ROMANCE DE LOBOS
ROMANCE DE LOBOS COMEDIA BARBARA LA ESCRIBIO DON RAMON DEL VALLE INCLAN
OPERA OMNIA VOL XV
OPERA OMNIA ROMANCE DE LOBOS COMEDIA BARBARA DIVIDIDA EN TRES JORNADAS
VOL XV
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JORNADA PRIMERA
ROMANCE DE LOBOS
JORNADA PRIMERA
ESCENA PRIMERA
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_Un camino. A lo lejos, el verde y oloroso cementerio de una aldea. Es
de noche, y la luna naciente brilla entre los cipreses. Don Juan Manuel
Montenegro, que vuelve borracho de la feria, cruza por el camino,
jinete en un potro que se muestra inquieto y no acostumbrado a la
silla. El hidalgo, que se tambalea de borren a borren, le gobierna sin
cordura, y tan pronto le castiga con la espuela como le recoge las
riendas. Cuando el caballo se encabrita, luce una gran destreza y
reniega como un condenado_.
EL CABALLERO
iMaldecido animal!... iTiene todos los demonios en el cuerpo!... iUn
rayo me parta y me confunda!
UNA VOZ iNo maldigas, pecador!
OTRA VOZ
iTu alma es negra como un tizon del Infierno, pecador!
OTRA VOZ
iPiensa en la hora de la muerte, pecador!
OTRA VOZ
iSiete diablos hierven aceite en una gran caldera para achicharrar tu
cuerpo mortal, pecador!
EL CABALLERO
?Quien me habla? ?Sois voces del otro mundo? ?Sois almas en pena, o
sois hijos de puta?
_Retiembla un gran trueno en el aire, y el potro se encabrita, con
amenaza de desarzonar al jinete. Entre los maizales brillan las luces
de la Santa Compaña. El Caballero siente erizarse los cabellos en su
frente, y disipados los vapores del mosto. Se oyen gemidos de agonia y
herrumbroso son de cadenas que arrastran en la noche oscura, las animas
en pena que vienen al mundo para cumplir penitencia. La blanca
procesion pasa como una niebla sobre los maizales_.
UNA VOZ
iSigue con nosotros, pecador!
OTRA VOZ
iToma un cirio encendido, pecador!
OTRA VOZ
iAlumbra el camino del camposanto, pecador!
_El caballero siente el escalofrio de la muerte, viendo en su mano
oscilar la llama de un cirio. La procesion de las animas le rodea, y un
aire frio, aliento de sepultura, le arrastra en el giro de los blancos
fantasmas que marchan al son de cadenas y salmodian en latin_.
UNA VOZ
iReza con los muertos por los que van a morir! iReza, pecador!
OTRA VOZ
iSigue con las animas hasta que cante el gallo negro!
OTRA VOZ
iEres nuestro hermano, y todos somos hijos de Satanas!
OTRA VOZ
iEl pecado es sangre, y hace hermanos a los hombres como la sangre de
los padres!
OTRA VOZ
iA todos nos dio la leche de sus tetas peludas, la Madre Diablesa!
MUCHAS VOCES
... iLa madre coja, coja y bisoja, que rompe los pucheros! iLa madre
morueca, que hila en su rueca los cordones de los frailes putaneros, y
la cuerda del ajusticiado que nacio de un bandullo embrujado! iLa madre
bisoja, bisoja corneja, que se espioja con los dientes de una vieja!
iLa madre tiñosa, tiñosa raposa, que se mea en la hoguera y guarda el
cuerno del carnero en la faltriquera, y del cuerno hizo un alfiletero!
Madre bruja, que con la aguja que lleva en el cuerno, cose los virgos
en el Infierno y los calzones de los maridos cabrones!
_El caballero siente que una rafaga le arrebata de la silla, y ve
desaparecer a su caballo en una carrera infernal. Mira temblar la luz
del cirio sobre su puno cerrado, y advierte con espanto que solo oprime
un hueso de muerto. Cierra los ojos, y la tierra le falta bajo el pie y
se siente llevado por los aires. Cuando de nuevo se atreve a mirar, la
procesion se detiene a la orilla de un rio donde las brujas departen
sentadas en rueda. Por la otra orilla va un entierro. Canta un gallo_.
LAS BRUJAS
iCanto el gallo blanco, pico al canto!
_Los fantasmas han desaparecido en una niebla, las brujas comienzan a
levantar un puente y parecen murcielagos revoloteando sobre el rio,
ancho como un mar. En la orilla opuesta esta detenido el entierro.
Canta otro gallo_.
LAS BRUJAS
iCanta el gallo pinto, ande el pico!
_Al traves de una humareda espesa los arcos del puente comienzan a
surgir en la noche. Las aguas, negras y siniestras, espuman bajo ellos
con el hervor de las calderas del Infierno. Ya solo falta colocar una
piedra, y las brujas se apresuran, porque se acerca el dia. Inmovil, en
la orilla opuesta, el entierro espera el puente para pasar. Canta otro
gallo_.
LAS BRUJAS
iCanta el gallo negro, pico quedo!
_El corro de las brujas deja caer en el fondo de la corriente, la
piedra que todas en un remolino llevaban por el aire, y huyen
convertidas en murcielagos. El entierro se vuelve hacia la aldea y
desaparece en una niebla. El Caballero, como si despertase de un sueno,
se halla tendido en medio de la vereda. La luna ha trasmontado los
cipreses del cementerio y los nimba de oro. El caballo pace la yerba
lozana y olorosa que crece en el rocio de la tapia. El Caballero vuelve
a montar y emprende el camino de su casa_.
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JORNADA PRIMERA
ESCENA SEGUNDA
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_Don Juan Manuel Montenegro, llama con grandes voces ante el porton de
su casa. Ladran los perros atados en el huerto, bajo la parra. Una
ventana se abre en lo alto de la torre, sobre la cabeza del hidalgo, y
asoma la figura grotesca de una vieja en camisa, con un candil en la
mano_.
EL CABALLERO
Apaga esa luz....
LA ROJA
Agora bajo a franquealle la puerta.
EL CABALLERO
Apaga esa luz....
_El Caballero se ha cubierto los ojos con la mano, y de esta suerte
espera a que la vieja se retire de la ventana. El caballo piafa ante el
porton, y Don Juan Manuel no descabalga hasta que siente rechinar el
cerrojo. La vieja criada aparece con el candil_.
EL CABALLERO
iSopla esa luz, grandisima bruja!
LA ROJA
iAve Maria! iQue fieros! iNi que le hubiera salido un lobo al camino!
EL CABALLERO
iHe visto La Hueste!
LA ROJA
iBrujas fuera! iArreniegote, Demonio!
_Sopla la vieja el candil y se santigua medrosa. Cierra el porton y
corre a tientas por juntarse con su amo, que ya comienza a subir la
escalera_.
EL CABALLERO
Despues de haber visto las luces de la muerte, no quiero ver otras
luces, si debo ser de Ella....
LA ROJA
Hace como cristiano.
EL CABALLERO
Y si he de vivir, quiero estar ciego hasta que nazca la luz del sol.
LA ROJA
iAmen!
EL CABALLERO
Mi corazon me anuncia algo, y no se lo que me anuncia... Siento que un
murcielago revolotea sobre mi cabeza, y el eco de mis pasos, en esta
escalera oscura, me infunde miedo, Roja.
LA ROJA
iArreniegote, Demonio! iArreniegote, Demonio!
_Al oir un largo relincho acompañado de golpes en el porton, Don Juan
Manuel se detiene en lo alto de la escalera_.
EL CABALLERO
?Has oido, Roja?
LA ROJA
Si, mi amo.
EL CABALLERO
?Que rayos sera?
LA ROJA
No jure, mi amo.
EL CABALLERO
iEl Demonio me lleve!... iSe ha quedado la bestia fuera!
LA ROJA
iLa bestia del trasgo!...
EL CABALLERO
iLa bestia que yo montaba! Despierta a Don Galan para que la meta en la
cuadra.
LA ROJA
Denantes llamandole estuve porque bajare a abrir, y no hubo modo de
despertarlo. iCon perdon de mi amo, hasta le di con el zueco!
_El caballero se sienta en un sillon de la antesala, y la vieja se
acurruca en el quicio de la puerta. Se oye de tiempo en tiempo el largo
relincho y golpear del casco en el porton_.
EL CABALLERO
Prueba otra vez a despertarle.
LA ROJA
Tiene el sueño de una piedra.
EL CABALLERO
Vuelve a darle con el zueco.
LA ROJA
Ni que le de en la croca.
EL CABALLERO
Pues le arrimas el candil a las pajas del jergon.
LA ROJA
iAve Maria!
_Sale la vieja andando a tientas. Canta un gallo, y el hidalgo, hundido
en su sillon de la antesala, espera con la mano sobre los ojos. De
pronto se estremece. Ha creido oir un grito, uno de esos gritos de la
noche, inarticulados y por demas medrosos. En actitud de incorporarse,
escucha. El viento se retuerce en el hueco de las ventanas, la lluvia
azota los cristales, las puertas cerradas tiemblan en sus goznes.
iToc-toc!... iToc-toc!... Aquellas puertas de vieja traceria y floreado
cerrojo, sienten en la oscuridad manos invisibles que las empujan.
iToc-toc!... iToc-toc!... De pronto pasa una rafaga de silencio y la
casa es como un sepulcro. Despues, pisadas y rosmar de voces en el
corredor: Llegan rifando la vieja criada y Don Galan_.
LA ROJA
Ya dejamos al caballo en su cuadra. iQue noche Madre Santisima!
DON GALAN
Truena y lostrega que pone miedo.
LA ROJA
iY no poder encender un anaco de cirio bendito!....
DON GALAN
?No lo tienes?
LA ROJA
Si que lo tengo, mas no puede ser encendido en esta noche tan fiera.
Tengo dos medias velas que alumbraron en el velorio de mi curmana la
Celana.
EL CABALLERO
?Habeis oido?
LA ROJA
?Que, mi amo?
EL CABALLERO
Una voz....
DON GALAN
Son las risadas del trasgo del viento....
_Suenan en la puerta grandes aldabonazos que despiertan un eco en la
oscuridad de la casona. El Caballero se pone en pie_.
EL CABALLERO
Dame la escopeta, Don Galan. iVoy a dejar cojo al trasgo!
DON GALAN
Oiga su risada.
LA ROJA
Lo vera que se hace humo o que se hace aire....
_Abre la ventana Don Juan Manuel, y el viento entra en la estancia con
un aleteo tempestuoso que todo lo toca y lo estremece. Los relampagos
alumbran la plaza desierta, los cipreses que cabecean desesperados, y
la figura de un marinero con sudeste y traje de aguas, que alza el
aldabon de la puerta. La lluvia moja el rostro de Don Juan Manuel
Montenegro_.
EL CABALLERO
?Quien es?
EL MARINERO
Un marinero de la barca de Abelardo.
EL CABALLERO
?Ocurre algo?
EL MARINERO
Una carta del señor capellan. Cayo muy enferma Dama Maria.
EL CABALLERO
iHa muerto!... iHa muerto!... iPobre rusa!
_Retirase de la ventana, que el viento bate locamente con un fracaso
de cristales, y entenebrecido recorre la antesala de uno a otro
testero. La vieja, y el bufon, hablando quedo y suspirantes, bajan a
franquear la puerta al marinero. En la antesala el viento se retuerce
ululante y soturno. Las vidrieras, tan pronto se cierran estrelladas
sobre el alfeizar, como se abren de golpe, tragicas y violentas. El
marinero llega acompanado de los criados y se detiene en la puerta, sin
aventurarse a dar un paso por la estancia oscura. Don Juan Manuel le
interroga, y de tiempo en tiempo un relampago les alumbra y se ven las
caras lividas_.
EL CABALLERO
?Traes una carta?
EL MARINERO
Si, señor.
EL CABALLERO
Ahora no puedo leerla... Dime tu que desgracia es esa... ?Ha muerto?
EL MARINERO
No, señor.
EL CABALLERO
?Hace muchos dias que esta enferma?
EL MARINERO
Lo de agora fue un repente... Mas dicen que todo este tiempo ya venia
muy acabada.
EL CABALLERO
iHa muerto! iEsta noche he visto su entierro, y lo que juzgue un rio
era el mar que nos separaba!
_Calla entenebrecido. Nadie osa responder a sus palabras, y solo se
oye el murmullo apagado de un rezo. El caballero distingue en la
oscuridad una sombra arrodillada a su lado, y se estremece_.
EL CABALLERO
?Eres tu, Roja?
LA ROJA
Yo soy, mi amo.
EL CABALLERO
Dale a ese hombre algo con que se conforte, para poder salir
inmediatamente. iAy, muerte negra!
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JORNADA PRIMERA
ESCENA TERCERA
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_Noche de tormenta en una playa. Algunas mujerucas apenadas, inmoviles
sobre las rocas y cubiertas con negros manteos, esperan el retorno de
las barcas pescadoras. El mar ululante y negro, al estrellarse en las
restingas moja aquellos pies descalzos y mendigos. Las gaviotas
revolotean en la playa, y su incesante graznar y el lloro de algun
nino, que la madre cobija bajo el manto, son voces de susto que
agrandan la voz extraordinaria del viento y del mar. Entre las
tinieblas brilla la luz de un farol. Don Juan Manuel y el marinero
bajan hacia la playa_.
EL MARINERO
iYa alcanza mi amo como no esta la sazon para hacerse a la mar!
EL CABALLERO
?Donde teneis atracada la barca?
EL MARINERO
A sotavento del Castelo.
EL CABALLERO
Como habeis venido, podemos ir....
EL MARINERO
Era dia claro, y tampoco reinaba este viento, cuando largamos de
Flavia-Longa. Aun asi nos comia la mar. Vea como lostrega por la banda
de Sudeste. iHay mucha cerrazon!
EL CABALLERO
iHay otra cosa!... iMiedo!
EL MARINERO
El mar es muy diferente de la tierra, y de otro respeto, Senor Don Juan
Manuel.
EL CABALLERO
iNo sois marineros, sino mujeres!
EL MARINERO
Somos marineros, y por eso miramos los peligros que apareja la
travesia. Al mar, cuanto mas se le conoce mas se le teme. No le temen
los que no le conocen.
EL CABALLERO
Yo le conozco y no le temo.
EL MARINERO
No le teme, porque usted no teme ninguna cosa, si no es a Dios.
EL CABALLERO
?Cuantos marineros sois?
EL MARINERO
Cinco y el rapaz, que no merece ser contado. Hemos venido con los
cuatro rizos, y ainda hubimos de arriar la vela al pasar La Bensa.
EL CABALLERO
iQue noche fiera!
EL MARINERO
No se ve ni una estrella.
EL CABALLERO
iNi hace falta! Si fueseis gente de mar, os gustaria este tiempo bravo.
EL MARINERO
iEs mucho tiempo!
EL CABALLERO
Siempre preferible a la calma.
_Han llegado al atracadero donde se abriga la barca. Grandes
penascales coronados por las ruinas de un castillo. El marinero se
adelanta, y con el farol explora el camino para bajar a la orilla. Es
peligroso el paso de aquellas rocas cubiertas de limo, donde los pies
resbalaban. En el abrigo se adivina la forma de la barca. Un farol
cuelga del palo, y lo demas es una mancha oscura. El marinero da una
gran voz_.
EL MARINERO
iAbelardo!
EL CABALLERO
?Es el patron?
EL MARINERO
Si, senor.
EL CABALLERO
?Abelardo, el hijo de Peregrino el Rau?
EL MARINERO
Si, senor.
EL CABALLERO
Su padre era un lobo para la mar.
EL MARINERO
Pues el hijo le gana ... iAbelardo!
UNA VOZ EN LAS TINIEBLAS
?Quien va?
EL MARINERO
Sube para darle una mano al Senor Don Juan Manuel... Yo mal puedo con
el farol.
EL CABALLERO
iNo te muevas, Abelardo! Me basto solo.
_Bajan a la orilla del mar. Se oye el vuelo de las gaviotas,
convocadas por el viento y la noche. Una sombra se acerca: Sus pasos
fosforecen en la arena mojada. Los relampagos tiemblan con brevedad
quimerica sobre el mar montanoso, y se distingue la barca negra,
cabeceando atracada al socaire de los roquedos_.
EL CABALLERO
?Eres tu Abelardo?
EL PATRON
Para servirle, Senor Don Juan Manuel.
EL CABALLERO
A ti no te conozco... A tu padre le he conocido mucho... Me acuerdo de
una apuesta que gano: Era ir nadando hasta la Isla.
EL PATRON
iDe poco le ha servido al pobre aquella destreza!
EL CABALLERO
?Murio ahogado?
EL PATRON
Murio, si, señor.
EL CABALLERO
?Cuando embarcamos?
EL PATRON
Cuando el tiempo lo permita.
EL CABALLERO
iTu no moriras como tu padre! Tu tienes que pedir permiso al tiempo
para hacerte a la mar. Cuando lleguemos estara fria aquella santa. iLa
muerte no tiene tu espera, hijo de Peregrino el Rau!
_A la luz de los relampagos se columbra al viejo linajudo erguido
sobre las piedras, con la barba revuelta y tendida sobre un hombro. Su
voz de dolor y desden vuela deshecha en las rafagas del viento. El hijo
de Peregrino el Rau hace bocina con las manos_.
EL PATRON
Muchachos, vamos a largar.
UN MARINERO
El viento es contrario y no llegaremos en toda la noche. Si no ocurre
averia mayor.
OTRO MARINERO
Mas valia esperar.
OTRO MARINERO
Al nacer el dia acaso salte el viento.
EL CABALLERO
?En que año nacisteis?iUn rayo me parta si no habeis nacido en el ano
del miedo!
EL PATRON
iA embarcar, redios! Meter a bordo el rizon.
_A la voz del patron los cuatro hombres que tripulan la barca, uno
tras otro, van saltando a bordo con un rosmar de protesta. El patron
manda aparejar la vela y se inclina sobre la borda de popa para armar
la cana del timon. Despues se santigua. La barca se columpia en la
cresta espumosa de una ola. Comienza la travesia_.
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JORNADA PRIMERA
ESCENA CUARTA
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_Sala desmantelada en una casa hidalga, a la entrada de Flavia-Longa.
Llegan hasta alli, desde otra estancia, las voces de los criados, que
rinden el planto a la senora, que acaba de morir. Los hijos han hecho
campana en la sala, y rifan al son que se reparten lo que afanaron al
saquear la casa. Alli estan Don Pedrito, Don Rosendo, Don Gonzalito,
Don Mauro y Don Farruquino. Los cinco hermanos se parecen: Altos,
cencenos, apuestos, con los ojos duros y el corvar de la nariz
soberbio. Don Farruquino se distingue de los otros en que lleva tonsura
y alzacuello_.
DON ROSENDO
iCreeis que en casa de mi madre se comia con cucharas de madera!
DON FARRUQUINO
Eso parece.
DON ROSENDO
Yo no paso por ello. ?Quien es el ladron de la plata que siempre hubo
aqui?
DON FARRUQUINO
Ahora no la hay, y fuerza es conformarse.
DON ROSENDO
Pues la habia.
DON PEDRITO
Silbale, a ver si acude.
DON FARRUQUINO
El capellan se la llevo machacada, cuando estuvo en la faccion. Creo
recordar eso.
DON ROSENDO
iMentira! Yo la he visto despues, y comi con ella. iY no hace mucho!
DON MAURO
Yo tambien.
DON GONZALITO
Toda la plata ha desaparecido hoy mismo, y el ladron no es el capellan.
DON ROSENDO
?Quien de vosotros llego el primero?
DON PEDRITO
Yo llegue el primero. ?Que hay?
DON ROSENDO
Pues tu eres el ladron.
DON PEDRITO
iY tu un hijo de puta!
_Don Pedrito y Don Rosendo se abalanzan y se agarran. Los otros
hermanos se interponen con gran vocerio. El capellan asoma en la
puerta: Es un viejo seco, membrudo de cuerpo y velludo de manos,
vestido con una sotana verdeante que se le enreda en los calcanares_.
EL CAPELLAN
iAun esta caliente el cuerpo de vuestra madre, y ya peleais como
Caines! iRespetad el sueno de la muerte, sacrilegos! Esperad a que
llegue vuestro padre, y el dara a cada uno lo que en herencia le
corresponda. No seais como los cuervos, que caen en bandada sobre los
muertos para comerselos. iCuervos! iCaines!
_Los cinco hermanos, revueltos en un tropel, siguen gritando en el
centro de la estancia, y los brazos se levantan sobre las cabezas
amenazadores y colericos_.
DON FARRUQUINO
Don Manuelito, esto no se arregla con sermones.
EL CAPELLAN
iTambien has manchado en este saqueo tus manos que consagran a Dios!
Esperad a que llegue vuestro padre y el dara a cada uno lo suyo. iLos
lobos en el monte tienen mas hermandad que vosotros! iNacidos sois de
un mismo vientre, y peleais como fieras que por acaso se hallan en un
camino!
DON FARRUQUINO
?Quien aviso a Don Juan Manuel?
EL CAPELLAN
Yo le avise. Esta tarde salio con una carta mia, la barca de Abelardo.
DON PEDRITO
iEsa es una conspiracion!
DON MAURO
iQue se pretende con avisar a mi padre!
DON GONZALITO
Debio respetarse la voluntad de mi madre, que no le llamo cuando estaba
moribunda.
EL CAPELLAN
Porque vosotros lo habeis estorbado. Pero harto sabeis que su ultimo
suspiro fue para el. iCuervos! iLobos!
DON PEDRITO
iBasta de insultos, que la paciencia se me acaba!
EL CAPELLAN
iY tu el mayor cuervo! iY tu el mayor lobo!
DON FARRUQUINO
iQue valor da el vino!
DON MAURO
iUn rayo te parta, Don Manuelito!
EL CAPELLAN
Guardad esos fieros para las mujeres y para los rapaces, que a mi no se
me asusta con ellos. iSacrilegos! Vendra Don Juan Manuel y os arrojara
de esta casa que estais profanando con vuestras concupiscencias.
DON PEDRITO
iUn rayo me parta! iMe da el corazon que hoy ceno lengua de clerigo!
DON FARRUQUINO
iAdobada en vino!
EL CAPELLAN
iSacrilegos! iSeriais capaces de poner las manos sobre esta corona!
DON FARRUQUINO
iNo lo consentiria yo!
EL CAPELLAN
iTu eres el peor de todos!... Ya tendreis el castigo, si no en esta
vida, en la otra... Os dejo, os dejo entregados a este latrocinio
impio... ?Ois esa campana: Llama por mi y llama tambien por vosotros...
Voy a decir la primera misa por el descanso de nuestra madre, mi
protectora, mi madre. Vosotros, Caines, bien haceis en no oirla. iSeria
un escarnio! Sois como los perros, que no pueden entrar en la casa de
Dios.
_El capellan sale, y el doble de la campana que resuena en la sala
desmantelada, detiene por un momento aquel expolio a que se entregan
desde el comienzo de la noche los cinco bigardos_.
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JORNADA PRIMERA
ESCENA QUINTA
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_La alcoba donde murio Dona Maria. Es el amanecer, uno de esos
amaneceres adustos e invernales en que aulla el viento como un lobo y
se arremolina la llovizna. En la alcoba, la luz del dia naciente
batalla con la luz de los cirios que arden a la cabecera de la muerta,
y pasa por las paredes de la estancia como la sombra de un pajaro. La
lluvia azota los cristales de la ventana y se ahila en un lloro terco y
frio, de una tristeza monotona, que parece exprimir toda la tristeza
del invierno y de la vida. La ventana se abre sobre el mar, un vasto
mar verdoso y temeroso. Es aquella una de esas angostas ventanas de
montante, labradas como confesionarios en lo hondo de un muro, y
flanqueadas por poyos de piedra donde duerme el gato y suele la abuela
hilar su copo. Dos mujeres velan el cadaver: La una, alta y seca, con
los cabellos en mechones blancos y los ojos en llamas negras, es
sobrina de la muerta y se llama Dona Moncha. La otra, menuda,
compungida y melosa, con gracia especial para cortar mortajas, es
blanca, con una blancura rancia de viejo marfil, que destaca con cierta
expresion devota sobre un habito nazareno: Se llama Benita la
Costurera_.
BENITA LA COSTURERA
?Quiere que amortajemos a la senora?
DONA MONCHA
?Terminaste el habito?
BENITA LA COSTURERA
Mirelo aqui... No le remate los hilos de las costuras, porque, mi
verdad, una mortaja tampoco requiere aquel cuidado que una falda
para ir al baile. iDona Monchina de mi vida, mire que guapa le va
esta esterilla dorada!
_Dona Moncha aprueba con un gesto. Benita la Costurera dobla la
mortaja y espabila los cirios con las tijeras que lleva pendientes de
la cintura, y se balancean al extremo de una cinta azul que llaman
hospiciana_.
DONA MONCHA
iPobre tia, parece que se ha dormido!
BENITA LA COSTURERA
Quedose como un pajaro... iNi agonia tuvo!
DONA MONCHA
Dios nos libre de tenerla igual... iSu agonia duro treinta anos!
BENITA LA COSTURERA
Me parece que aun la estoy viendo el dia que se caso, con su mantilla
de casco... fue el mismo ano y el mismo dia que vino la reina... iQue
cosas tiene el mundo!... iAyude a coserle el vestido de novia, y ahora
tocame hilvanarle la mortaja!
DONA MONCHA
Dos veces le has cosido la mortaja... Todo lo que tu coses son
mortajas....
BENITA LA COSTURERA
iDona Moncha de mi alma, no diga eso! iSantisima Virgen de la
Pastoriza, hay mucha gente mala, y si la oyen y dan en repetirlo! iDona
Moncha de mi vida, no me eche esa fama!
DONA MONCHA
Yo no me pondria una hilacha que hubiesen cosido tus manos... iTienen
la sal!
BENITA LA COSTURERA
iAy!... iNo diga eso, Dona Monchina!... Contesteme ahora: ?Le parece
que antes de vestirle el habito lavemos y peinemos a la muerta?
DONA MONCHA
A mi esa costumbre me parece un sacrilegio.
BENITA LA COSTURERA
?Por que? ?No va a comparecer en la presencia de Dios Nuestro Senor?
Pues natural es que acuda a ella como a una fiesta, bien lavada y
aromada. Nunca debimos haber dejado que el cuerpo se enfriase, Dona
Monchina. Ya vera como ahora cuesta mas trabajo aviarle... Y conforme
pase tiempo, mas y mas... Voy por agua templada, Dona Monchina.
_Sale la costurera con un andar leve, como si temiese que la muerta se
despertase. Dona Moncha reza en voz baja todo el tiempo que permanece
sola, y la estancia oscura se llena de misterio con aquel vago murmullo
de rezo que se junta al chisporroteo con que los cirios se derraman
sobre los candeleros de bronce. Un gato empuja la puerta y llega
sigiloso hasta la cama de la muerta, donde comienza a maullar
tristemente, con largos intervalos. Tras el gato entra Benita la
Costurera_.
BENITA LA COSTURERA
iDona Monchina, ni agua caliente habia! Tuve que encender unas pajas...
Parece talmente que entraron aqui los facciosos. Como cinco lobos, los
cinco hijos se estan repartiendo cuanto hay en la casona, y los
criados, a escondidas, tambien apanan lo que pueden. Dios me perdone el
mal pensamiento, pero mismo parece que deseaban la muerte de la pobre
santina.
DONA MONCHA
Aun no habia cerrado los ojos y estaban ya descerrajando roperos y
alhacenas. Cayeron aqui como cuervos que ventean la muerte.
BENITA LA COSTURERA
iMire que es de judios lo que hicieron con Dona Sabelita! iDe la misma
cabecera de la difunta la echaron a la calle arrastrandola por los
cabellos! iY con que palabras, Madre de Dios! iNi siquiera la dejaron
abrir el arca de su ropa para ponerse una panoleta de luto! iComo no se
hallo nada en la casona, sospechaban que la ahijada tuviese escondido
dinero y alhajas!....
DONA MONCHA
No se hallo nada, porque ellos ya se lo habian repartido todo antes de
morir su madre.
BENITA LA COSTURERA
iY sin venir el Senor Don Juan Manuel! Dicen que los hijos juraban
contra el capellan, porque hubo de mandarle un aviso. ?Verdad que
parece mentira, Dona Monchina?
DONA MONCHA
A mi, todo cuanto se diga de esos malvados, me parece verdad.
BENITA LA COSTURERA
iJesus, que Caines!
_Benita la costurera moja una toalla en la jofaina que trajo llena de
agua caliente, y comienza a lavar el rostro de la muerta. Entre los
labios azulencos renace siempre una saliva ensangretada, bajo la toalla
con que los refriegan aquellas manos irreverentes, picoteadas de la
aguja, y la cabeza livida rueda en el hoyo de la almohada_.
BENITA LA COSTURERA
Ya empieza a hincharse... ?Dona Moncha, no tiene un panuelo que le
atemos a la cara para sujetarle la barbeta, que mire como se le cae
desencajada? iJesus, si parece que nos hace una mueca!
DONA MONCHA
iPobre tia!
BENITA LA COSTURERA
Luego que le hayamos vestido el habito le pondremos un salero sobre la
barriguina.
DONA MONCHA
?Para que eso?
BENITA LA COSTURERA
Siempre contiene esta hidropesia de la muerte. Mire como tiene las
piernas, Dona Monchina.
DONA MONCHA
No la laves mas.
BENITA LA COSTURERA
iSi se ha ciscado toda! ?Quiere que vaya asi a la presencia de Dios? iY
que cuerpo blancoi iCuantas mozas quisieran este pecho de paloma!
DONA MONCHA
Dejala... Yo le vestire el habito.
_Seria y brusca, coge la mortaja y se acerca, apartando a Benita la
Costurera. Con un brazo quiere incorporar a la muerta, y aquellas manos
frias, cruzadas sobre el pecho, se desenredan torpes y caen flojas a lo
largo del cuerpo, en tanto que la cabeza ya rueda sobre los hombros, ya
se hunde en el pecho_.
BENITA LA COSTURERA
Yo le ayudare, Dona Monchina. Apartese.
DONA MONCHA
Corta la mortaja por detras. Es lo mejor.
BENITA LA COSTURERA
No sera preciso... Dejeme a mi. Apartese.
MONCHA
iAcabemos, que ya no puedo mas! iCortala!
BENITA LA COSTURERA
iY no es un dolor, Dona Monchina!
DONA MONCHA
Cortala, te digo. ?Donde tienes las tijeras?
BENITA LA COSTURERA
A su gusto. iLastima de tiempo y de puntadas!
_Benita la costurera obedece con un gesto compungido, y despues,
graves y silenciosas, las dos mujeres amortajan el cuerpo de Dona
Maria_.
-
JORNADA PRIMERA
ESCENA SEXTA
-
_Una playa de pinares: En aquella vastedad desierta, el viento y el
mar juntan sus voces en un son oscuro y terrible. La barca, con el
velamen roto, ha dado de traves en los arrecifes de la orilla, y un
marinero salta a reconocer la tierra. El patron habla desde a bordo_.
EL PATRON
Este arenal pareceme que debe ser el arenal de Las Inas. Busca a ver si
descubres el Con del Frade.
EL MARINERO
Ni aun las manos alcanzo a verme. Los pinares se me figuran los Pinares
del Rey.
EL CABALLERO
Entonces nos hallamos entre Campelos y Ricoy.
EL MARINERO
Es una playa de arena gorda.
EL PATRON
Hasta que amanezca no senalaremos adonde arribamos.
EL MARINERO
Con tal noche, era sabido. Suerte que no naufragamos.
EL CABALLERO
Suerte para nosotros, que no diran lo mismo los delfines.
_Se oye a lo lejos una campana, una de esas campanas de aldea,
familiares como la voz de las abuelas. Tane con el toque del nublado_.
EL CABALLERO
Debemos hallarnos cerca de San Lorenzo de Andras. Conozco la campana.
EL PATRON
iPues no hicimos poca deriva! Hasta que amanezca no podemos navegar, y
aun asi veremos... Habra que ir achicando agua toda la travesia.
EL CABALLERO
Os ireis solos, porque a mi se me acaba la paciencia y no espero.
EL PATRON
Pues no hay mas vivo remedio, Senor Don Juan Manuel.
EL CABALLERO
Para vosotros, que yo me voy a pie desde aqui a Flavia-Longa.
EL PATRON
?Con esta noche?
EL CABALLERO
iQue me importa la noche!
EL PATRON
Son tres leguas, cerca de cuatro.
EL CABALLERO
Tres horas de camino.
EL PATRON
Tres horas si fuera dia claro, pero con tanta oscuridad....
EL CABALLERO
Yo veo de noche como los lobos, y con tal que la avenida no se haya
llevado ninguna puente....
_Salta a tierra el Caballero. En las rafagas del viento llega la voz
de la campana, informe y deshecha por la distancia. Don Juan Manuel
procura orientarse, y guiado por aquel son, se aleja hacia los pinares
donde se queja el viento con un largo ulular_.
EL CABALLERO
Dios me ordena que me arrepienta de mis pecados... iToda una vida!
iToda una vida!... iQue lejos suena la campana, apenas se la distingue!
He sido siempre un hereje. iEl mejor amigo del Demonio!... Me habre
equivocado y no sera la campana de Andras. A estas horas habra muerto
aquella santa.... En el cielo la pobre abogara por mi ... iPor mi, que
fui su verdugo! ... Sin embargo, la queria y si vuelvo los ojos al
pasado no encuentro en mi vida otro pecado que haber hecho una martir
de mi pobre mujer ... Debi haberla ocultado que tenia otras mujeres.
Pero yo no se enganar, yo no se mentir.... iCuantos pecados! iMi alma
esta negra de ellos!.... La religion es seca como una vieja ... iComo
las canillas de una vieja! ... Tiene cara de beata y cuerpo de galga
... Como el hombre necesita muchas mujeres y le dan una sola, tiene que
buscarlas fuera. Si a mi me hubieran dado diez mujeres, habria sido
como un patriarca ... Las habria querido a todas, y a los hijos de
ellas y a los hijos de mis hijos.... Sin eso, mi vida aparece como un
gran pecado. Tengo hijos en todas estas aldeas, a quienes no he podido
dar mi nombre ... iYo mismo no puedo contarlos!.... Y los otros
bandidos, temerosos de verse sin herencia por mi amor a los bastardos,
han tratado de robarme, de matarme ... Pero yo tengo siete vidas. iTodo
lo pago con sus lagrimas aquella santa!... ?Donde estare? iYa no se oye
la campana!...
_El fragor del viento entre los pinos apaga todos los demas ruidos de
las noche: Es una marejada sorda y fiera, un son ronco y oscuro, de
cuyo seno parecen salir los relampagos. Don Juan Manuel, de tiempo en
tiempo, se detiene desorientado e intenta aprovechar aquel resplandor,
que inesperado y convulso se abre en la negrura de la noche, para
descubrir el camino. De pronto ve surgir unas canteras que semejan las
ruinas de un castillo: El eco de los truenos rueda encantado entre
ellas. Al acercarse oye ladrar un perro, y otro relampago le descubre
una hueste de mendigos que han buscado cobijo en tal paraje. Tienen la
vaguedad de un sueno aquellas figuras entrevistas a la luz del
relampago: Patriarcas haraposos, mujeres escualidas, mozos lisiados
hablan en las tinieblas, y sus voces, contrahechas por el viento, son
de una oscuridad embrujada y grotesca, saliendo de aquel roquedo que
finge ruinas de quimera, donde hubiese por carcelero un alado dragon_.
UNA VOZ
?A quien ladras, Carmelo?
OTRA VOZ
Alguien ronda.
OTRA VOZ
Sera un caminante extraviado.
OTRA VOZ
Sera algun can sin dueno.
EL CABALLERO
?Este pinar, es el Pinar del Rey?
UNA VOZ
Asi le dicen... Mas agora es de nosotros, los que aqui nos procuramos
guarida en una noche tan fiera.
EL CABALLERO
?Habra sitio para mi?
UNA VOZ
iY holgado!
EL CABALLERO
?La campana que tocaba poco hace, era la de Andras?
UNA VOZ
La campana choca de Andras.
_El Caballero se guarece con aquellos mendigos que van en caravana a
una romeria. Racimo de gusanos que se arrastra por el polvo de los
caminos y se desgrana en los mercados y feriales de las villas,
salmodiando cuitas y padrenuestros. En todos los casales los conocen, y
ellos conocen todas las puertas de caridad: Son siempre los mismos: El
Manco de Gondar; el Tullido de Celtigos; Paula la Reina, que da de
mamar a un nino; Andreina la Sorda; Dominga de Gomez; el Manco Leones;
el Senor Cidran el Morcego, y la Mujer del Morcego. Se oye muy lejos
otra campana_.
EL CABALLERO
Parece la Monja de Belvis.
EL MORCEGO
iComo la ha conocido!
LA MUJER DEL MORCEGO
Muy facil que sea de alli. Dispense la pregunta: ?Usted es de alli?
EL CABALLERO
?No me conoceis? Soy Don Juan Manuel Montenegro.
EL MORCEGO
Por muchos anos.
EL TULLIDO DE CELTIGOS
Estabamelo pareciendo.
DOMINGA DE GOMEZ
Yo, dende que hablo le conoci.
EL CABALLERO
?A que distancia estamos de Flavia-Longa?
EL MORCEGO
Cosa de una legua.
LA MUJER DEL MORCEGO
Di tambien tres, Morcego.
EL CABALLERO
La noche es tan oscura que no reconozco el camino.
EL MANCO DE GONDAR
Ya canto el cuco, y pronto amanecera Dios.
EL MANCO LEONES
Noble Caballero, aqui tiene acomodo donde estara mas resguardado del
viento y de la lluvia.
LA MUJER DEL MORCEGO
Apartate, Andreina, y deja sitio al Senor Don Juan Manuel.
ANDREINA LA SORDA
?Quien dices?
LA MUJER DEL MORCEGO
El senor de la casa grande de Flavia-Longa.
ANDREINA LA SORDA
Ayer, por el camino de Bealo, iban diciendo que la senora entregara el
alma a Dios.
LA MUJER DEL MORCEGO
iAve Maria!... Si aqui esta presente el senor.
EL CABALLERO
Voy a su entierro... Con la esperanza de verla aun con vida, acabo de
desembarcar en esa playa.
LA MUJER DEL MORCEGO
Y con vida la encontrara, senor. iMuy bien puede salir engano cuanto
cuenta Andreina!
EL MORCEGO
Como es sorda nunca esta al cabo de lo que pasa por el mundo.
DOMINGA DE GOMEZ
iY hay mucha gente divertida que le dice enganos porque luego ella los
vaya pregonando!
ANDREINA LA SORDA
El Ciego de Gondar dijome que tenia pensado llegarse a Flavia-Longa.
EL MORCEGO
Si es cuento del Ciego de Gondar, sera mentira.
ANDREINA LA SORDA
Habra reparto de limosna en la casa grande, y mas atrapara un pobre
alli que en Santa Baya. Yo tambien hago pensamiento de llegarme por
aquellas puertas, que siempre fueron de mucha caridad.
EL CABALLERO
Y seguiran siendolo. Habra limosna para todos los que lleguen a ellas.
ANDREINA LA SORDA
Lo ha dejado en una manda la difunta senora, porque sus culpas le sean
perdonadas.
EL CABALLERO
iNo son sus culpas las que necesitan perdon, son las mias! Todo el maiz
que haya en la troje se repartira entre vosotros. Es una restitucion
que os hago, ya que sois tan miserables que no sabeis recobrar lo que
debia ser vuestro. Teneis marcada el alma con el hierro de los
esclavos, y sois mendigos porque debeis serlo. El dia en que los pobres
se juntasen para quemar las siembras, para envenenar las fuentes, seria
el dia de la gran justicia... Ese dia llegara, y el sol, sol de
incendio y de sangre, tendra la faz de Dios. Las casas en llamas seran
hornos mejores para vuestra hambre que hornos de pan. iY las mujeres, y
los ninos, y los viejos, y los enfermos, gritaran entre el fuego, y
vosotros cantareis y yo tambien, porque sere yo quien os guie!
Nacisteis pobres, y no podreis rebelaros nunca contra vuestro destino.
La redencion de los humildes hemos de hacerla los que nacimos con
impetu de senores cuando se haga la luz en nuestras conciencias. iEn la
mia se hace esa luz de tempestad! Ahora, entre vosotros, me figuro que
soy vuestro hermano y que debo ir por el mundo con la mano extendida, y
como naci senor, me encuentro con mas animo de bandolero que de
mendigo, iPobres miserables, almas resignadas, hijos de esclavos, los
senores os salvaremos cuando nos hagamos cristianos!
_La hueste de mendigos se conmueve con un largo murmullo semejante al
murmullo del rezo con que pide limosna por las puertas. Cuando el rumor
se aquieta, alza su voz un mendigo gigantesco que tiene los ojos
llagados por la lepra, y en aquella voz gangosa y oscura se arrastra
como una larva la tristeza milenaria de su alma de siervo_.
EL POBRE DE SAN LAZARO
Dios Nuestro Senor nos dara en el Cielo su recompensa a todos los que
aqui pasamos trabajos. Es su ley que unos sean pobres y otros ricos.
Dios Nuestro Senor a los pobres nos manda tener paciencia para pedir la
limosna, y a los ricos les manda tener caridad, y el rico que parte su
pan trigo con el pobre, tiene el Cielo mas ganado que el pobre que lo
recibe y no lo agradece. iEs la ley de Nuestro Senor!
_El caballero se estremece. Hasta su rostro llega el aliento podre de
aquella voz gangosa, y apenas puede dominar el impulso de apartarse. A
la livida claridad del amanecer, la figura gigantesca del mendigo
leproso, se destaca en la oquedad de las canteras. El caballero siente
una emocion cristiana_.
EL CABALLERO
?Eres el pobre de San Lazaro?
EL POBRE DE SAN LAZARO
Si, senor.
EL CABALLERO
?Y tus hijos?
EL POBRE DE SAN LAZARO
Los cinco estan recogidos en el Hospital.
EL CABALLERO
?Tienen tu mismo mal?
EL POBRE DE SAN LAZARO
Si, senor... Yo, como naci labrador, no puedo estar preso en el
Hospital. Si no veo los campos y los caminos, muerome de tristeza. El
Hospital es como una carcel, y alli encerrado moriame de pena... No me
mata este mal tan triste, y matabame el no ver las eras, y los vinedos
y los castanares.
EL CABALLERO
iYa amanece!... Job, si puedes andar, ven conmigo....
EL POBRE DE SAN LAZARO
iVamos, Carmelo! Hoy encontraste ya un hueso que roer.
_Carmelo, un perro viejo y feo que dormita a los pies del leproso, se
endereza y sacude. Don Juan Manuel sale al camino, y la hueste de
mendigos se mueve tras el con un clamor de planto_.
LOS MENDIGOS
iEra Dona Maria la madre de los pobres! iNunca hubo puerta de mas
caridad! iDios Nuestro Senor la llamo para si y la tiene en el Cielo,
al lado de la Virgen Santisima! iEra la madre de los pobres!
EL CABALLERO
?Por que no caminais en silencio? iEra mi madre tambien, era todo
cuanto tenia en el mundo, y no lloro!
_La voz del viejo linajudo, desmintiendo sus palabras, se rompe en un
sollozo. La hueste de mendigos comienza a rezar un padrenuestro que
guia el Pobre de San Lazaro_.
-
JORNADA SEGUNDA
JORNADA SEGUNDA
ESCENA PRIMERA
-
_Una sala con tribuna sobre la capilla, en la casona de Flavia-Longa.
Estan cerradas todas las ventanas, el sol mananero ilumina los
resquicios, y las rayolas del polvo tiemblan en impalpables escalas: El
olor de la cera y del incienso ha quedado flotando en la estancia. La
capilla yace desierta y oscura despues del funeral de Dona Maria. Dos
de sus hijos han entrado recatandose, en la sala_.
DON FARRUQUINO
Cierra la puerta.
DON PEDRITO
?De que se trata?
DON FARRUQUINO
Ahora lo sabras.
DON PEDRITO
iCuanto misterio!
DON FARRUQUINO
iPues si los otros llegan a enterarse!... Han olvidado las alhajas de
la capilla, y antes de que acuerden nos las vamos a repartir tu y yo.
DON PEDRITO
Habia pensado en ello, pero tiene las llaves el capellan.
DON FARRUQUINO
Por eso vamos a descolgarnos por la tribuna.
DON PEDRITO
?Y esos no sospecharan?... El Demonio me lleve si hemos conseguido
enganarlos en lo otro... La verdad es que, por mi parte, tampoco lo
pretendi. Yo me alegro de que lo sepan.
DON FARRUQUINO
Esa plata que nos hemos repartido es una miseria... ?Pero y el trigo, y
el maiz, y el centeno? Las trojes hoy estan vacias, y no hace una
semana estaban llenas, porque mi madre habia cobrado los forales de
Andras y de Coron. ?Quien la ha robado? iEllos y solo ellos!
DON PEDRITO
?Los tres?
DON FARRUQUINO
O uno solo... ?Que mas da?
DON PEDRITO
Si fuese uno solo, le obligariamos a que lo devolviese.
DON FARRUQUINO
iCreo que han sido los tres!
DON PEDRITO
iBandidos!... ?Y habra llegado mi padre?
DOS FARRUQUINO
No se.
DON PEDRITO
Hace poco he oido rumor de voces....
DON FARRUQUINO
Yo nada oi....
DON PEDRITO
Temo el momento de verme frente a frente.
DON FARRUQUINO
Yo tambien.
DON PEDRITO
?Habra llegado?
DON FARRUQUINO
Sospecho que no, porque hay demasiado silencio en la casa... Don Juan
Manuel no vendra tan sin ruido como la muerte.
DON PEDRITO
iPobre madre!... Entre todos la hemos enterrado.
DON FARRUQUINO
Buenos sepultureros estamos... ?Oye, me rompere una pierna si me dejo
caer desde la tribuna al otro lado?
DON PEDRITO
Creo que no.
_Cabalga sobre el barandal Don Farruquino y se descuelga hacia el
oscuro presbiterio de la capilla, donde aun flota el humo de la cera y
del incienso. Se balancea un momento y se deja caer_.
DON PEDRITO
Ahora voy yo.
DON FARRUQUINO
Tu me esperas arriba. Tienes que darme los brazos para que suba. Si
saltas nos quedamos sin poder salir, porque estan todas las puertas
cerradas.
_Sube las gradas del presbiterio Don Farruquino, y luego de hacer una
genuflexion ante el altar, abre el sagrario, de donde saca el copon y
la patena, que tienen en sus manos el aureo brillo de un tesoro. Con
religioso respeto los contempla, colocandose bajo la lampara_.
DON FARRUQUINO
Por fortuna, no tiene ninguna sagrada forma el copon. iDios ha hecho
que los otros bandidos perdiesen la memoria, porque hubieran entrado
aqui y todo lo hubieran profanado para venderlo!... Pedro, tu te
llevaras la lampara, que es de plata, y yo conservare los vasos
sagrados para dedicarlos al culto. Hay que salvar el sacrilegio.
DON PEDRITO
Ya arreglaremos eso... Ahora lo que cumple es esconderlo todo en el
cuarto de la criada vieja.
DON FARRUQUINO
Lo enterraremos en la bodega.
DON PEDRITO
De enterrarlo, seria mejor debajo del altar. Ahi estaba seguro...
Cuando el capellan oculto el alijo de armas para la faccion nadie dio
con el.
DON FARRUQUINO
?Y luego como lo sacabamos? Porque estas puertas se cierran para
nosotros apenas asome Don Juan Manuel.
DON PEDRITO
Lo mejor es el arca de la criada, y nadie sospechara....
_Mientras habla el primogenito, el tonsurado vuelve a subir las gradas
del presbiterio y apaga la lampara, que por fundacion debe arder noche
y dia. Helado y sobrecogido, oye en la oscuridad la voz de su hermano
que le habla con el cuerpo fuera de la tribuna y los ojos lucientes de
fiebre, como un poseido_.
DON PEDRITO
No pises sobre la sepultura de mi madre... iLadron!
DON FARRUQUINO
?Que estas diciendo?
DON PEDRITO
No pises sobre la sepultura. Esta enterrada delante del altar. No pises
sobre ella... iPuede levantarse!....
DON FARRUQUINO
iTu estas borracho, ladron!
_El primogenito recoge el cuerpo, doblado sobre el barandal de la
tribuna, y sonrie desvanecido, pasandose una mano por los ojos_.
DON PEDRITO
Es verdad, estoy borracho sin haber bebido... iOjala estuviese
borracho!... No olvides que las despabiladeras tambien son de plata.
DON FARRUQUINO
Si dejo algo seran las campanas, ladron.
DON PEDRITO
iAlabado seas!
_Don Farruquino se encarama en el retablo y despoja de su espada de
plata al tutelar de la capilla. Los ojos del tinoso Satanas rien
encarnizados bajo las plantas del Arcangel_.
DON FARRUQUINO
iDispensa, pero para eso estas encima, Glorioso San Miguel!
DON PEDRITO
Ya lo tienes estrujado como la uva, y no necesitas de la espada,
Santino Bienaventurado.
_El otro bigardo posa familiarmente una mano sobre aquella cabeza de
moro negro, que saca la lengua de sierpe al ser aplastada por las
angelicas plantas, y sonrie con la malicia del tonsurado que sabe como
todas las astucias del rebelde son juegos ante el poder de los
exorcismos. Siempre con la misma sonrisa, le arranca un cuerno_.
DON FARRUQUINO
Te quedas a media asta, Lucifer.
DON PEDRITO
?Tambien son de plata?
DON FARRUQUINO
En la duda....
DON PEDRITO
Arrancale el otro cuerno.
DON FARRUQUINO
iNo grites, ladron! El otro se lo dejo para que se defienda, ya que
cayo debajo.
_Salta al presbiterio desde la mesa del altar, y otra vez su hermano
se alza despavorido, y otra vez grita echando el cuerpo fuera de la
tribuna, con los ojos ardidos y visionarios_.
DON PEDRITO
iNo pises sobre la sepultura!... iQue se levanta!... iQue se
levanta!....
DON FARRUQUINO
iTu quieres asustarme, gran ladron!
DON PEDRITO
Le has puesto el pie sobre el pecho. Yo la vi levantarse en la caja,
con las dos manos apretadas sobre el corazon, y lo tiene lleno de
espadas como la Virgen de los Dolores. Tambien son de plata,
Farruquino. iNo las dejes! iNo las dejes! iNo las dejes!
DON FARRUQUINO
iLadron, calla, que me estas asustando! iSi se me han puesto los pelos
de punta! iCallaras, ladron!
DON PEDRITO
?Que fue?... ?Por que has apagado la lampara si en la oscuridad los
ojos estan llenos de luces?
DON FARRUQUINO
Cierralos y no hables, que son desvarios del vino.
DON PEDRITO
iApenas lo cate!....
DON FARRUQUINO
Entonces son burlas del amigo a quien hemos dejado sin un cuerno.
DON PEDRITO
Devuelveselo, Farruquino.
DON FARRUQUINO
iUna higa! Bastara con que reces un Credo.
DON PEDRITO
Me parecio ver la sombra de mi madre y hasta entender su voz. iNo pises
sobre la sepultura, porque se levanta, Farruquino!
DON FARRUQUINO
iEstas loco!
DON PEDRITO
?Que le dolera mas, sentir las espadas clavadas en el corazon o el
arrancarselas? iSon siete, y no cabe mentir!... iSon siete, como las
espadas de la Virgen!... Siete de espadas, te jugare, Farruquino, y
tambien el as, la espadona de San Miguel... Todo lo guardas en la
sepultura... Es mejor que el arca de Andreina.
DON FARRUQUINO
iTu quieres asustarme, y voy a abrirte la cabeza, ladron!
_Se vuelve buscando en la sombra del retablo algo que arrojar a su
hermano para ahuyentarle de la tribuna, y alcanza el perro clavado en
las andas de San Roque. Don Pedrito recibe el golpe en mitad de la
frente, y con el rostro atravesado por un hilo de sangre se pone en
pie, palido y sereno_.
DON PEDRITO
iHermano, yo nada quiero de toda esa plata! Llega te dare los brazos
para que subas. Pero vuelve a encender la lampara y dejalo todo como
estaba. A San Miguel dale la espada y su cuerno a Satanas.
DON FARRUQUINO
iUn rayo te parta!
DON PEDRITO
Hermano, sal de ese pozo negro. Llega, y te dare los brazos. Pero no
pises sobre la sepultura. iQue se levanta!... iQue se levanta!... iQue
se levanta!....
_Sale de la estancia andando hacia atras. Despavorido bajo a la
cuadra, donde tiene su caballo, le puso la silla y se lanzo al camino,
aquel camino aldeano de verdes orillas, que cruza por delante de la
casona hidalga. Uno de esos caminos humildes, que guian a todas
partes_.
-
JORNADA SEGUNDA
ESCENA SEGUNDA
-
_Un poco mas adelante, siguiendo por aquel camino humilde de verdes
orillas, un paraje de alamos y de agua. El primogenito encuentra a su
padre, que viene a pie entre la hueste de mendigos, y refrena el
caballo haciendose a un lado para dejar paso a todos. Don Juan Manuel
no le reconoce hasta cruzar por su lado. Entonces le mira con altivez,
pero sin colera, desenganado, desdenoso, triste_.
EL CABALLERO
iAh!... Eres tu, bandido.
DON PEDRITO
iYo soy!
EL CABALLERO
Al fin nos encontramos. ?Te han dicho que tienes mi maldicion?
DON PEDRITO
Si, senor.
EL CABALLERO
?Y no te importa?
DON PEDRITO
No, senor.
EL CABALLERO
La verdad es que una maldicion no mata ni espanta.
_El caballero se coge la barba estremecida por la risa, una risa
extrana, de viejo loco, desenganado y burlon. Don Pedrito requiere las
riendas_.
DON PEDRITO
iDejeme pasar, padre!
EL CABALLERO
Antes diras por que no te importa mi maldicion. ?Te hace reir?
DON PEDRITO
No me hace reir....
EL CABALLERO
Pues a mi me hace llorar de risa verme lanzando excomuniones como el
Papa.
DON PEDRITO
iDeje paso, senor!
EL CABALLERO
A un hijo tan bandido como tu no se le maldice, se le abre la cabeza.
DON PEDRITO
Yo no soy su hijo, Don Juan Manuel.
_El Caballero aferra con una mano las riendas, mientras con la otra
enarbola el baston. El primogenito, doblandose sobre el borren y
corriendo espuelas encabrita el caballo, y el padre, sin soltar el
rendaje, le apalea_.
EL CABALLERO
A un hijo tan bandido se le abre la cabeza. iSe le mata! iSe le
entierra!
DON PEDRITO
iNo me encienda la sangre, que si me vuelvo lobo, lo como!
EL CABALLERO
Apeate del caballo, y veras quien tiene mas fieros dientes.
DON PEDRITO
iNo me tiente, senor!
EL CABALLERO
iApeate, para que sepas quien es el lobo!
_Tremulo, con los ojos ardientes, salta a tierra el primogenito y va
contra su padre, que le espera en medio del camino con el baston
enarbolado. Detras se extiende la hueste de mendigos, que tiemblan de
miedo y de frio bajo sus harapos, al intentar interponerse_.
EL POBRE DE SAN LAZARO
Senor Don Pedrito, considere que es su padre, y que le ha dado la vida,
y que puede quitarsela. iEl padre es como el Dios del Cielo!
EL MANCO LEONES
Muestre su noble sangre volviendose atras por el camino que traia,
joven caballero.
DOMINGA DE GOMEZ
Con un padre no hay que tener valentia.
EL POBRE DE SAN LAZARO
Un padre nos da disciplinazos, y cuando corra la sangre hemos de
besarle las manos.
DOMINGA DE GOMEZ
Quisiera yo, cuitada de mi, ver alzarse a mi padre de la cueva, aunque
fuera para arrastrarme de los cabellos, que no tengo.
_Don Pedrito queda un momento suspenso en medio del camino, y siempre
tremulo, mira como su caballo se huye al galope por una siembra,
pisandose las bridas_.
EL CABALLERO
?Por que te detienes, mal hijo?
DON PEDRITO
Por ver si entre tanto misionero habia alguno que fuese para alcanzarme
el caballo.
EL CABALLERO
iY tu te llamas lobo!
DON PEDRITO
Lobo sere si mi padre vuelve a levantar su brazo sobre mi cabeza.
_EL CABALLERO siente la amenaza y adelanta hacia su primogenito. Don
Pedrito ceja, se recoge, y con un salto impensado, arranca su bordon al
leproso. Armado y, apercibido, hace con el un circulo en el aire que
tiene un terrible zumbar. Cuando el padre y el hijo van a encontrarse,
se interpone entre ellos la figura gigante y tragica del Pobre de San
Lazaro_.
EL POBRE DE SAN LAZARO
El palo que a mi me sostiene por los caminos no ha de alzarlo contra su
padre. Diomelo como una cruz Nuestro Senor Jesucristo.
DON PEDRITO
Apartate, leproso.
EL POBRE DE SAN LAZARO
Antes vuelvame el palo con que voy por el mundo, que si no me lo vuelve
yo lo tomare.
DON PEDRITO
iAy de ti si me tocan tus manos podridas!
_Con lento andar, de una humildad fuerte y solemne, avanza el Pobre de
San Lazaro. El capote de soldado que le cubre parece aumentar la
expresion tragica de aquella figura gigante y mendiga. Don Pedrito
retrocede estremecido, y arroja el bordon lejos de si. Detras del pobre
esta la sombra de Dona Maria_.
DON PEDRITO
iTen tu cruz, hermano!
EL POBRE DE SAN LAZARO
Gracias, noble senor.
DON PEDRITO
?Tu no sabes donde hallare yo la mia?
EL POBRE DE SAN LAZARO
No se.... Eso nadie lo sabe hasta que una vez en la noche, durmiendo en
un pajar o caminando solo por un camino, se aparece el angel que nos
habla en nombre de Nuestro Senor.
EL CABALLERO
iJob, no digas tonterias!... Si te parece cambiaremos nuestras
cruces....
_Ofrece su baston al leproso el viejo linajudo, y recoge del sendero
el palo del mendigo. El primogenito se aleja hablando solo, y atraviesa
la siembra por cobrar el caballo que pace alla en el fondo arrastrando
el rendaje. Monta, y al galope desaparece. El Caballero, cenudo y
sombrio, sigue su peregrinacion entre la hueste mendicante que renueva,
las voces de su planto cuando ve las torres de Flavia-Longa_.
LOS MENDIGOS
iEra la madre de los pobres! iNunca hubo puerta de mas caridad! iDios
nuestro Senor la llamo para si y la tiene en el Cielo al lado de la
Virgen Santisima! iEra la madre de los pobres!
-
JORNADA SEGUNDA
ESCENA TERCERA
-
_La cocina, en la casona de Flavia-Longa. Don Rosendo, Don Mauro y Don
Gonzalito, se desayunan con migas y buen vino, al amor de la lumbre.
Andreina, la criada vieja y encubridora, trae la nueva de que esta
llegando Don Juan Manuel_.
ANDREINA
Distinguesele por el alto de Las Tres Cruces.
DON GONZALITO
Nos da tiempo para acabar las migas.
DON ROSENDO
Mi plato que lo rebanen los galgos.
DON GONZALITO
Yo tengo mi caballo ensillado y llenas las alforjas.
DON MAURO
Yo tambien, no hay mas que montar y poner espuelas.
DON ROSENDO
?Donde estan las mias, Andreina?
ANDREINA
Mirelas colgadas de aquel clavo.
DON MAURO
?Que habra sido de mis hermanos Don Pedro y Don Francisco?
ANDREINA
iFueronse cuanto hace!
DON ROSENDO
?Tu los has visto caminarse?
ANDREINA
Asi muerta, me entierren.
DON GONZALITO
?No estaran escondidos?
ANDREINA
?Donde quiere que se escondan, mi rey?
DON GONZALITO
Pues a fe que no hay sitios: En el pajar, en la torre, en la
capilla.... iUn rayo me parta! Nos hemos olvidado de las alhajas de la
capilla.
DON ROSENDO
iMaldita suerte!
DON MAURO
?No habra tiempo todavia?
ANDREINA
Mismo esta llegando el senor mi amo.
_Don Mauro apura un vaso que, al terminar de beber, estrella en las
losas de la cocina, y volviendose a la vieja criada, con una mano la
suspende del cuello y con la otra desnuda un punal. Andreina clama
despavorida_.
DON MAURO
He de segarte la lengua si dices una sola palabra a mis hermanos. Como
lleguen a desaparecer las alhajas de la capilla ya puedes confesarte.
Te desuello, y clavo en la puerta de mi casa tu piel de bruja.
ANDREINA
iEn los dias de mi vida hice a nadie una mala traicion!
DON MAURO
Tu fuiste quien les entrego la plata, y es inutil que lo niegues.
_Se oye el confuso clamor de los mendigos en la portalada de la
casona, y la voz autoritaria y conmovida del viejo linajudo, que sube
la escalera_.
EL CABALLERO
iYa dieron tierra a tu cuerpo! ?Rusa, por que me dejas tan solo? iQue
al pie de tu sepultura caven la mia!... iRusa! iRusa! iRusa!
LOS MENDIGOS
iEra la madre de los pobres! iFruto de buen arbol! iTierra de
carabeles!
_Atropelladamente, los tres bigardos salen de la cocina rosmando
amenazas, y por el porton del huerto huyen a caballo. La vieja, con la
basquina echada por la cabeza a guisa de capuz, se acurruca al pie del
hogar y comienza a gemir haciendo coro a la querella de los mendigos.
Entra otra criada, una moza negra y casi enana, con busto de giganta.
Tiene la fealdad de un idolo y parece que anda sobre las rodillas. Le
dicen por mal nombre la Rebola_.
LA REBOLA
iQue susto grande!... Escuche una voz que salia de lo mas fondo de la
capilla, al pasar por la sala de la tribuna.
ANDREINA
iCalla, condenada!... Cubrete la cabeza con el manteo, y llora conmigo.
LA REBOLA
iSenora, mi ama! iSenora, mi ama!
ANDREINA
iQue poca gracia tienes, condenada! Adeprende como se hace un planto.
iRosa de Jerico! Rosa sin espinas! iMi reina de las manos blancas, que
hilaban para los pobres!...
LA REBOLA
iPaloma sin hiel! iPaloma de la Candelaria!
ANDREINA
iArbol que a todos dabas tu sombra!
LA REBOLA
iPeral de ricas peras!
_Resuenan en la largura del corredor las voces y los pasos de los
mendigos, y en la puerta de la cocina esta la procer figura del
Caballero. Las dos mujeres, arrodilladas al pie del hogar y cubiertas
las cabezas, ponen mas altos sus ayes_.
EL CABALLERO
Alzaos del suelo y atended a mis huespedes. Dadles a todos de comer y
beber. Vosotros entrad calentaos al amor de la lumbre.
ANDREINA
Poco hay en la casa para tanto hambriento.
EL CABALLERO
iCalla, vieja sierpe!
DOMINGA DE GOMEZ
Dejaime que llegue al hogar, pues vengo aterida.
EL MANCO LEONES
iDios se lo premie al noble senor!
EL MORCEGO
iQue gran cocina!
LA MUJER DEL MORCEGO
Parece la de un convento, Morcego.
EL MANCO DE GONDAR
Como corresponde a la grandeza de la casa.
EL POBRE DE SAN LAZARO
Veinte criados caben a la redonda del hogar, y otro tiempo se juntaban.
Yo tambien me sente con ellos, que aun no tenia este mal tan triste.
EL CABALLERO
Ahora te sentaras conmigo para que yo pueda sentarme algun dia al lado
de mi muerta. Bruja, abre el horno y repartenos el pan.
ANDREINA
iAy, senor mi amo, esta vacio el horno!
EL CABALLERO
Enciendele, y amasa la harina mas blanca de la flor del trigo.
ANDREINA
iAy, senor mi amo, no hay harina, ni grano que llevar al molino!
EL CABALLERO
?Que ha sido del trigo y el centeno que llenaba mis arcaces?
ANDREINA
iAy, senor mi amo, comieronle las ratas.
EL CABALLERO
Enciende el horno.... Si no hay harina que cocer te quemaremos a ti por
bruja.
ANDREINA
iMuriose aquella santa, que si ella no se muriese no recibiera yo este
trato! iBruja! Nadie en el mundo me dijo ese texto, que vengo de muy
buenos padres, y no habra cristiano que me haya visto escupir en la
puerta de la iglesia, ni hacer los cuernos en la misa mayor. iAy,
muerte negra, que te llevas a los mejores y dejas a los mas ruines!
_El Caballero se sienta solo en un banco que hay frontero al hogar, y
permanece abatido y sombrio, con los ojos en la hoguera de sarmientos
que levanta sus lenguas de oro hacia el fondo negro y brujo de la
chimenea, donde resuenan las risas del viento. Los mendigos se agrupan
al otro lado, y hablan en voz baja_.
EL CABALLERO
Calentaos, ya que solo puedo ofreceros el techo y la lumbre. Don Juan
Manuel Montenegro hoy es tan pobre como vosotros.
DOMINGA DE GOMEZ
Es rico de caridad.
EL POBRE DE SAN LAZARO
En donde esta el fuego, esta Dios Nuestro Senor. El fuego es mas que el
pan y que el agua y que la sal. Todo en el mundo, para ser, requiere
una chispa de lumbre. Lo mismo el vino que la sangre, y los ojos si han
de tener luz, y la tierra si ha de dar fruto. Yo llevo este mal tan
triste porque un gran frio me recorre el cuerpo, y me toca el fuego y
no lo siento calentar mi carne muerta. En la noche no se ve nada y se
ve una hoguera, y del cielo ninguna cosa baja a la tierra, si no es el
agua y el fuego, que tienen una hermandad....
_En la cocina resuenan los lloros del nino que mama en el pecho de
Paula la Reina. La mendiga trata de acallarle con el susurro de un
canto, y, toda atenta, sigue las palabras del leproso, mientras saca
por encima del justillo el otro pezon, para ofrecerselo al nino, que
llora de hambre_.
PAULA LA REINA
Eh, menino, eh!.
Pra Santo Tome....
?Teu pai quen foy?
?Tua nay quen e?...
iEh, menino, eh!...
EL CABALLERO
?Por que no le retuerces el cuello a esa criatura, Paula? ?No ves como
llora?
PAULA LA REINA
iHijo de mis entrañas?
El CABALLERO
?Que derecho tienes para darle tu miseria? Guarda tus pechos, y dejalo
morir. ?Ves como llora de hambre? Pues asi habra de llorar toda la
vida. ?No te da lastima, mujer? Retuercele el cuello para que deje de
sufrir, y da libertad a su alma de angel.... iOjala nos retorciesen el
cuello a todos cuando nacemos! iOjala yo se lo hubiese retorcido a mis
hijos... ?Han estado aqui esos sepultureros, Andreina?
ANDREINA
Cuando entraba el señor mi amo, ellos salian fugitivos.
EL CABALLERO
?Han cavado bien honda la sepultura de su madre?
ANDREINA
Ellos no la cavaron.
EL CABALLERO
?Bien honda, bien honda, que haya sitio para mi?
ANDREINA.
iAsus, parecen palabras de fiebre!...
DOMINGA DE GOMEZ
La pena que le cubre el corazon hacele decir esos textos.
_El Caballero guarda silencio. Los mendigos se agrupan en torno del
fuego, y con los brazos apretados sobre sus harapos se estremecen, con
ese estremecimiento feliz de los vagabundos que saben del albergue y
del fuego. Entra el capellan_.
EL CAPELLAN
iUn resucitado!... iLe veo y no me parece Don Juan Manuel! iVengo de la
playa, de esperar la barca de ese infeliz Abelardo!
EL CABALLERO
?No habra llegado?
EL CAPELLAN
iNi llegara!... Naufragaron....
EL CABALLERO
?Y han perecido todos?
EL CAPELLAN
iTodos!... El cuerpo del patron dicen que ha salido en la playa de
Rajoy.... Yo le hacia embarcado con ellos al Senor Don Juan Manuel. iEs
providencial!
EL CABALLERO
iDios quiere darme tiempo para que me arrepienta de mis pecados!
EL CAPELLAN
iNo lo olvide, Senor Don Juan Manuel!
EL CABALLERO
iLes force para que se hiciesen a la mar, y con ellos estuve embarcado
toda la noche!... La muerte estaba en acecho, y la senti pasar por mi
lado. Estaba en aquella barca de pescadores y en esta casa mia.... Por
donde voy descubro las huellas de su paso. iHe visto sus luces!
EL CAPELLAN
La muerte va con nosotros desde que nacemos.
EL CABALLERO
Yo siento sus pasos en esta casa vacia.... Esta casa que parece tambien
estar muerta, toda silenciosa, toda fria, toda oscura, huerfana de la
pobre alma.... iYo no cerre sus ojos, ni bese sus manos de cera! ?Por
que al menos no me esperasteis para dar tierra a su cuerpo?
EL CAPELLAN
Se corrompia todo, señor.
EL CABALLERO
iMiseria de la carne!
EL CAPELLAN
Los gusanos le corrian. Formaban nido en la cabeza y bajo los brazos.
EL CABALLERO
iMiseria de la vida!
EL CAPELLAN
Dijeron que se le habia abierto la madre de los gusanos, la gusanera,
como cuentan de un rey de las Españas.
EL CABALLERO
?Donde ha muerto? Quiero ver su alcoba. Alli estara su sombra,
esperandome.... Mis brazos de carne no podran estrecharla... Pero las
almas se abrazan, porque tambien son de sombra, y los vivos oyen a los
muertos.
_El viejo linajudo sale seguido del capellan. Despues de un instante
en torno del fuego, bajo la chimenea donde resuenan las risas del
viento, comienzan a despertarse las voces de los mendigos, apagadas y
llenas de misterio_.
DOMINGA DE GOMEZ
iEn una casa tan rica no haber pan en el horno!... iVisteislo vosotros
jamas de los jamases?
ANDREINA
Comiolo quien tenia dientes.
EL MORCEGO
Entonces no fuiste tu.
ANDREINA
Fue quien sabia agradecello.
LA MUJER DEL MORCEGO
No te enciendas, criatura.
DOMINGA DE GOMEZ
iNi harina ni grano en una casa tan rica!
EL MANCO LEONES
No parece que haya pasado la muerte, sino un turbion.
EL POBRE DE SAN LAZARO
Las casas mas grandes se consumen como los cirios del velorio, cuando
los hijos se alzan contra los padres y pelean por las herencias.
EL MORCEGO
iYo que esperaba comer compango!
LA MUJER DEL MORCEGO
No la acertamos, Morcego.
DOMINGA DE GOMEZ
La Gloriosa Santa Baya, mandanos tal castigo porque dejamos su romeria.
EL MANCO LEONES
El señor amo, no olvidara la promesa que nos hizo.
EL MANCO DE GONDAR
Siempre fue muy liberal.
EL MORCEGO
?No habra nada que arrebanar por las alhacenas, Andreina? ?Algo habran
dejado los abades que cantaron el entierro?
ANDREINA
Comieronlo las ratas.
_Asoman en la puerta de la cocina el Ciego de Candar y el rapaz que le
sirve de lazarillo. El ciego es un viejo de perfil monastico, con una
capa tabacosa, que le llega a los zuecos. La zampona que lleva a la
espalda le hace el bulto de una joroba, bajo la luenga capa. El
lazarillo va cargado con las alforjas: Es un nino aldeano vestido de
estamena, con la guedeja trasquilada sobre la frente con tonsura casi
medioeval_.
EL CIEGO DE GONDAR
?Hay licencia?
ANDREINA
No la has menester.
EL CIEGO DE GONDAR
?Y un sitio al amor de la lumbre?
ANDREINA.
Si no es mas que eso....
EL CIEGO DE GONDAR
Y una fabla que he de tener contigo, Andreina.
ANDREINA
?Una fabla?
EL CIEGO DE GONDAR
Y muy secreta.
EL MORCEGO
Asi muerto me entierren, si no viene por pedirte promesa de casamiento.
Darasnos los aguinaldos.
ANDREINA
Vos dare asados los cuernos de una cabra.
_La vieja criada llega adonde el ciego, y aparta, con su diestra de
bruja al lazarillo, empujandole hacia el hogar donde se agrupa la
hueste mendicante. El Ciego de Gondar y la vieja se enredan en una
platica que comienza en alta voz y acaba en susurro de secreto_.
EL CIEGO DE GONDAR
Bien de mi corazon, allega si quieres, y si non non, que por el mundo
sobran mujeres.
ANDREINA
iValiente prosero!
EL CIEGO DE GONDAR
Allega tu pico, paloma real, allega tu pico, que no soy gavilan.
ANDREINA
Acaba de una vez, que se me va la lumbre.
EL CIEGO DE GONDAR
Hermana Rebola, sopla en el lar. Nos, tras de la puerta, hemos de
amasar, meter y sacar y dar de barriga. No riades, rapaces, que no hay
picardia.
_Celebran los mendigos aquellas clasicas burlas, y en tanto las
glosan, la criada y el ciego hablan bajando la voz_.
ANDREINA
?Que hay?
EL CIEGO DE GONDAR
Agora veras. Topabame sentado al abrigo de la capilla, en la misma
puerta, y oigo golpes por la banda de dentro, respondo batiendo con el
zueco, y escucho la voz de Don Farruquino.
ANDREINA
?Tu dices verdad?
EL CIEGO DE GONDAR
Esta alli como prisionero, y mandome que llegase secretamente a
decirtelo para que vieses manera hablarle por la sala de la tribuna.
ANDREINA
Toda estoy temblando. Los otros hermanos son capaces de matarme.
EL CIEGO DE GONDAR
Yo cumplo con darte el aviso.
ANDREINA
Agora mismo voy ver....
_Andreina sale de la cocina, y el ciego, tentando con el palo, se
acerca al hogar, guiado por las voces de los mendigos que ahora
comentan el naufragio de la barca de Abelardo_.
EL CIEGO DE GONDAR
?Hablais de esos cinco mozos ahogados?
PAULA LA REINA
iEs una compasion de Dios!
DOMINGA DE GOMEZ
Inda no se sabe si han perecido los cinco.
EL CIEGO DE GONDAR
En toda la largura de la playa solamente se oyen las voces de las
mujeres y de las criaturas.
PAULA LA REINA
iPobres almas, que triste suerte les espera!
DOMINGA DE GOMEZ
La misma que a todos nosotros. iPedir una limosna por las puertas!
EL CIEGO DE GONDAR
Por agora, la mar solo ha echado el cuerpo del patron y el del rapaz.
LA MUJER DEL MORCEGO
?De quien era el rapaz?
EL CIEGO DE GONDAR
No se decirvoslo.
LA REBOLA
Era el hijo mas nuevo de la Garula.
EL MORCEGO
iValiente borrachona esta la madre!
EL MANCO LEONES
Hace bien. En el mucho beber no hay engano, y el mejor amigo es el
jarro.
EL CIEGO DE GONDAR
Donde estan todos los males es en el agua iMira si no el hijo! Lo que
la madre no cato en toda la vida, lo achico en una noche el cuitado.
PAULA LA REINA
iAy, muerte negra!
EL POBRE DE SAN LAZARO
iMejor esta que nos!
DOMINGA DE GOMEZ
El mundo solamente es para los ricos.
EL POBRE DE SAN LAZARO
El mundo no es para nadie. ?Que hace un rico si arrastra la cadena de
una cativa enfermedad? El mundo es una carcel escura por donde van las
almas hasta que se hacen luz. El Senor Mayorazgo cuando poco hace te
decia que torcieses el cuello a tu hijo, sin duda pensaba en todas las
tribulaciones de su vida.
DOMINGA DE GOMEZ
iMiray que fue suerte la suya al desembarcar en aquella playa!
LA MUJER DEL MORCEGO
iNaufragar todos y salvarse el solo!
EL CIEGO DE GONDAR
Al Senor Mayorazgo no lo quieren ni los arroases de la mar, ni los
Demonios del Infierno.
EL POBRE DE SAN LAZARO
iSera para Dios Nuestro Señor!
_Se oyen pasos en el corredor, y los mendigos callan. La Rebola echa
en el fuego un haz de sarmientos que ahuman y chascan bajo las lenguas
de la llama, y una gran hoguera irrumpe de pronto. La hueste
mendicante, con estremecimientos humildes, con un gesto sordido, se
agrupa en torno del hogar. Benita la Costurera asoma en la puerta y
murmura la rancia salutacion_.
BENITA LA COSTURERA
iAlabado sea Dios!
MUCHAS VOCES
iPor siempre bendito y alabado!
BENITA LA COSTURERA
?No esta Andreina?
LA REBOLA
Agora vuelve.
BENITA LA COSTURERA
?Donde anda?
LA REBOLA
Salio a un enredo.
BENITA LA COSTURERA
Lo mismo tiene que seas tu. En un vuelo vas al horno de la Curuja... Es
mandato del Senor Don Juan Manuel. Te llegas, y dices que toda la
hornada la traiga a la casona, que es para repartir entre los pobres...
A luego, subirase vino de la bodega y mataranse doce palomas en el
palomar.
_Benita la Costurera se limpia los ojos enfermos con un trapo de hilo
que trasciende a estoraque, y sale de la cocina. La hueste mendicante
tiene un murmullo de gracias, en unas bocas triste, y en otras bocas
jocundo. Como un rezo en la boca llagada del leproso_.
-
JORNADA SEGUNDA
ESCENA CUARTA
-
_La capilla. Don Farruquino aparece en el presbiterio, sentado en un
escano con espaldar de viejo y noble belludo, orlado por grandes clavos
de bronce. Enfrente se abre el arco de la tribuna, donde se sume la
figura negra y bruja de Andreina_.
ANDREINA
iToda estoy temblando, mi rey!
DON FARRUQUINO
?Te dijo el ciego lo que habias de hacer?
ANDREINA
Algo me dijo... iMas los otros juraron segarme el cuello!
DON FARRUQUINO
Busca la llave, y me la echas....
ANDREINA
No se como lograrlo, pues la tiene el senor capellan.
DON FARRUQUINO
Se la robas.
ANDREINA
?Mas con que engano?
DON FARRUQUINO
Cuando duerma. ?El se acuesta con tigo o con la Rebola?
ANDREINA
iAsus! iQue picardias habla!... Ciego habia de estar para condenarse
con la Rebola! iY lo que es conmigo! iAsus! Llevo muchos anos a
cuestas, cuatro onzas y un doblon, para que me tienten los Dianos....
No diga esas picardias, mi rey, que un dia le sale una avispa en la
lengua.... Yo le servire con toda voluntad en aquello que pueda, y
cuantas llaves hay en la casona vere de traerselas, por si alguna abre.
DON FARRUQUINO
Si no, tendre que salir poniendo fuego a la puerta.
ANDREINA
Yo vere de servirle.... Mas luego no olvide la promesa que me hizo de
tener a una de mis rapazas como su ama.
DON FARRUQUINO
Ya te dije que si alcanzo un curato, me llevo a las dos.
ANDREINA
Tanto no pido, iAsus!....
_Se santigua la vieja encubridora, y el tonsurado segundon se pone en
pie, y avizora hacia la puerta que comunica con la casona, una puerta
pequena en la sombra humeda del muro de piedra, que rezuma. Se oye el
rechinar de la llave. Don Farruquino se esconde en el rincon mas
oscuro, y espera. La puerta se abre, y una sombra se aparta para dejar
paso al Caballero. Otra sombra negra y bruja, huye de la tribuna_.
EL CABALLERO
iSenor capellan, por que no esta encendida la lampara?
EL CAPELLAN
Se habra bebido el aceite alguna lechuza.
EL CABALLERO
Siento el volar de unas alas en esta oscuridad.
EL CAPELLAN
Aquel ventanal tiene rotos los cristales, y como entra el viento pudo
entrar la lechuza.
EL CABALLERO
Las alas que yo siento se abren dentro de mi.
_Avanzan las dos sombras hacia el presbiterio. Sus pasos huecos, en la
soledad de la capilla, tienen una vaga resonancia, y las palabras un
misterio de sombra_.
EL CABALLERO
?Donde esta enterrada?
EL CAPELLAN
Esta losa la cubre, senor.
EL CABALLERO
Es preciso que la levantemos, Don Manuelito. iQuiero verla!
EL CAPELLAN
Nuestras fuerzas no bastan, senor.
EL CABALLERO
iPiedra, piedra, levantate!
_Don Juan Manuel se arrodilla ante la sepultura, y entenebrecido, y
suspirante, reza en voz baja. El capellan, en tanto, escudrina en la
sombra con recelosa prevision. De pronto da una gran voz, grande y
estentorea_.
EL CAPELLAN
iFalta la lampara!
EL CABALLERO
iTragame, tierra!
EL CAPELLAN
iNo han sido lechuzas las que entraron aqui, fueron lobos!
EL CABALLERO
iNi una luz que alumbre tu sepultura, pobre Rusa! iNada han dejado!
iRusa, pide por mi y por esos ladrones que bebieron la leche de tus
pechos! iSon nuestros hijos, Maria Soledad!
El CAPELLAN
iY no han temido la colera divina!
EL CABALLERO
Y tampoco temen la mia, Don Manuelito!
EL CAPELLAN
iEl Senor pudo enviar sobre sus cabezas un rayo que los aniquilase!
EL CABALLERO
Yo pude enviarles un tiro.
EL CAPELLAN
iSon como fieras!
EL CABALLERO
Son lobeznos, hijos de lobo.
EL CAPELLAN
El Senor Don Juan Manuel nunca ha sido como ellos.
EL CABALLERO
iYo he sido siempre el peor hombre del mundo! Ahora siento que voy a
dejarlo, y quiero arrepentirme. La luz que ellos apagaron se enciende
en las tinieblas donde el alma vivia, y para que mi linaje, donde hubo
santos y grandes capitanes, no lo cubran mis hijos de oprobio, acabando
en la horca por ladrones, les repartire mis bienes y quedare pobre,
pobre de pedir por las puertas.... Ahora probemos entre los dos a
levantar la sepultura.... iQuiero ver a mi muerta!... iAcaso me hable!
EL CAPELLAN
Esos son delirios, Senor Don Juan Manuel.
EL CABALLERO
iPiedra, levantate!
EL CAPELLAN
iDon Juan Manuel somos viejos! Somos viejos y la vejez no tiene
fuerzas. En otro tiempo no digo que no la hubiesemos levantado....
EL CABALLERO
Y ahora tambien.
EL CAPELLAN
Somos viejos.
EL CABALLERO
Mayor peso llevo sobre los hombros.
EL CAPELLAN
Y el que nunca se doblo, se dobla.
EL CABALLERO
Si, me doblo, y solo anhelo dejar la vida, Don Manuelito.
EL CAPELLAN
Ya tuvo el consuelo de rezar sobre la sepultura.... Vamonos de aqui....
?Mas, que ruido fue ese?....
EL CABALLERO
Consegui mover la losa.
EL CAPELLAN
iTiene los brazos de hierro!
EL CABALLERO
iMe sangran las manos!
EL CAPELLAN
Yo le ayudare, senor. ?Donde hallariamos algo con que apalancar?
EL CABALLERO
En esta oscuridad, apenas se ve.
_Recorre el capellan el presbiterio y la capilla. En el fondo oscuro,
sus ojos sagaces descubren de pronto un bulto inmovil, sin contorno ni
faz, que simula la vieja escultura de algun santo. Se acerca mas.
Alarga una mano en las tinieblas, y antes de haber palpado, va siente
como un fulgor de adivinacion. Es Don Farruquino_.
EL CAPELLAN
iAh!... Sacrilego, te habia reconocido.
DON FARRUQUINO
Silencio.
EL CAPELLAN
iNo bastaba el saqueo de la casa!
DON FARRUQUINO
Silencio.... Hablaremos donde no este mi padre.
EL CAPELLAN
?Como osaste tan impio latrocinio? ?Como has entrado en este sacro
recinto? iHabla!
DON FARRUQUINO
Quise dar paz a mi conciencia.
EL CAPELLAN
iCon un sacrilegio!
DON FARRUQUINO
Impidiendo que otros lo cometiesen. Sabia de cuanto mis hermanos son
capaces, y entre aqui para impedirlo....
EL CAPELLAN
?Donde estan las alhajas de la capilla?
DON FARRUQUINO
Ya habian sido robadas....
EL CAPELLAN
iNo mientas, perverso!
_El Caballero desciende las gradas del presbiterio y avanza algunos
pasos en la oscuridad de la capilla. La procer figura, que tiene la
vaguedad de un fantasma, parece crecer bajo la nave, y su vos resuena
impregnada de grave tristeza, de una tristeza de patriarca y de
guerrero. Los dos clerigos callan_.
EL CABALLERO
?Por que te escondes, mal hijo?
DON FARRUQUINO
No me escondo, senor.
EL CABALLERO
?Temes mi justicia?
DON FARRUQUINO
Quien esta sin culpa, nada teme.
EL CABALLERO
iHas apagado la unica luz que ardia sobre la sepultura de tu madre!
DON FARRUQUINO
Si mi padre lo dice, sera verdad.
EL CABALLERO
Eres solapado en las palabras como en las obras. iDefiendete, al menos!
DON FARRUQUINO
Dios Nuestro Senor ha elegido mi cabeza inocente para que sobre ella
caigan las culpas de otros.
EL CABALLERO
A mi no puedes enganarme... Llega y ayudame a levantar la sepultura...
No tardare en morir, y si tardase os faltaria paciencia para esperar...
Porque no acabeis en la horca he pensado repartiros mis bienes. Me
heredareis en vida... Llega y ayudame... Si tienes hijos, ellos me
vengaran... Los votos no te impediran tenerlos. Llega para que podamos
levantar la losa.
EL CAPELLAN
Vamos, alma de Faraon.
DON FARRUQUINO
No reconozco a Don Juan Manuel.
EL CAPELLAN
Tiene razon, cuando dice que va a morir.
_Se llegan al presbiterio, se mueven vagarosos alrededor de la
sepultura, tantean, se encorvan, y en silencio, con una rodilla en
tierra, en un tacito acuerdo, comienzan a levantar la losa. Se les oye
jadear. Cuando aparece el hueco negro, pestilente, humedo, el viejo
linajudo se inclina sobre el, y solloza con un sollozo sofocado y
terrible de leon viejo. El hijo, con los ojos nublados de miedo, se
aparta_.
DON FARRUQUINO
iNo puedo mas!
EL CAPELLAN
Temo que a tu padre le de un arrebato de sangre.
EL CABALLERO
iMaria Soledad, aqui estoy! iHablame!
EL CAPELLAN
Basta ya, senor....
EL CABALLERO
iQuiero ver su rostro por ultima vez!
_El Caballero levanta la tapa del feretro y en la oscuridad de la
cueva albean las tocas del sudario y destella la cruz colocada sobre el
pecho, entre las manos yertas. El Caballero se inclina, y un aire de
humeda pestilencia, que le hace sentir todo el horror de la muerte,
pone frio en su rostro_.
EL CABALLERO
iMaria Soledad, esperame!... Tienes los ojos abiertos y siento que me
miras... Ahora me voy, pero vendre pronto y para siempre a tu lado...
iDios!... iDios!... iCativo Dios, por que me llevaste a la Rusa!....
_El Capellan acude, y levanta el desfallecido cuerpo del Caballero. El
hijo, mas tardo por miedo o desamor, se acerca tambien y le ayuda. Casi
en brazos le sacan de la capilla. Don Juan Manuel, en la puerta los
hace detener y se arrodilla_.
EL CABALLERO
iAbierta queda mi sepultura!... iMaldito quien intente poner la losa
antes de haber bajado yo a la cueva! iMaria Soledad, esperame!
-
JORNADA SEGUNDA
ESCENA QUINTA
-
_La alcoba donde murio Dona Maria.--En el fondo, bajo los cortinajes
de damasco carmesi, que tienen algo de liturgico, abandonada y fria
aparece la cama antigua, de nogal tallado y lustroso. Don Juan Manuel
esta en el umbral de la puerta. Su hijo y el capellan le sostienen. El
rostro palido y la barba de plata se sumen en el pecho_.
EL CABALLERO
Quiero morir aqui, en la misma cama donde murio aquella santa... He
vivido siempre como un hereje, sin pensar que hay otra vida, y ahora
siento una luz dentro de mi....
EL CAPELLAN
Es la luz de la Gracia.
EL CABALLERO
Senor capellan, necesito la absolucion de mis pecados para reunirme con
mi mujer en el Cielo.
EL CAPELLAN
Es menester que haga confesion de ellos.
EL CABALLERO
No tengo mas que uno... iUno solo que llena toda mi vida!... Hare
Confesion publica... Llamad a los criados... Que acudan todos...
iCriados de mi casa!... iHermanos que llegasteis aqui conmigo!...
?Donde estais? iQuiere hacer confesion ante vosotros Don Juan Manuel
Montenegro! ?Donde estais? iLlegad todos!
_El hijo y el capellan se interrogan con una mirada. En sus ojos asoma
el mismo pensamiento, y se dicen si no ha pasado sobre ellos, en
aquellas palabras, una rafaga de locura. Los criados y los mendigos van
llegando de la cocina con un rumor lento, ojos de susto, gesto de
misterio, y se detienen sobre el umbral de la puerta_.
ALGUNAS VOCES
iAve Maria Purisima!
EL CABALLERO
iCavada tengo la sepultura! He visto en mi camino a la muerte y estan
marcadas mis horas... Cuando echeis el cuerpo a la tierra, volved a
poner la losa que han alzado mis manos, pero antes no. iMaldito sea
quien lo intente!... Tu, mal hijo, no finjas dolor... Lleva a los otros
la noticia, y celebradla juntos en la cueva de los ladrones, en el
cubil de un lobo, donde nadie os vea. Cuanto era mio, manana sera
vuestro, y el cuerpo que sera de los gusanos, tendra mas noble
destino... No lloreis vosotros, criados y hermanos mios, que estas
puertas las hallareis siempre francas, y, aunque fria, siempre
sentireis mi mano tendida hacia vosotros. iNo dejo otra manda para que
mis crimenes me sean perdonados, y he de alzarme de la sepultura si no
fuese cumplida! No lloreis, y haced silencio, que quiero confesar mis
pecados al senor capellan de mi casa. No tengo mas que un pecado...
iUno solo que llena toda mi vida!... He sido el verdugo de aquella
santa con la impiedad, con la crueldad de un centurion romano en los
tiempos del emperador Neron... Un pecado de todos los dias, de todas
las horas, de todos los momentos... No tengo otro pecado que
confesar... La aficion a las mujeres y al vino, y al juego, eso nace
con el hombre... Pecado grande es haber sido verdugo de un alma y haber
puesto en ella garfios encendidos en las hogueras del Infierno. iLos
garfios que en las carnes de los condenados clava Satanas!... Y ahora
me arrodillo para recibir la absolucion... Senor capellan, la
absolucion, y la tuya tambien, mal hijo, ya que tienen esa gracia tus
manos impuras. Absolvedme y despues clavad esa ventana, clavad esa
puerta, dejadme aqui como en un pozo, solo, para morir.
_El Capellan traza una cruz con su diestra sobre la cabeza del viejo
linajudo, y el murmullo de los rostros aldeanos y mendigos,
resplandeciente de fe, se eleva en una grave onda_.
-
JORNADA SEGUNDA
ESCENA SEXTA
-
_Sobre la encrucijada de dos caminos aldeanos, un campo de yerba
humilde salpicada de manzanilla, donde hay un retablo de animas entre
cuatro cipreses. Es paraje en que hacen huelgo los caminantes, y rezan
las viejas, anochecido. Don Rosendo, Don Mauro y Don Gonzalito,
descansan al pie de los cipreses, con los caballos del diestro. Mas
lejos un mozo aldeano deja pacer la yunta de sus vacas, y a lo largo de
los caminos, que se pierden entre verdes y sonoros maizales, trotan
cabalgadas de chalanes que van de feria, y cruzan graves y
procesionales, viejos vestidos de estamena, con sus grandes bueyes de
cobre luciente, hermosos como idolos, con verdes ramos de roble en las
testas_.
DON MAURO
?Donde se habra metido el clerigo?
DON ROSENDO
En casa de alguna moza.
DON MAURO
A Pedro son muchos los que le han visto pasar solo. ?Como se habran
separado?
DON GONZALITO
Renirian al repartirse lo que nos robaron.
DON ROSENDO
iLastima que no se matasen!
DON MAURO
Hay que volver por alla....
DON GONZALITO
Si ellos no nos ganan la mano.
DON MAURO
iHaber olvidado la capilla!
DON ROSENDO
Cuando se tiene una pena no se esta para recordar....
DON GONZALITO
iPobre madre! Ella acudia a todos, y teniamos un amparo.... ?Pero
ahora, que sera de nosotros?... Hemos amargado sus ultimos momentos con
nuestras disputas. iSomos como fieras!
DON MAURO
Lo hicimos de obligados. Si no lo hacemos, los otros bandidos nos dejan
sin una hilacha.
DON GONZALITO
Pero es triste.
DON MAURO
Si, lo es.
_Por un momento los tres hermanos quedan silenciosos. Una tropa de
chalanes llega y descabalga para descansar a la sombra de los cipreses,
dejando libres los jacos en el verde y oloroso campo, que cruzan
aquellos caminos aldeanos por donde se pierden huestes de mujerucas,
viejas y mozas, que van al molino con maiz y con centeno. Los chalanes
son siete: Manuel Tovio, Manuel Fonseca, Pedro Abuin, Sebastian de
Xogas y Ramiro de Bealo con sus dos hijos. Oliveros, el mayor, tiene el
noble y varonil tipo suevo de un hidalgo montanes. La barba de cobre,
los ojos de esmeralda y el corvar de la nariz soberbio, algo que evoca,
con un vago recuerdo, la juventud putanera de Don Juan Manuel
Montenegro. Alla, en su aldea, la madre y el hijo suelen enorgullecerse
de aquella honrosa semejanza con el Senor Mayorazgo. Y Ramiro de Bealo
ha conseguido por ello que el viejo linajudo le diese en parceria
cuatro yuntas, y en aforo las tierras de Lantanon_.
LOS CHALANES
iSantos y buenos dias!
LOS SEGUNDONES
iSantos y buenos!
RAMIRO DE BEALO
?El Senor Don Mauro camina para su casa de Bealo?
DON MAURO
Para alla se camina.
RAMIRO DE BEALO
?Tornan del entierro de la senora mi ama, que goce de Gloria?... iDios
les otorgue su santa conformidade!... ?Por alla verian a la parienta?
Cuando salimos para la feria, dijonos que tenia determinado acudir.
iPor alla la verian! Nos hubieramos cumplido como ella, de no hallarnos
con un buey escordado, sin yunta para labrar la tierra.... Si Dios nos
mantiene con vida y salud, el domingo bajaremos a la villa para oir una
misa y saludar al Senor Don Juan Manuel.
DON MAURO
Pues yo os digo que en la casa de mi padre haceis vosotros la misma
falta que los canes en la de Dios. Eso os digo.
DON GONZALITO
Harto habeis ordenado esa vaca, y no penseis que por ser muerta mi
madre....
OLIVEROS
Pues alla iremos, sin contar con su venia.
RAMIRO DE BEALO
iCalla, rapaz! No muevas pleitos.
OLIVEROS
Hablo aquello que bien me parece, mi padre.
DON ROSENDO
iLo malo sera que te arranquen la lengua!
OLIVEROS
La defienden los dientes.
RAMIRO DE BEALO
Ten miramiento, rapaz.
DON ROSENDO
Defensa de mujer.
OLIVEROS
Y de lobo.
DON MAURO
iNo te los haga yo dejar clavados en la tierra!
OLIVEROS
iMucho hablar es!...
DON GONZALITO
Si los quieres bien, no los saques al aire.
OLIVEROS
iMirenlos!
_Oliveros muestra los dientes albos, jovenes, fuertes, con un gesto
lleno de violencia, que recoge los labios y los estremece con
sanguinaria y primitiva fiereza_.
DON MAURO
iDientes de hambre, no asustan!
OLIVEROS
iHambre de morder!
DON GONZAITO
Un mendrugo.
DON ROSENDO
iCadelo sarnoso!
OLIVEROS
De su sangre me vendra la sarna.
RAMIRO DE BEALO
Rapaz, ten miramiento, que son mas que tu.
OLIVEROS
A ustede, tocale callar, mi padre.
RAMIRO DE BEALO
Que ellos son caballeros, rapaz.
OLIVEROS
De la nobleza que vengan, vengo yo.
DON ROSENDO
Por detras de la iglesia no hay nobleza, sino hijos de puta.
DON MAURO
Tu siempre seras el hijo de un cuerno de Ramiro de Bealo.
OLIVEROS
Ni de puta ni de cabron soy nacido, ni nunca dos veces me lo dijeron.
_El Mozo chalan adelanta hacia los segundones blandiendo la luenga
pica con que acucia y guia su vacada por llanos y veredas. Los otros
chalanes, en banderia, se ponen a su lado, y la tropa de villanos cerca
a los segundones_.
DON MAURO
iPara mi, tres!
SEBASTIAN DE XOGAS
iAlla va uno con quien sera bastante!
DON ROSENDO
iNo cejes, Gonzalo!
OLIVEROS
iMiren estos dientes!....
RAMIRO DE BEALO
iRapaz, que me matan!... iAcude aqui!....
DON MAURO
iPara mi, tres!
_El segundon lanza su grito en medio del campo, como un gigante
antiguo, desnudo y vencedor. A sus pies, con la cabeza abierta, muerden
la yerba Sebastian de Xogas y Pedro Abuin. Los otros segundones casi
sucumben bajo la acometida de todos los chalanes unidos_.
DON GONZALITO
iSiete contra tres!... iMiserables!
DON ROSENDO
iComo si fuesen setenta!
OLIVEROS
iYo para uno solo!
_El mozo, siempre blandiendo su pica, va sobre Don Mauro. El bastardo
y el segundon se miran frente a frente: Oliveros palido por el ansia de
la pelea, estremecido con el deseo del vencimiento, y el segundon
fuerte, soberbio, con la cabeza desnuda y las manos rojas de sangre,
como el heroe de un combate primitivo en un viejo romance de Castilla_.
OLIVEROS
iAhora veras si son buenos los hijos de puta!
DON MAURO
iPara mis galgos ha de ser tu lengua!
_Se acometen los dos: El chalan blande su pica, y el segundon, con
arrogante brio, sigue clavandole los ojos, puestas en alto las manos
ensangrentadas, para guarnecer su cabeza desnuda. Restalla el golpe.
Entre las manos del segundon queda la pica, que vuela por los aires,
luego, partida en dos. La lucha continua brava, bella, rugiente. Los
caballos, asustados, huyen arrastrando las riendas, y alla lejos, en
medio de los caminos, relinchan. Manuel Tovio, Manuel Fonseca, Ramiro
de Bealo y el menor de sus hijos acosan en cerco a Don Gonzalo y Don
Rosendo. De pronto, entre el restallar de las picas sobre los craneos y
el concavo tundir de los punos contra los pechos, se levanta, como el
claro canto de un gallo el grito de Don Manro_.
DON MAURO
iPara mi, tres!
DON ROSENDO
iAnimo, hermanos!
DON GONZALITO
iAnimo!
_Como una rafaga, la hueste de chalanes siente el triunfo de los
segundones. En un tacito acuerdo comienzan a cejar, sin vergueenza de
ser vencidos por aquellos tres hidalgos.--iQue para eso son hidalgos y
senores de torre!--Oliveros, en tierra, de cara contra la yerba, ruge,
sofocado por las manos del herculeo segundon. El grito de Don Mauro es
un claro clarin_.
DON MAURO
iPara mi, tres!
-
JORNADA TERCERA
JORNADA TERCERA
ESCENA PRIMERA
-
_Una rincon en la iglesia de Flavia-Longa. Lega como mosconeo, la voz
desentonada y gangosa el abad, un exclaustrado ordo, que guia las
Cruces en la Capilla e Jesus Nazareno. Una mujeruca del pueblo, que
lleva el manteo a modo de capuz, suspira al terminar sus rezos y besa
la tierra con la lengua. Es muy vieja, toda arrugada, con ese color
oscuro y clasico que tienen las nueces de los nogales centenarios.
Atraviesa la nave, y el lento arrastrar de sus madrenas cuenta sus
anos. Aquella mujeruca sirve desde nina en la casa de Don Juan Manuel
Montenegro: Es Micaela la Roja, que conocio a los difuntos senores
cuando entro de rapaza de las vacas, por el yantar y el vestido. Ahora
camina apoyada en un palo. Renqueando entra en una capilla con puerta
de hierro, toda tristeza y herrumbre, y se acerca a una mujer que reza.
Es Sabelita, que fue otro tiempo barragana del Caballero. Con las
cabezas juntas hablan quedo en aquella sombra humeda que parece
destilar oraciones, y dos velas se consumen en el altar, dos velas
rizadas y pintadas como dos madamas_.
LA ROJA
iDabame mi alma que aqui la toparia!
SABELITA.
No te ha enganado.
LA ROJA
Cuando remate sus obligaciones, tiene de venirse conmigo.
SABELITA
?Adonde?
LA ROJA
A la casona.
SABELITA
Roja, no quiero verlos mas, ni al padre ni a los hijos....
LA ROJA
A los rapaces, no digo... Mas al senor mi amo fuerza es que le vea.
Cordera, por ese mor vengo procurandola. Esta el cuitado como adolecido
desde que tuvo el primer anuncio, que fueron las luces de la Santa
Compana.
SABELITA
?Vio a la Santa Compana?
LA ROJA
Si la vio.... Era una hueste muy luenga de animas en pena, todas
vestidas de blanco. Pareciosele de noche en el Campo de la Iglesia.
SABELITA
iAlla, en Viana!
LA ROJA
iY en la misma hora que dejaba el mundo Dama Maria!... El marinero con
la carta llego despues.... Don Galan bajo conmigo a franquealle la
puerta.
SABELITA
?Vosotros vinisteis con Don Juan Manuel?
LA ROJA
Nosotros vinimos por tierra. iAy, cuide de no llegar! El senor mi amo,
embarco solo en la barca que luego fue naufraga.
SABELITA
iQue desgracia tan grande! Recemos una Salve por el descanso de esos
pobres marineros ahogados.
LA ROJA
Estaba de Dios que ellos pereciesen y que el amo se salvase.
_Las dos rezan a media voz, con un bisbiseo devoto y confuso, que se
junta en las sombras de la capilla al chisporroteo de las velas. Las
dos inclinan las cabezas y ponen en blanco los ojos para poder alzarlos
al altar, desde donde responde a su mirada, la mirada extatica de una
Dolorosa. El parpadeo de las luces da una apariencia de vida al cerco
amoratado de aquellos ojos, a la boca dolorida, a las mejillas con dos
lagrimas de cristal. Sabelita y la vieja se santiguan al terminar su
rezo_.
LA ROJA
Pronto cerraran la iglesia. iVamonos!
SABELITA
Yo, no....
LA ROJA
Es una obra de caridad que acuda a llevarle un consuelo.
SABELITA
Tu sabes que no puede ser....
LA ROJA
Agora es solamente un pecador arrepentido.
SABELITA
?Que dice?
LA ROJA
Con nadie habla y a nadie quiere ver. Encerrado en la alcoba donde
murio la santa, se oyen sus pasos, que vienen y que van.... Cuando
alguien se acerca requiere la escopeta y amenaza con matarle.
SABELITA
?Tu no le has visto?
LA ROJA
No, cordera. Su pensamiento es dejarse morir de hambre.
SABELITA
?Y que puedo hacer?
LA ROJA
Venir a suplicarle.
SABELITA
No oira mi voz.
LA ROJA
Es la sola que oira.... iNo puede ser que le deje morir solo, como un
can!
SABELITA
iYo no se que hacer!
LA ROJA
?Que le dice su corazon?
SABELITA
iMe dice tantas cosas encontradas!
LA ROJA
?Y ninguna grita mas fuerte?
SABELITA
iAh, si!
LA ROJA
?Por que no obedece esa voz.
SABELITA
iTemo el pecado!...
_Sabelita se santigua, y la rosa marchita de su boca se estremece con
el murmullo de mi rezo. Sus ojos se clavan en el altar, y las dos velas
que lloran sin consuelo sobre las arandelas de cristal, al alma llena
de supersticiones milenarias le fingen dos mujeres desmidas que se
consumen en llamas, no sabe si las del pecado, si las del infierno. Un
viejo de guedejas blancas cruza la iglesia agitando alunas llaves en
manojo_.
LA ROJA
Vamonos, cordera, que ya San Pedro anda tocando los fierros.
SABELITA
Vamonos....
LA ROJA
?No le acordo una resolucion la Santisima Virgen?
SABELITA
No.
LA ROJA
?Sigue batallando con sus dudas?
SABELITA
iAy, Jesus!
_Salen de la iglesia. En el cancel esperan las viudas de los naufragos
para tratar del entierro con el senor abad. Es un grupo de mujeres que
huelen a marinada, con los ojos encendidos y las grenas flojas, con los
vestidos humedos, pardos, de una tristeza salobre, restos de otros
lutos_.
LA ROJA
El Senor Don Juan Manuel dispuso que se diese a cada viuda una carga de
maiz. iFue la sola cosa que hablo!
SABELITA
iVamos alla!
LA ROJA
iDios te lo premiara, mi hija!
-
JORNADA TERCERA
ESCENA SEGUNDA
-
_Una antesala en la casona. Andreina hila y otros criados desgranan
maiz, a la redonda de una cesta colmada de mazorcas. Hablan en voz
baja, atentos a los pasos que vienen y van en la alcoba donde murio la
senora ama. La puerta esta cerrada, y de tiempo en tiempo alguno de los
criados se acerca sin ruido y escucha. Los otros callan contemplandole,
y cuando se les junta, otra vez comienza el calido susurro de la
conversacion. Y el rumor de los pasos que vienen y van, parece marcar
todos los gestos y todas las actitudes de aquellos criados que
desgranan mazorcas en la antesala oscura_.
ANDREINA
iTal como agora veis, de dia y de noche!...
EL RAPAZ DE LAS VACAS
iPor la noche se oian sus lamentos!...
LA RECOGIDA
iUna voz de desespero que llenaba toda la casa!
ANDREINA
iLa voz del enemigo que tenia en el cuerpo, y turraba por salir!...
LA REBOLA
iAve Maria!
DON GALAN
iAhi lo teneis arrepentido como un fraile, por lo mucho que hizo sufrir
a la senora ama!
LA REBOLA
?Y dejarase morir de hambre?
DON GALAN
Antes rabiara.
LA REBOLA
iNi que fuera can!
EL RAPAZ DE LAS VACAS
iTengo dolidas las manos! ?Desgrana bien ese carozo, Rebola?
LA REBOLA
Hace el solo la labor.
EL RAPAZ DE LAS VACAS
Yo no atopo uno bueno.
LA REBOLA
Este lo tuve en el lar, por mor que endureciese.
DON GALAN
Si me lo regalas, te doy palabra de casamiento.
ANDREINA
?Y ha de ser ella quien te de el carozo?
EL RAPAZ DE LAS VACAS
iNunca tal vi, ser la mujer quien lleve el carozo!
DON GALAN
Asi juntabamos dos. iNo teneis oido que cuanto mas, mas gracia de Dios!
ANDREINA
iGran maricallo!
_Dona Moncha entra en la antesala, y los criados al verla, callan,
aparecen graves, con algo de sombras en la vastedad de aquella antesala
oscura. No se distinguen los rostros, son los ademanes de una rara
lentitud y las figuras parecen vestir tunicas de niebla_.
DONA MONCHA
?Se oyen sus pasos?
ANDREINA
Si, senora.
DONA MONCHA
iNo descansa!....
DON GALAN
iTiene un verme que le roe y no le deja!
ANDREINA
iComo si estuviese ya difunto, roele un verme!
_Se acerca Dona Moncha a la puerta y escucha. Los pasos se alejan.
Espera. Los pasos retornan ya. Dona Moncha pulsa timidamente en la
puerta. Todos callan y esperan_.
DONA MONCHA
iTio!... iTio!... iQue se esta matando... iTio!... iTio!... iQue es un
pecado lo que hace! iTio!... iTio!....
ANDREINA
iNo contestara!
EL RAPAZ DE LAS VACAS
iHallase firme en dejarse morir de hambre!
DON GALAN
iEsta adolecido!... iTiene el alma ausente!....
_Sin ruido, lentamente, Dona Moncha se aparta de la puerta y se sienta
entre los criados a desgranar espigas. Se oye alguna voz apagada, y el
alarido del viento y las pisadas que vienen y van. Desgranada una cesta
de mazorcas, traen otra. En la antesala vaga ahora una sombra negra, la
sombra del capellan_.
EL CAPELLAN
Los pasos no dejan de oirse ni de dia ni de noche.
DONA MONCHA
iNi de dia ni de noche!
EL CAPELLAN
iConcluira por enloquecer!
DONA MONCHA
iEnloquecido esta ya!
EL CAPELLAN
iNo debiamos dejarle!
DONA MONCHA
iPobres de nosotros, que podremos hacer!... Yo tiemblo cuando me
acerco a esa puerta.
DON GALAN
iTiene un verme que le roe!
ANDREINA
iComo si estuviera ya difunto, comele, comele!....
_El capellan se acerca a la puerta y pulsa con los artejos. Espera un
momento, y como ninguna voz responde, vuelve a pulsar. Les pasos vienen
y van_.
EL CAPELLAN
iSenor Don Juan Manuel!... iSenor Don Juan Manuel!... iDios nos manda
tener valor! Debemos conservar la existencia como un don precioso, y
amarla a pesar de sus espinas....
ANDREINA
iNo respondera!
LA RECOGIDA
iEs como un rey, y a nadie escucha!
_La sombra del clerigo vuelve a vagar por la antesala. Los criados
comentan en voz baja, graves, lentos, reunidos a la redonda de la cesta
llena de mazorcas, y sus voces supersticiosas, parece que van en la
oscuridad, de un misterio hacia otro misterio. Y los pasos vienen y
van_.
ANDREINA
iY asi dia y noche!
LA RECOGIDA
iNo descansa!
DON GALAN
iYa tendra su descanso, y que luengo sera!
LA RECOGIDA
iPara siempre!
EL RAPAZ DE LAS VACAS
iNo escucha ninguna voz!
ANDREINA
iYa escuchara la de Nuestro Senor!
LA RECOGIDA
iEsa todos los nacidos la escuchamos!
ANDREINA
iEs mas fuerte que el huracan!
EL RAPAZ DE LAS VACAS
iY mas que los truenos!
DON GALAN
iY mas que el broar de la mar!
LA RECOGIDA
Esta noche no dejo de oirse la mar de Corrubedo.
LA REBOLA
iDicen que se oye en la redondez de quince leguas!
ANDREINA
iEn toda la redondez del mundo oyese la voz de Nuestro Senor!
_Cesa de pronto la glosa de los criados que hacen rueda desgranando
mazorcas. Artemisa la del Casal, moza blanca y rubia, briosa y
rozagante, con manteo cercado de velludo y capotillo marinan, acaba de
aparecer en el umbral de la antesala. Se la tiene por hija bastarda del
Caballero. Trae de la mano a un nino de ojos picarescos, que se
tambalea sobre los zuecos blancos, que muestran no haber pisado la
tierra. Un tirante amarillo cruza el pecho del rapaz con la prosapia de
una banda, y sujeta el calzon de pana, que no llega a los zuecos. En
una mano sostiene el gorro catalan, que aun tocaba su cabeza al parecer
en la antesala, y en la otra estruja una rana viva_.
ARTEMISA
iSantas y buenas noches! Saluda, Floriano.
EL NINO
iBendito y alabado sea el Santisimo Sacramento del Altar!....
ARTEMISA
Besa la mano al senor capellan. Besa tambien la mano a Dona Moncha.
DONA MONCHA
?Que os trae?
ARTEMISA
Saber si ha tenido mudanza el senor.
EL CAPELLAN
Parece resuelto a dejarse morir.
ARTEMISA
iLa Santisima Virgen de Gundarin no lo permitira!
ANDREINA
?Y si lo quiere asi la Santisima Virgen?
DON GALAN
iTopanse con gana de pleitos en el Cielo!
ARTEMISA
Todo el dia estuve con cuidado, y el pequeno, como sentiame suspirar,
habian de ver que consuelos me daba. ?Y sigue de la misma conformidad
el senor?
DONA MONCHA
De la misma.
ARTEMISA
?Por que le dejan asi? Acabara por subirsele toda la sangre a la
cabeza.
DONA MONCHA
Hablale tu a ver si te responde. iYo tiemblo de acercarme a esa puerta!
_Artemisa la del Casal, se acerca a la puerta con el nino de la mano.
En la alcoba los pasos vienen y van obstinados y extranos como el
pensamiento de los locos. Artemisa atiende algunos momentos_.
ARTEMISA
iPasea en la oscuridad!
EL CAPELLAN
Al entrar en la alcoba, mando clavar las ventanas.
ARTEMISA
iSenor!... iSenor!... ?Ya no me conoce? iSoy Artemisa!... iSenor,
franquee la puerta! iPor el alma de aquella santa! iSenor, que soy
Artemisa!
_Las pisadas que vienen y van dejan de oirse y la puerta se abre con
estrepito. En el umbral, sobre el fondo oscuro de la alcoba, aparece la
figura de Don Juan Manuel Montenegro. Tiene un fulgor de colera en las
pupilas, en las manos de marfil anoso la escopeta, y su barba se
derrama sobre el pecho, tremula y blanca_.
EL CABALLERO
iSera preciso que mate a uno! iNo me dejareis morir en paz!...
iMalditos todos, que llegais a esta puerta y no respetais mi dolor! iYo
tambien sere maldito, porque vosotros no me dejais morir arrepentido!
iMis horas estan contadas!... iTengo ya la sepultura abierta! iDejadme!
iToda la noche han aullado los perros!... iCierro los ojos para morir,
y vuestras voces me despiertan!... iSois como las hienas, que
desentierran a los cadaveres!... iTendre que mataros!... iDejadme,
hienas y lobos y escorpiones!... iDejadme que muera y que la tierra
caiga a punados sobre mis ojos!...
_El viejo linajudo atraviesa la antesala y huye por el largo corredor
lleno de resonancias. Todos se miran en silencio, con ojos de susto, y
se acercan, uno a uno, al umbral de la alcoba que hiede a muerte. Alli
agrupados dudan de entrar, como si continuasen oyendo aquellos pasos
obsesos y viesen la sombra, en la sombra ir y venir_.
ARTEMISA
iEspanto en el alma me pusieron sus palabras!
DONA MONCHA
iSon bien de espantar!
LA RECOGIDA
iQuiere morir!
ANDREINA
iY buscara la muerte!
ARTEMISA
iY condenara su alma!
LA RECOGIDA
iAdonde ira!
DON GALAN
iSi no le temiere, iria tras el!
El CAPELLAN
iNo acosemos al leon!... Si nuestros ojos no pueden seguirle, que le
sigan nuestras oraciones.
_El capellan pasea la estancia de uno a otro testero, con un murmullo
de rezo, y los criados, reunidos a la redonda de la cesta colmada de
mazorcas, hablan en voz baja. De pronto se oyen pisadas de caballos
refrenados ante el porton_.
DONA MONCHA
?Que sera en tal hora?
EL CAPELLAN
Los lobos que bajan del monte. ?Quienes pueden ser sino los hijos?....
DON GALAN
Llegan para repartirse la herencia.
ARTEMISA
iPronto tuvieron noticia!....
DON GALAN
iAlguna bruja!....
ANDREINA
iDe hoy son nuestros amos.
-
JORNADA TERCERA
ESCENA TERCERA
-
_Don Juan Manuel Montenegro cruza una y otra calle, calles angostas
asombradas por altas tapias, sobre las cuales ya se derrama una
higuera, ya descuella un cipres. iViejas calles de una vieja villa
feudal, con iglesias, con caserones, con huertos conventuales! De los
negruzcos aleros gotea la lluvia, y en las angostas ventanas que se
abren debajo asoma el contorno de un gato, alguna rara vez_.
EL CABALLERO
?Donde esperar la muerte sin que me acosen con sus voces?... ?En que
oscura cueva de lobo o de leon ire a esconderme?... iNo hallo paz en la
vida!iFui pastor de lobos y ahora mis ganados me comen iEngendre
monstruos y estoy maldito! ?Por que de aquel vientre de mujer santa
salieron demonios en vez de angeles con alas? iEstaba maldito el
sembrador! iEstaba maldita la simiente! iMuerte, no tardes! iSacame de
este pozo de sierpes y dame a tus gusanos!... iQue me coman tus hijos,
pero no los mios! iMuerte, no tardes! iDios, si por mis pecados no me
quieres, deja que me arrebate Satanas!
_El Caballero cruza ante dos mujeres que se asustan del encuentro.
Pasa sin verlas y solamente se detiene cuando le llaman con planideros
gritos. Entonces reconoce a la vieja criada y a Sabelita_.
LA ROJA
iSenor mi amo, adonde camina en esta hora?
SABELITA
iDon Juan Manuel! iMadre de Dios!
LA ROJA
iSenor, adonde camina con la blanca cabeza descubierta a la lluvia?
EL CABALLERO
?De que infierno habeis salido? ?Por que me deteneis? ?Por que me
hablais cuando huyo de vuestras voces?... iIsabel, que me quieres? iMe
abandonaste un dia y ahora vuelves a mi, acompanada de una bruja! ?De
que infierno sales, Isabel? ?Cual es tu nombre ahora?
SABELITA
iSoy Isabel, senor!....
EL CABALLERO
iEl demonio no te llama Isabel!... iEl demonio te llama voz de mentira,
cuervo de ingratitud, sierpe de hipocresia, brasa de lujuria!iSolo la
santa de quien fuimos verdugos te llama Isabel! iAy, para ella todos
eramos sus hijos!... iPero Satanas no tiene en los labios el amor de
aquella boca ya muda!... iIsabel, tu para mi te llamas remordimiento, y
esa bruja, bruja!
_Desaparece el Caballero en la sombra. Las dos mujeres, asustadas, no
se atreven a seguirle. Por algunos momentos se oyeron pasos en la
soledad de la calle. iHuecos y resonantes pasos! El Caballero baja a la
playa. El viento bordonea en el mar_.
EL CABALLERO
iMar, tus olas no se abrieron para tragarme!... iQuisiste aquellas
vidas y no quisiste la mia!iSi me tragases, mar, y no arrojases mi
cuerpo a ninguna playa!iSi me sepultases en tu fondo y me guardases
para ti!... iNo me quisiste aquella noche, y soy mas naufrago que esos
cuerpos desnudos que bailan en tus olas!... iTengo la pobreza y la
desnudez y el frio de un naufrago! iNo se adonde ir!... iSi la muerte
tarda, pedire limosna por los caminos!... iY el mar, aquella noche,
pudo caer sobre mi cuerpo, como la tierra de la sepultura, y no me
quiso!... iYa soy pobre! iTodo lo he dado a los monstruos! iMi alma en
otra vida, aquella vida de que huyo, tambien fue un mar, y tuvo
tempestades, y noches negras, y monstruos que habian nacido de mi! iYa
no soy mas que un mendigo viejo y miserable! iTodo lo he repartido
entre mis hijos, y mientras ellos se calientan ante el fuego encendido
por mi, yo voy por los caminos del mundo, y un dia, si tu no me
quieres, mar, morire de frio al pie de un arbol tan viejo como yo! iLas
encinas que planto mi mano no me negaran su sombra, como me niegan su
amor los monstruos de mi sangre!....
_A lo largo de la playa bajan tres negras figuras. Sobre sus hombros
se alarga un palo, que alla en su extremo parece levantar hacia la luna
en dos cuernos, la dentadura de una vieja. Las tres figuras negras van
delante del Caballero. De tiempo en tiempo se detienen, y sobre las
olas crestadas de espuma alargan sus varales, y los dientes de bruja
que se abren al extremo desaparecen sepultos en el mar. El Caballero
pasa por entre aquellas figuras que, asombradas, le reconocen. Son tres
mendigos que en las noches de resaca catean por la playa buscando los
tesoros de un naufragio. El viejo linajudo tambien reconoce aquellas
sombras. El Morcego, la coima, y un loco que se llama Fuso Negro_.
EL CABALLERO
?Que trasgo o que bruja os ha convocado aqui?
FUSO NEGRO
La luna....
LA MUJER DEL MORCEGO
Buscamos los tesoros de una gran nave que venia no se sabe de donde....
EL MORCEGO
Un gran bergantin, que naufrago en la mar de Corrubedo.
LA MUJER DEL MORCEGO
Pudiera suceder que las olas tuviesen mas caridad que algunos
corazones, y esta noche nos arrojasen alguna cosa, remedio de nuestra
pobreza.
EL CABALLERO
iLas olas no tienen caridad!
LA MUJER DEL MORCEGO
Para muchos la tuvieron....
EL MORCEGO
Y no hay otra playa como esta, adonde salgan tantas tablas de navios.
LA MUJER DEL MORCEGO
Y por veces cosas de gran riqueza....
FUSO NEGRO
Plata fina, y joyas....
EL CABALLERO
iY tambien algun ahogado comido de los peces!
FUSO NEGRO
Hace anos salio el cuerpo de un rey con su corona de oro y pedreria...
Traiala tan bien puesta, que no se le pudo arrancar y fue menester
cortarle la cabeza....
EL CABALLERO
iCon cuantos naufragos no habra hecho lo mismo vuestra codicia!
FUSO NEGRO
Aquel era un rey de moreria. La sangre que le manaba del cuello era
negra.
EL CABALLERO
Si yo hubiera naufragado aquella noche, vosotros tambien habriais
segado mi cabeza, aun cuando no llevase una corona. Se la venderiais a
mis hijos y os la pagarian bien.
LA MUJER DEL MORCEGO
iNo diga, tal senor!
FUSO NEGRO
Se la presentariamos en una fuente de plata cuando estuviesen sentados
a la mesa.
EL CABALLERO
Y se la comerian como un rico manjar.
FUSO NEGRO
Don Pedrito diria: iYo quiero la lengua! Don Gonzalito diria: iYo
quiero los ojos! iY como le habian de chascar bajo los dientes!
EL CABALLERO
iY se matarian disputandoselos!
FUSO NEGRO
Los huesos serian para los canes.
EL CABALLERO
Los canes no comen a los amos.
LA MUJER DEL MORCEGO
?Y pueden los hijos comer a los padres, mi senor?
EL CABALLERO
iA mi me comieron el corazon!
FUSO NEGRO
Aun cuando lo arrancaren del pecho con los dientes, vuelve otro a
nacer. Retona como un verde laurel... iNo hay que tener miedo!
LA MUJER DEL MORCEGO
Solo lo come de raiz, el verme de la muerte. En tanto dure la vida, es
como una fontela donde todos acuden a beber y nadie la seca.
EL MORCEGO
Una fontela tiene agua para todas las sedes.
EL CABALLERO
?Y no habeis visto fuentes secas?
EL MORCEGO
En tiempo de calores.
LA MUJER DEL MORCEGO
Mas aquellas habialas secado el sol, y no la boca de un sediento.
FUSO NEGRO
Los lobos que quieren beberse toda el agua de las fuentes, mueren como
odres reventadas.
EL CABALLERO
?Por que habeis dicho que el corazon es como una fuente? En las fuentes
se envenenan las aguas y mueren los que beben de ellas....
EL MORCEGO
iTambien el corazon tiene su ponzona!
EL CABALLERO
Pero no la vierte en las bocas que le muerden, sino que las recibe de
ellas.
FUSO NEGRO
El corazon es como la nina del ojo. Adonde mira aquello tiene en el
fondo. Unas veces fuente, y otras roquedo... Unas veces los dientes
arreganados de un lobo, y otras un resplandor.
EL CABALLERO
?Por que diran que estas loco, Fuso Negro?
LA MUJER DEL MORCEGO
Dicelo el, por no trabajar.
FUSO NEGRO
Lo dicen los rapaces por poder tirarme piedras. En todas las villas
tiene de haber un loco y un mayorazgo.
EL MORCEGO
Ya baja la marea. Hoy las ondas no quisieron hacer nuestra suerte.
LA MUJER DEL MORCEGO
iSi la hace con una limosna el senor mayorazgo!...
EL CABALLERO
He llegado a ser tan pobre como vosotros. Si no tuviese abierta la
sepultura, tendria que ir en vuestra caravana por los caminos,
mendigando el pan. La muerte ya marco mis horas, y para poder morir en
paz, he abandonado a mis hijos todo cuanto tenia.
LA MUJER DEL MORCEGO
?Y adonde va en esta noche?
EL CABALLERO
Ya os dije que voy a morir.
LA MUJER DEL MORCEGO
La muerte viene sin que la llamen. iNo la busque que es muy grande
pecado, senor!
EL CABALLERO
No la busco... iLa espero porque me fue anunciada!... Un gran cirio,
todo de luz, se ha encendido dentro de mi y me guia y me alumbra. He
visto en abismos donde solo se ve cuando se tiene cavada la fosa. He
aprendido, al final de mis dias, que todos debemos traer por lecho de
muerte un muladar, y voy a el. La tierra ha de darmelo, mucho antes que
el mar, a vosotros, esos tesoros de naufragios que buscais....
_El Caballero se aleja lentamente. Los tres mendigos le miran
desvanecerse entre los roquedos de la playa. La Luna parece agigantar
la figura del viejo hidalgo y poner un nimbo en su cabeza blanca y
desnuda_.
-
JORNADA TERCERA
ESCENA CUARTA
-
_Una costa brava ante un mar verdoso y temeroso. Lomas de arena, con
pinares desmedrados en lo alto, y en la bajada un charcal salobre,
donde blanquean los huesos de una vaca. Larga bandada de cuervos
revolotea sobre aquella carrona, bajo un cielo gris de amanecer. En el
fondo de una caverna socavada por el mar, el viejo linajudo espera la
muerte como un viejo leon. Ante sus ojos nublados ve aparecer la sombra
de Fuso Negro_.
FUSO NEGRO
Tou! iTou! iTou!... Ya somos dos.
EL CABALLERO
iTampoco aqui podre estar solo para morir en paz!...
FUSO NEGRO
El senor mayorazgo tiene sus palacios y su cama con dosel... Aqui
haransele llagas las costas....Para el cuerpo de los senores es muy
duro el cocho de Fuso Negro.
EL CABALLERO
?Duermes en esta cueva?
FUSO NEGRO
Unas veces duermo y otras veces velo.
EL CABALLERO
iYo te pido que me dejes morir aqui!
FUSO NEGRO
?Quiere hacerse ermitano el senor mayorazgo? Irase el loco a reinar en
sus palacios. Tendra su manto de una sabana blanca y su corona
ribeteada de papel. Tendra su mesa con pan de trigo y cuatro odres
haciendo una cruz. El uno de vino del Rivero, el otro de vino de la
Ramallosa, el otro de vino blanco Alvarino y el otro del buen vino que
beben los abades en la misa, y si parida, el ama en la cama. iIrase el
loco a los palacios del senor mayorazgo!
EL CABALLERO
Ya no tengo palacios. Todo lo he repartido entre mis hijos para que no
acabasen en la horca y fuesen deshonra de mi linaje. iTodo lo di!
FUSO NEGRO
iTou! iTou! iTou!... iYa somos hermanos!
EL CABALLERO
Un angel y un demonio me estan abriendo la sepultura, a la luz de un
cirio. El angel cava, el demonio cava... Uno a la cabecera, otro a los
pies... El demonio con una guadaña, el angel con una concha de oro. ?No
los ves, hermano Fuso Negro? El angel cava, el demonio cava....Uno a la
cabecera, otro a los pies....
FUSO NEGRO
El angel cava, el demonio cava....iBien que los veo! El demonio agora
enciende un cigarro con un tizon que saca del rabo.
EL CABALLERO
?Tu los ves, Fuso Negro?
FUSO NEGRO
iSi que los veo!
EL CABALLERO
?Estas seguro?
FUSO NEGRO
iSi que los veo!
EL CABALLERO
Yo dudaba que fuese delirio de mis sentidos.... Apenas distingo tu
sombra en esta cueva. He venido aqui para morir....Fui toda mi vida un
lobo rabioso, y como lobo rabioso quiero perecer de hambre en esta
cueva....Hermano Fuso Negro, me cortaras la cabeza y se la llevaras a
mis hijos. Veras como te visten de seda esos monstruos nacidos de mi
sangre.
FUSO NEGRO
?Cuantos son?
EL CABALLERO
Cinco.
FUSO NEGRO
iCinco cirios, cinco rabos, cinco demonios coronados!
EL CABALLERO
iDemonios son!
FUSO NEGRO
Hijos del Demonio Mayor, que cinco veces estuvo en la cama con aquella
que ya dejo el mundo.
EL CABALLERO
iNo la nombres, boca miserable! iBoca de escorpion! iBoca de serpiente!
FUSO NEGRO
?Ya no somos hermanos?....iY todo porque le cuento las burlerias del
Demonio Mayor! Los cinco mancebos son hijos de su ciencia condenada.
iArreniegola! iArreniegola!....De la su mano derecha a cada cual diole
un dedo con su una, para que rabunasen en el corazon de mi hermano el
senor mayorazgo. Hermano de este dia, por parte de los caminos, y de
pedir por las puertas, y de la cueva para morir....Hermano de este
dia....iTou! iTou!....Van por un camino toda la vida los hermanos y no
se reconocen....Van por un camino. iTou! iTou! iTou!
EL CABALLERO
iHermanos todos, todos hijos de Satanas! iY no se reconocen!...
FUSO NEGRO
Tambien hay los hijos de Dios Nuestro Señor....
EL CABALLERO
Todos hermanos por parte de la tierra, que es nuestra madre. ?Tu dices
que mis hijos tienen un dedo de Satanas? Todos los tenemos para robar,
para matar, para hacer una higa....
FUSO NEGRO
Los cinco mancebos son hijos del Demonio Mayor. A cada uno le hizo un
sabado, filo de media noche, que es cuando se calienta con las brujas,
y todo rijoso, aullando como un can, va por los tejados quebrando las
tejas, y metese por las chimeneas abajo para montar a las mujeres y
empreñarlas con una trampa que sabe....Sin esa trampa, que el loco
tambien sabe, no puede tener hijos....Y las mujeres conocen que tienen
encima al enemigo, porque la flor de su sangre es fria. El Demonio
Mayor anda por las ferias y las vendimias, y las procesiones, con la
apariencia de una moza garrida, tentando a los hombres. Frailes y
vinculeros son los mas tentados. iAy, hermano, cuantas veces habremos
estado con una moza bajo las vinas sin cuidar que era el Demonio Mayor
de los Infiernos! El gran ladron se hace moza para que le demos nuestra
sangre encendida de lujuria, y luego, dejandonos dormidos, vuela por
los aires....Con la misma apariencia del marido se presenta a la mujer
y se acuesta con ella. iCata la trampa, porque entonces tiene la calor
del hombre la flor de su sangre y puede emprenar! Al senor mayorazgo
gustabanle las mozas, y por aquel gusto el Diablo haciale cabron y se
acostaba con Dama Maria.
EL CABALLERO
Yo no soy cabron.
FUSO NEGRO
El Diablo pusole sus cuernos.
EL CABALLERO
Tendrian que ser cabrones todos los hombres para que lo fuese Don Juan
Manuel Montenegro.
FUSO NEGRO
iTodos lo son, y por eso esta lleno el mundo de hijos de Satanas!
_Aqui Fuso Negro saca un mendrugo de entre la camisa y comienza a
roerlo, con la mirada adusta y obstinada. El Caballero cierra los ojos
y se recuesta sobre las algas que sirven al loco de camada. Se oye el
bordon del viento y el tumbo de las olas en la playa. El Caballero
suspira sin abrir los ojos_.
EL CABALLERO
?Tienes hambre, hermano Fuso Negro?
FUSO NEGRO
Los vinculeros y los abades sientanse a una mesa con siete manteles, y
llenan la andorga de pan trigo y chicharrones. Luego a dormir y que
amanezca. iJureles asados!....iSartenes sin rabos!....iUna vieja con
los ojos encarnados!... El loco tiene siempre hambre!....
EL CABALLERO
iLa furia de tus dientes me desvela!
FUSO NEGRO
iEs duro como un hueso este rebojo!
EL CABALLERO
iYo hace dos dias que no como, y toda el hambre dormida se despierta
oyendote roer!....
FUSO NEGRO
iParezco un can!
EL CABALLERO
?Es el mar o son tus dientes en el mendrugo?
FUSO NEGRO
iComo broa el mar!
EL CABALLERO
iNo se si el mar, si tus dientes, hacen ese gran ruido que no me deja
descansar y se agranda dentro de mi!
FUSO NEGRO
iEs la voz de la cueva!
_El Caballero se tiende sobre las algas que sirven de camada a Fuso
Negro. En la concavidad del escabon parece aletear un gran pajaro
invisible que acordase su vuelo con la voz del viento y el tumbo de las
olas. La cortina cenicienta de la lluvia ondula en el claro de luz que
recorta la boca de la cueva. Algunas sombras llegan a cobijarse y se
agrupan en el umbral, alentando afanosas de la carrera. Aquellas
figuras que huyen del nublado se destacan por oscuro sobre el fondo del
mar tendido de espuma. Son cuatro ninos descalzos, con los pelos
crespos y una mujer de luto_.
LA MUJER
iTiempo de aguas!....iTiempo de tormentas!.... iTiempo
maldito!....iMiseria para los pobres!....iLutos y hambres!....iCubrese
el sol!....iSentarvos en la tierra a descansar, mis hijos!...iAun hemos
de ir mucho por este arenal!...iVos doleran los pies si no
descansais!... iRepartirvos ese pan!....iTiempo de
tormentas!....iTiempo de dolor!...
FUSO NEGRO
Si tuviesemos un amparo de lena encenderiamos una hoguera.
LA MUJER
No se distingue en esta oscuridad ... ?Eres tu, Fuso Negro? Si bajaste
por este arenal de lobos, acaso sabras en que playa echaron las olas el
cuerpo de un ahogado. A la media noche llegaron a decirmelo. Batieron
en la ventana. No conoci quien era.
FUSO NEGRO
?Inda la mar no quiso darte el cuerpo de Venturoso?
LA MUJER
Dijo la voz que en la playa de Campelos....Alla voy por ver si le
reconozco. Las cuatro criaturas despertaronse llorando al oir petar en
la ventana.... iCreian que era el anima de su padre! Esta manana,
rayando el dia, fui a la casa grande por tener un socorro para este
camino tan largo. iEcharonme los canes!....iMalditos sean todos los
ricos!
FUSO NEGRO
Largo camino haces para las criaturas. Si les atares una cuerda, podias
descansadamente llevarlas por la mar y tu ir por la tierra.
LA MUJER
...iY tenian dicho que darian socorro a las viudas y a los huerfanos!
iEl mayorazgo huyose para no cumplirnos la manda! iCinco lobos dejo
alrededor de su silla vacia! iAy, Montenegro, negro de corazon! iPor tu
imperio se hicieron aquellos pobres a la mar, en una noche tan fiera!
iCuando seais mozos, reclamarle cuentas, mis hijos, que el os dejo sin
padre! iMal can le arranque el corazon y lo lleve por este arenal! iMal
cuervo le coma los ojos! iMalas ortigas le broten en el pecho! iMal
avispero le nazca en la lengua!
EL CABALLERO
iCalla, mujer, que tus maldiciones ya se cumplen!
_El Caballero se incorpora en el lecho de algas, y la viuda y los
cuatro niños tiemblan al reconocerle. En la oscuridad de la cueva
apenas se distingue la sombra del viejo linajudo, y su voz tiene una
resonancia oscura de caos y tinieblas como si saliese de la oquedad del
roquedo_.
LA MUJER
iTanta es la dolor de mi alma, que hablo sin sentido!... iPor estas
cuatro criaturas, no me haga mal, senor Vinculero!
EL CABALLERO
iFuiste a mi casa y encontraste cerrada la puerta!
LA MUJER
iMe echaron los canes!....iPedia un bien de caridad para abrir una
cueva!....
FUSO NEGRO
iCinco cirios, cinco rabos, cinco demonios coronados!
EL CABALLERO
iYo cavare la cueva para tu marido! Si faltase azada, la cavare con mis
manos....Para la mortaja ire a pedir una limosna en la casa que fue
mia, y si hallo la puerta cerrada la derribare para que entres tu con
tus hijos....
FUSO NEGRO
iY el loco tambien!
EL CABALLERO
iHare respetar mi voluntad! Los muertos seran sepultos y amparados los
vivos. Se cumpliran todas las mandas que ordene. Venid conmigo, y en el
umbral de mi Casa me vereis pedir una limosna para vosotros. Despues,
cumplanse tus maldiciones, y lleven los perros por este arenal mi
corazon desesperado.
_El Caballero sale de la cueva. La lluvia moja su cabeza blanca y su
barba patriarcal que aborrasca el viento, llevandola de uno al otro
hombro. La viuda, el loco y los niños le siguen como sombras de su
delirio. Van los niños atenazados a la falda de la madre, y llorando de
miedo. Todos parecen perdidos en la vastedad del paramo_.
EL CABALLERO
iDesfallezco de hambre!....iNo veo!...iApenas puedo andar!... Esos
niños que me den un poco de su pan.
LA MUJER
iYa nada les queda, señor!
EL CABALLERO
iDios haga que no caiga muerto en medio del camino! iVamos!
-
JORNADA TERCERA
ESCENA QUINTA
-
_La hueste de mendigos descansa al sol ante el portal de la casona y
se tiende por la orilla del camino aldeano. Sobre la veleta del horreo,
el gallo clarinea, en el sol, dorado y soberbio_.
DOMINGA DE GOMEZ
iDe toda la vida lo recuerdo! Al son de las doce repartiase el pan y
las berzas a los pobres que acudiamos a este portal. Era una caridad de
fundacion. Venia desde los difuntos señores que levantaron la casona.
EL MANCO DE GONDAR
iY esta puerta, que siempre estuvo franca para los desvalidos, cierrase
agora!
EL MANCO LEONES
iNo heredaron los hijos la honrada ley de los padres!
LA MUJER DEL MORCEGO
Catailos los amos. Murio la madre, y el padre fuese por el mundo,
dejandolo todo. En la ribera del mar lo topamos que iba con la cabeza
descubierta a la lluvia.
EL MORCEGO
iClamaba por la muerte!
EL POBRE DE SAN LAZARO
Todo lo dejo para ser pobre como nosotros y tener su silla de oro en el
Cielo.
EL MANCO LEONES
Los herederos la tendran de espinas en el Infierno.
DOMINGA DE GOMEZ
Cierran su puerta a los pobres, que son hijos de Dios Nuestro Señor.
ADEGA LA INOCENTE
El Divino Jesus tambien anduvo pidiendo por los caminos del mundo con
unas alforjinas a cuestas que le bordara la Virgen Madre.
EL MANCO LEONES
?Y adonde se habra retirado el noble Caballero?
LA MUJER DEL MORCEGO
iY quien lo sabe!
DOMINGA DE GOMEZ
Para hacer penitencia iriase al monte, donde tiene un gran pazo.
EL POBRE DE SAN LAZARO
Alli guarda cinco mozas, y no iria si esta talmente arrepentido.
LA MUJER DEL MORCEGO
iEscuchad la voz de los hijos en la casona!
DOMINGA DE GOMEZ
iVanse a matar!
EL MORCEGO
iPelean haciendo las participaciones!
EL POBRE DE SAN LAZARO
iEn la gran Jerusalen, hace cientos de años, oyeronse estas mismas
voces, que las daban los judios, repartiendose la tunica de Nuestro
Senor Jesucristo!
DOMINGA DE GOMEZ
iTalmente son judios!
EL POBRE DE SAN LAZARO
iComo tales judios obran, cerrando su puerta a los pobres y echandolos
al camino! iLas migajas de su mesa se las dan a los canes!
DOMINGA DE GOMEZ
iLa suerte de un pobre es mas triste que la de un can!
EL POBRE DE SAN LAZARO
iPorque un pobre sabe resignarse, y un can rabia!
_Se abre un postigo en el gran porton de la casona, y uno a uno van
saliendo los criados:--La Roja, Don Galan, La Recogida.--Tras ellos, el
postigo vuelve a cerrarse_.
LA ROJA
iBien mala cosa es la vejez!
DON GALAN
iUn hueso que nadie lo quiere roer, si no es la muerte!
LA RECOGIDA
?Adonde iremos, señora Micaela?
LA ROJA
Tu eres moza, y en cualquier banda hallaras acomodo.... iPero yo,
triste de mi, con tantos anos a cuestas, que voy a cumplir el
ciento!... ?Adonde ire, despedida de esta casa, donde gane el pan toda
mi vida?... iBien se me alcanza que no podia ya ganarlo!... iY una
boca, aun cuando no tenga dientes, es una carga muy grande!... iY lo
mucho es poco, cuando se reparte! iY si los reinos se deshacen, que no
sera las casas!... iEsta casa fue muy grande, mas agora repartida no
sera nada!... iPor eso, si culpo, es a la muerte que tanto me tarda!
LA RECOGIDA
Solamente tuvo suerte la senora Andreina.
DON GALAN
Porque tiene tres cabras que se acochan con los lobos.
LA ROJA
Morire en un camino, al pie de un bardal.
LA RECOGIDA
iJuntas nos atrapo la tormenta, senora Micaela!
DON GALAN
Iremonos los tres por luengas tierras pidiendo una limosna. A mi
llevareisme en un carreton.
LA ROJA
iPudiera yo como tu trabajar!
DON GALAN
Pero no tengo voluntad.
LA ROJA
iSe me parte el corazon al separarme de estas piedras!... iPierdo a mis
amos, pierdolos para siempre, yo que los vi nacer!....
DON GALAN
iNosotros somos ovejas y ellos son lobos que nos ensenan los dientes!
LA ROJA
iSon leones y de mucha nobleza!
_Don Juan Manuel llega por aquel camino aldeano, de verdes orillas. El
loco, la viuda y los huerfanos le acompañan. El Caballero camina entre
ellos como un viejo patriarca entre su prole: Dolor, Miseria y Locura_.
DON GALAN
iCatay, el amo que torna!
DOMINGA DE GOMEZ
iVuelve a su silla el rey de Castilla!
EL MANCO LEONES
iVuelven los desvalidos a tener padre!
LA ROJA
iCon cuanta dolor camina!
LA RECOGIDA
iNos topabamos como ovejas sin pastor, y cuidad que llega!
DON GALAN
iNo es el pastor, sino el mastin! iVeredes que dientes le muestra a los
lobos!
_El Caballero, con el andar desfallecido, llega a la puerta y pulsa.
Apoyado en la jamba, espera. Los mendigos y los criados se agrupan
detras, todos en un gran silencio. El Caballero vuelve a pulsar en la
puerta, y acompana con grandes voces los golpes de su puno cerrado_.
EL CABALLERO
iAbrid, hijos de Satanas! iAbrid estas puertas que cierra vuestra
codicia! iAbridlas de par en par, como teneis abiertas las del
Infierno! iAbridlas para que entren los que nunca tuvieron casa! iSoy
yo quien despues de haberoslo dado todo, llego a pediros una limosna
para ellos! iSoy yo, quien pobre y miserable, golpea esta puerta
cerrada! iHijos de Satanas, no hagais que mi colera la derribe y entre
por ella, como quien es, Don Juan Manuel Montenegro! iAbrid, hijos de
Satanas!
_Resuenan en el ancho zaguan los golpes del Caballero. Ante la puerta
hostil y cerrada se levanta, como un oleaje, el vocerio de la hueste
mendicante y los viejos criados despedidos de la casona_.
LA VOZ DE TODOS
iAbran a su padre! iAbran a su padre!
EL CABALLERO
iDerribad la puerta! iMis verdaderos hijos sois vosotros!
LA VOZ DE TODOS
iTengan caridad para su padre! iCaridad y respeto! iCaridad y respeto!
EL CABALLERO
iEso lo da solo el amor!
_Por las mejillas del viejo linajudo ruedan dos lagrimas que se
pierden en la nieve de su barba. Los mendigos y los criados se arrojan
sobre la puerta_.
LA VOZ DE TODOS
iTengan ley de Dios!
EL CABALLERO
iDadme un hacha!
LA VOZ DE TODOS
iTengan ley de Dios!
EL CABALLERO
iPoned fuego a la casa por sus cuatro esquinas! iPerezcan entre llamas
los hijos del Infierno!
LA VOZ DE TODOS
iNo hay ley de Dios! iNo hay ley de Dios!
_De pronto cesa el clamor. Espantados de sus voces, mendigos y criados
oyen en un gran silencio descorrer los cerrojos de la puerta: Se abre
rechinando, y sobre el umbral, como una sombra de malas artes, aparece
Andreina. Al mismo tiempo, asoman con barbara violencia los cuatro
segundones en aquel balcon de piedra que remata con el escudo de armas:
iAguilas y Lobos! Todos hablan en un son_.
DON MAURO
iYa teneis franca la puerta!
DON ROSENDO
iEntrad, si os atreveis!
DON MAURO
iEl que cruce esos umbrales no vuelve a salir!
DON GONZALITO
iAtreveos, miserables!
DON FARRUQUINO
iYa no gritais, mal nacidos!
EL CABALLERO
iEntrad conmigo todos! iMis verdaderos hijos sois vosotros! iAyudadme
para que pueda saciar vuestra hambre de pan y vuestra sed de justicia!
iAyudadme como hijos! iAyudadme como animales hambrientos, como
arcangeles o como demonios! iRabiad, ovejas!
_Todos permanecen ante la puerta cobardes, mudos y quietos. El
Caballero entra solo, y sus voces bajo la boveda del zaguan, se alejan
y se pierden. Los cuatro mancebos se retiran del balcon, unanimes en el
impulso violento y fiero. Andreina empuja la puerta para cerrarla, y en
aquel momento adelantase la Figura gigante del pobre lazarado, derriba
por tierra a la bruja y penetra en el zaguan clamando, y todos le
siguen repitiendo sus voces_.
EL POBRE DE SAN LAZARO
iEs nuestro padre! iEs nuestro padre!
LA VOZ DE TODOS
iEs nuestro padre!
-
JORNADA TERCERA
ESCENA FINAL
-
_La cocina de la casona. En el hogar arde una gran fogata y las
lenguas de la llama ponen reflejos de sangre en los rostros. Los cuatro
segundones aparecen sobre el fondo oscuro de una puerta, cuando la
cocina es invadida por la hueste clamorosa que sigue al Caballero_.
EL CABALLERO
iSoy un muerto que deja la sepultura para maldeciros!
DON FARRUQUINO
iPadre, tengamos paz!
DON ROSENDO
iFuera de aqui toda esa gente!
EL CABALLERO
iSon mis verdaderos hijos! iPara ellos os pedi una limosna y halle
cerrada la puerta!
DON MAURO
iYa la tiene franca!
EL CABALLERO
iLlego para hacer una gran justicia, porque vosotros no sois mis
hijos!... iSois hijos de Satanas!
DON FARRUQUINO
Entonces somos bien hijos de Don Juan Manuel Montenegro.
EL CABALLERO
iAy, yo he sido un gran pecador, y mi vida una noche negra de rayos y
de truenos!... iPor eso a mi vejez me veo tan castigado!... iDios, para
humillar mi soberbia, quiso que en aquel vientre de mujer santa
engendrase monstruos Satanas!... iSiento que mis horas estan contadas;
pero aun tendre tiempo para hacer una gran justicia. Vuelvo aqui para
despojaros, como a ladrones, de los bienes que disfrutais por mi! iDios
me alarga la vida para que pueda arrancarlos de vuestras manos infames
y repartirlos entre mis verdaderos hijos! iSalid de esta casa, hijos de
Satanas!
_A las palabras del viejo linajudo, los cuatro segundones responden
con una carcajada, y la hueste que le sigue calla suspensa y religiosa.
El Caballero adelanta algunos pasos, y los cuatro mancebos le rodean
con barbaro y cruel vocerio, y le cubren de lodo con sus mofas_.
DON MAURO
iHay que dormirla, Senor Don Juan Manuel!
DON ROSENDO
?Donde la hemos cogido, padre?
DON GONZALITO
iBuen sermon para Cuaresma!
DON FARRUQUINO
iNo mezclemos en estas burlas las cosas sagradas!
DON ROSENDO
?Donde hay una cama?
DON MAURO
Vosotros, los verdaderos hijos, salid, si no quereis que os eche los
perros. iPronto! iFuera de aqui! iA pedir por los caminos! iA robar en
las cercas! iA espiojarse al sol!
_El segundon atropella por los mendigos y los estruja contra la puerta
con un impulso violento y fiero, que acompañan voces de gigante. La
hueste se arrecauda con una queja humilde: Pegada a los quicios inicia
la retirada, se dispersa con un murmullo de cobardes oraciones. El
Caballero interpone su figura resplandeciente de nobleza: Los ojos
llenos de furias y demencias, y en el rostro la altivez de un rey y la
palidez de un Cristo. Su mano abofetea la faz del segundon. Las llamas
del hogar ponen su reflejo sangriento, y el segundon, con un aullido,
hunde la maza de su puño sobre la frente del viejo vinculero, que cae
con el rostro contra la tierra. La hueste de siervos se yergue con
un gemido y con el se abate, mientras los ojos se hacen mas sombrios en
el grupo palido de los mancebos. Y de pronto se ve crecer la sombra del
leproso, poner sus manos sobre la garganta del segundon, luchar
abrazados, y los albos dientes de lobo y la boca llagada, morderse, y
escupirse. Abrazados caen entre las llamas del hogar. Transfigurado,
envuelto en ellas, hermoso como un haz de fuego, se levanta el Pobre de
San Lazaro_.
EL POBRE DE SAN LAZARO
iEra nuestro padre!
LA VOZ DE TODOS
iEra nuestro padre! iEra nuestro padre!....
LA VOZ DE LOS HIJOS
iMalditos estamos! iY metidos en un pleito para veinte años!
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ACABOSE DE IMPRIMIR ESTE LIBRO
EN LA IMPRENTA DE SAEZ HERMANOS
EN MADRID A XII DIAS
DEL MES DE ABRIL
DE MCMXXII
AÑOS
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DRAMATIS PERSONAE
EL CABALLERO DON JUAN MANUEL MONTENEGRO
SUS HIJOS DON PEDRITO, DON ROSENDO, DON MAURO, DON GONZALITO Y DON
FARRUQUINO
SUS CRIADOS DON GALAN, LA ROJA, EL ZAGAL DE LAS VACAS, ANDREINA, LA
REBOLA Y LA RECOGIDA
DON MANUELITO SU CAPELLAN
ABELARDO PATRON DE LA BARCA, LOS MARINEROS Y EL RAPAZ
DONA MONCHA Y BENITA LA COSTURERA, FAMILIARES DE LA CASA
LA HUESTE DE MENDIGOS DONDE VAN EL POBRE DE SAN LAZARO, DOMINGA DE
GOMEZ, EL MANCO LEONES, EL MANCO DE GONDAR, PAULA LA REINA QUE DA EL
PECHO A UN NINO, ANDREINA LA SORDA Y EL MORCEGO CON SU COIMA
ARTEMISA LA DEL CASAL, BASTARDA DEL CABALLERO, CON UN HIJO PEQUENO A
QUIEN LLAMAN FLORIANO
EL CIEGO DE GONDAR CON SU LAZARILLO
FUSO NEGRO, LOCO
UNA TROPA DE SIETE CHALANES: SON MANUEL TOVIO, MANUEL FONSECA, PEDRO
ABUIN, SEBASTIAN DE XOGAS Y RAMIRO DE BEALO CON SUS DOS HIJOS
DONA ISABELITA, QUE fue BARRAGANA DEL CABALLERO
UNA VIUDA CON SUS CUATRO HUERFANOS
LA SANTA COMPANA DE LAS ANIMAS EN PENA