en ese momento, entre las arañas negras y
blancas una nube de fuego estalló rodando a través
del abismo, ennegreciendo todo lo que encontraba
bajo ella al punto que el abismo inferior quedó
negro como un mar y se estremeció con un ruido
espantoso.
Nada se podía ver debajo ele nosotros, sino una
negra tempestad hasta que, mirando hacia el
Oriente, entre las nubes y las olas, vimos una
cascada en medio de sangre y fuego y, distante de
nosotros sólo unos tiros de piedra, apareció
nuevamente el repliegue escamoso de una serpiente
monstruosa. Por último, hacia el Oriente, cerca de
tres grados distante, apareció, sobre las olas, una
cresta inflamada; se elevó lentamente como una
cima rocosa, y vimos dos globos de fuego carmesí, y
el mar se escapaba de ellos en nubes de humo.
Comprendimos que aquello era la cabeza de
Leviathan: la frente surcada de estrías de color verde
y púrpura como las de la frente del tigre; de pronto,
vimos sus fauces, y sus branquias rojas colgaban
sobre la espuma enfurecida tiñendo el negro abismo
con rayos de sangre, avanzando hacia nosotros con
la fuerza de una existencia espiritual.
El Ángel mi amigo escaló su sitio en el molino.
Quedó solo. La aparición dejó de serlo. Y me
encontré sentado en una deliciosa terraza, al borde
de un río, al claro de luna, oyendo cantar a un arpista
que se acompañaba con su instrumento. Y el tema
de su canción era: "El hombre que no cambia de
opinión es como el agua estancada: engendra los
reptiles del espíritu.”
En seguida, me puse en pie y partí en busca del
molino donde encontré a mi Ángel que,
sorprendido, me preguntó cómo había logrado
escapar.
Respondí: "Todo lo que vimos juntos procedía
de tu metafísica; después de tu fuga, me hallé en una
terraza oyendo a un arpista, al claro de luna. Mas
ahora que hemos visto mi lugar eterno, ¿puedo
enseñarte el tuyo?”
Mi proposición le hizo reír; mas yo, de pronto, le
estreché en mis brazos y volé a través de la noche de
Occidente y, así, nos elevamos sobre la sombra de la
tierra; con él, me lancé derecho al cuerpo del sol, allí
me vestí de blanco y, tomando los libros de
Swedenborg, abandoné esta región gloriosa y,
dejando atrás los demás planetas, llegamos a
Saturno. Allí me detuve a fin de reposar. En seguida,
me lancé al vacío, entre Saturno y las estrellas fijas.
Le dije: "He aquí tu lugar en este espacio, si así
puede llamarse.”
Súbitamente, vimos el establo y la iglesia y lo
llevé al altar y abrí la Biblia, y he aquí mi pozo
profundo al que descendía llevando al Ángel delante
de mí. De pronto, vimos siete casas de ladrillo y
entramos en una. Había en ella un gran número de
monos, cinocéfalos, y todos los de su especie
encadenados por la mitad de sus cuerpos
gesticulando y mordiéndose los unos a los otros,
más impedidos por lo corto de sus cadenas. Sin
embargo, me pareció que algunas veces su número
aumentaba, y que los fuertes devoraban a los débiles
y que, gesticulando siempre, primero copulaban con
ellos para devorarlos después, arrancando un
miembro primero y después otro, hasta que no
quedaba sino un miserable tronco que besaban
haciendo muecas de ternura para devorarlo al fin. Y
aquí y allá, vi a algunos saboreando la carne de su
propia cola. El mal olor nos incomodaba
horriblemente.
Entramos al molino. Mi mano atrajo el esqueleto
de un cuerpo que fue, en el molino, los Analíticos de
Aristóteles.
El Ángel me dijo: "Tu fantasía se ha impuesto a
mí; esto, debería ruborizarte.”
Respondí: "Cada uno impone al otro su fantasía,
y es tiempo perdido conversar contigo que no has
producido sino Analíticos.”
Siempre me ha parecido que los Ángeles tienen
la vanidad de hablar de sí mismos como si sólo ellos
fueran sabios; lo hacen con una confianza insolente
que nace del razonamiento sistemático.
Así Swedenborg se envanece de que cuanto
escribe es nuevo, aunque sólo es un índice o un
catálogo de libros publicados antes.
Un hombre lleva un mono a una fiesta y porque
era un poco más sabio que el mono se infló de
vanidad y se consideró mas sabio que siete hombres.
Así es el caso de Swedenborg que muestra la
locura de las iglesias y quita la máscara a los
hipócritas e imagina que todos los hombres son
religiosos y que él es el único hombre en la tierra que
rompió las mallas de la red.
Ahora, oíd el hecho tal como es: Swedenborg no
ha escrito una sola verdad nueva.
Y, ahora, oíd la causa: conversaba con los
ángeles que son, todos, religiosos, y no conversaba
con los demonios que odian la religión, porque sus
prejuicios lo hacían incapaz.
Así es que las obras de Swedenborg son una
recapitulación de todas las opiniones superficiales, y
un análisis de las más sublimes; nada más.
He aquí otro hecho: cualquier hombre de talento
mecánico puede extraer de las obras de Paracelso o
de Jacob Behmen diez mil volúmenes de igual valor
que los de Swedenborg, y un número infinito de los
libros de Dante o Shakespeare.
Pero, cuando lo haya hecho, que no pretenda
saber más que su maestro porque sólo sostiene una
bujía en pleno sol.
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VISIÓN MEMORABLE
Un día, en una llama de fuego vi aparecer un
demonio ante un Ángel sentado en una nube.
El demonio dijo estas palabras:
"El culto de Dios consiste en honrar sus dones
en los hombres según su genio, dando a los más
grandes más amor. Aquellos que calumnian a los
grandes hombres odian a Dios, porque no hay otro
Dios que ellos.”
Al oír esto, el Ángel se puso casi azul; mas,
conteniéndose, se puso amarillo y al fin blanco,
rosado y, sonriendo, repuso:
"Idólatra, ¿Dios no es uno? ¿No está visible en
Jesucristo? Y Jesucristo, ¿no ha autorizado la ley de
los diez mandamientos? ¿No son los demás
hombres, necios, pecadores, nada?”
El Demonio respondió: "Tritura al necio en el
molino con el trigo, luego no podrás separar del
trigo su necedad. Si Jesucristo es el más grande de
los hombres, tendrás que amarlo con el amor más
grande. Ahora, oye de qué manera ha autorizado la
ley de los diez mandamientos: ¿no se burló del
Sábado, del Sábado de Dios? ¿No dio muerte a
aquellos que por él murieron? ¿No torció la ley para
con la mujer adúltera? ¿No robó el trabajo de
aquellos que lo mantenían? ¿No toleró el falso
testimonio rehusando defenderse ante Pilatos? ¿No
codició cuando pidió por sus discípulos y cuando les
incitó a sacudir el polvo de sus pies contra los que
rehusaran darles albergue?”
Yo te digo: ninguna virtud que no rompa estos
diez mandamientos puede existir. Jesucristo era todo
virtud y obraba por impulsos y no por reglas.
Cuando hubo hablado, miré al Ángel que alargó
los brazos, abrazó la llama, fue consumido y
apareció como Elías.
NOTA.
Este Ángel vuelto demonio, es mi
amigo íntimo: juntos leemos la Biblia en su sentido
infernal o diabólico que el mundo conocerá si se
conduce bien. También tengo la Biblia del Infierno
que el mundo tendrá quiéralo o no.
Una misma ley para el León y el Buey es
Opresión.
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