Stephen King
The Dark Man
Published in "Ubris", 1969 and later in Moth, 1970.
I have stridden the fuming way
of sunhammered
tracks and
smashed cinders;
I have ridden rails
and bummed sterno in the
gantry silence of hob jungles:
I am a dark man.
I have ridden rails
and passed the smuggery
of desperate houses with counterfeit chimneys
and heard from the outside
the inside clink of cocktail ice
while closed doors broke the world and
over it all a savage sickle moon
that bummed my eyes with bones of light.
I have slept in glaring swamps
where muskreek
rose
to mix with the sex smell of rotting cypress stumps
where witch fire clung in sunken
psycho spheres of baptism and
heard the suck of shadows
where a gutted columned house
leeched with vines
speaks to an overhung mushroom sky
I have fed dimes to cold machines
in all night filling stations
while traffic in a mad and flowing flame,
streaked red in six lanes of darkness,
and breathed the cleaver hitchhike wind
within the breakdown lane with thumb levelled
and saw shadowed faces made complacent
with heaters behind safety glass
faces that rose like complacent moons
in riven monster orbits.
and in a sudden jugular flash
cold as the center of a sun
I forced a girl in a field of wheat
and left her sprawled with the virgin bread
a savage sacrifice
and a sign to those who creep in
fixed ways:
I am a dark man.
Stephen King
El Hombre Oscuro
Publicado en "Ubris", 1969 y más tarde en Moth, 1970.
He cruzado el humeante camino
de senderos martillados por el sol y
he despedazado cenizas;
he montado ferrocarriles
y he sableado severidad en el
pórtico silencioso del interior de la selva:
Soy un hombre oscuro.
He montado ferrocarriles,
y he pasado la fanfarronería
de las desesperadas casas con falsas chimeneas
y he oído desde el exterior
el tintineo de un cubito de hielo
mientras las puertas cerradas rompían el mundo...
y sobre todo ello, una luna con una hoz salvaje
sableaba mis ojos con huesos de luz.
He dormido en evidentes pantanos
donde el tufo de almizcle
se mezcla con el olor sexual de los podridos cipreses
donde el fuego de bruja se aferra a hundidas
psicoesferas
del bautismo...
y he oído el suspiro de las sombras
en una destripada casa de columnas,
la sanguijuela con vides
habla a un sobresaliente cielo de champiñón.
He alimentado con monedas de diez centavos a las máquinas
en todas las gasolineras de la noche
mientras el tráfico en una loca y fluida llama,
he manchado de rojo seis veredas de oscuridad
y he respirado el cortante viento autoestopista,
en el arcén con el pulgar levantado,
y vi ensombrecidas caras satisfechas
con calentadores detrás de las gafas de seguridad,
caras sonrojadas como lunas satisfechas
en hendidas órbitas monstruosas,
y en un repentino destello de la yugular,
frío como el centro de un sol,
forcé a una chica en un campo de trigo
y la dejé desgarbada junto con pan virgen,
un sacrificio salvaje
y un signo de aquellos que se arrastran
en fijos caminos:
Soy un hombre oscuro.
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