Cartas Desde La Tierra
Mark Twain
“No creo que hay enviado nunca un mensaje a los hombres por intermedio de nadie, o que se lo haya entregado oralmente, o que se haya visible a los ojos mortales en ningún momento, en ningún lugar.
“Creo que el nuevo y antiguo testamento fueron imaginados y escritos por el hombre y que ninguna línea de ellos fue autorizada por Dios y mucho menos inspirada por El.
“No creo en providencias especiales. Creo que el universo esta gobernado por leyes estrictas e inmutables. Si la familia de un hombre es barrida por la pestilencia y la de otro hombre se preserva, se trata solo del funcionamiento de esa ley: Dios no interviene ese asunto íntimo, ni en contra de uno de los hombres, ni a favor del otro…
“Creo que las leyes morales del mundo son el resultado de la experiencia del mundo. No era necesario que ningún Dios bajara del cielo a decir a los hombres que el asesinato y el robo y las otras inmoralidades eras malas, tanto para el individuo que las comete como para la sociedad que sufre.
Si rompo todas esas leyes morales no logro entender como ofendo a Dios con ello, pues El esta mas allá del alcance de mis ofensas, del mismo modo podría yo ofender a un planeta arrojando barro contra el”.
Su filosofía claramente determinista le hace aceptar a un Dios creador omnipotente pero como es natural. Indiferente a la suerte y a los hechos de los hombres. Por otra parte, su experiencia de la iglesia, que según lo demuestra una y otra vez en sus obras, parece haber estado dominada por el principio de la predestinación, le impide aceptar la idea de la misericordia o las del ejercicio del libre albedrío. Satanás un extraño que visita la tierra puede analizar con equitativo desprendimiento la sinrazón que hay en aceptar al mismo tiempo la idea de que todo esta preordenado en el destino universal y en los destinos individuales y la de que los hombres que pueden obrar según su propia elección.
La introducción de Satanás en el artificio de que se vale Twain para dejar de lado las ataduras religiosas y morales que el necesariamente sentía, los resabios puritanos de los que tantos autores realistas y racionalistas han tratado inútilmente de liberarse. Satanás tenía eso de común con los héroes niños de Mark Twain: no estar comprometido con los sistemas ético-religiosos de la humanidad, no sentir las tensiones que sufren los que llevan la religión en las venas. Pero infortunadamente Mark Twain estaba mas familiarizado con su personaje, y al sustituirlo destruye su propósito inicial; esto se hace en el tono amargo y agresivo de muchas de las cartas, tan distinto al de sus obras más felices.
Es evidente que con la doctrina calvista que Mark Twain estaba familiarizado; leamos su descripción de un servicio religioso en Tom Sawyer: “El ministro leyó un texto y canturreo monótona y largamente un argumento tan prosaico que muchas cabezas comenzaron a inclinarse con el sueño, y sin embargo era un argumento que hablaba de fuego y azufre infinitos y que limitaba a los escogidos predestinados en un numero tan pequeño que apenas si valía la pena ser salvado”. Nada ofrece esta iglesia que sea aceptable para el critico racional; ni tampoco ofrece nada al humorista, excepto quizás la probabilidad – provechada en cierto momento en Cartas de la Tierra- de demostrar lo trágicamente cómico de la candida premisa de que Dios creo el universo para que girara alrededor del planeta donde vive esta criatura mínima que se siente tan importante: el hombre. La modestia de tal concepción se demuestra plenamente en el largo relato del Diluvio y de la preservación de la mosca que casi infaliblemente traerá a la memoria del lector la frase sumaria del personaje de Borges: “Tanta soberbia el hombre, y al final solo sirve para juntar moscas”.
Pero hasta ese brazo de humor, posible en Satanás, “El único de los forasteros del cosmos que sabia reír” se diluye al confundirse el personaje con el propio autor; este, como humano que se fraterniza con la victima y se duele no solo de la persuasión divina sino también del hecho de que al mismo tiempo que le carga la responsabilidad de sus pecados, Dios roba al hombre de las de sus meritos.
Disparejo es aquí el estilo de Mark Twain, como en la mayor parte de sus obras de esta índole. Solo incidentalmente nos da descripciones de verdadera belleza, como la de la creación de una parte del cosmos; cae luego en lo anecdótico de su profesión de periodista y de conferenciante. Lo diverso de unas de las citas resulta chocante: tan pronto deduce sus conclusiones de largas series de versículos de la Biblia cuyo valor literario y belleza poética exalta como de informaciones de una prensa de dudosa veracidad y pobre gusto.
Es fácil comprender porque al oponerse a la publicación de las Cartas de la Tierra, Clara Clemens arguyo que “ciertas partes de ella presentaban una visión distorsionada de las ideas y las actitudes de su padre”. Es fácil ver que Mark Twain se debate en el eterno dilema de creer en Dios y en el hombre, y aceptar la pequeñez de este ultimo en el universo al mismo tiempo que su valor como ser pensante y con posibilidades de actuar con libertad; de reconocer a la vez que ha sido dotado una mas amplia gama de cualidades que los otros seres que conocemos, así como de una capacidad para elegir entre el bien y el mal y que sin embargo su condenación o su salvación no dependerán de cómo haga uso de todo eso sino de una voluntad superior y de un destino predestinado. Es el Dios de la caridad y de la misericordia el que Mark Twain no puede aceptar; y no lo acepta porque nada encuentra en los hechos reales e históricos que lo justifiquen ente su racionalismo y su determinismo. Solo ve a este Dios como invención del hombre, una creencia hecha sobre bases falsas, que se autodestruyen en los propios libros sagrados.
De esto resulta la visión pesimista que lo hace “embarcarse en una sátira del mundo en que vive”. Una sátira en que a pesar de todo, hay una nota de esperanza: su fe en el hombre y en la ciencia que lo lleva a una lenta y larga lucha contra el mal. Esta notas que nos lleva a descubrir la gran verdad de la inscripción gravada al pie de su estatua en el pueblo de su niñez: “Su religión era la humanidad y el mundo entero se enluto en su muerte”.
Alicia Varela
El Creador estaba sentado sobre el trono, pensando. Detrás de El, se extendía el continente ilimitable, del cielo impregnado de un resplandor de luz y colores, ante el se elevaba la noche del Espacio, como un muro. Su poderoso volumen se erguía, tosco y semejante a una montaña en el cenit y su cabeza divina refulgía allí como un sol distante. A sus pies había tres figuras colosales, disminuidas casi hasta desaparecer, por el contraste los arcángeles con la cabeza al nivel de sus tobillos.
Cuando el Creador hubo terminado de pensar, dijo: “He pensado. ¡Contemplad!”
Levanto la mano, y de ella broto un chorro de fuego, un millón de soles estupendos, que rasgaron las tinieblas y se elevaron mas y mas y mas lejos, disminuyendo en magnitud e intensidad al traspasar las remotas fronteras del Espacio, hasta que al fin no fueron sino como puntos de diamantes que desprendían luces bajo el basto techo cóncavo del universo.
Al cabo de una hora fue despedido el Gran Consejo.
Los miembros se retiraron de la Presencia impresionados y cavilosos y se dirigieron a un lugar privado donde pudieran hablar con libertad. Ninguno de los tres parecía querer comenzar, aunque todos querían que alguien lo hiciera. Cada uno ardía en deseos de discutir el gran acontecimiento, pero prefería no comprometerse hasta saber como lo consideraban los otros. Así como hubo una conversación vaga y llena de pausas sobre asuntos sin importancia, que se arrastro tediosamente, sin llegar a ninguna parte, hasta que por fin el arcángel Satanás se armo de valor del que tenían una buena provisión y abrió el fuego. Dijo “Todos sabemos de que tenemos que hablar aquí, caballeros y ya podemos dejar los fingimientos y comenzar. Si esta es la opinión del Consejo…”
“¡Lo es, lo es!” dijeron Gabriel y Miguel, interrumpiendo agradecidos.
Muy bien, entonces, adelante. Hemos sido testigos de algo maravilloso; en cuanto a eso, estamos necesariamente de acuerdo. En cuanto a su valor, si es que lo tiene es cosa que no nos concierne personalmente. Podemos tener tantas opiniones sobre ello como nos parezca y ese es nuestro límite. No tenemos voto. Yo pienso que el espacio estaba bien como estaba y que era útil también, frió y tinieblas: un lugar tranquilo, de vez en cuando, después de una temporada en los agotadores esplendores y el clima excesivamente delicado del cielo. Pero estos son detalles de poca monta. El nuevo rasgo, el inmenso rasgo distintivo es -¿Cuál, caballeros?”.
“la invención e introducción de una ley automática, no supervisada, autorreguladora para el gobierno de esas miríadas de soles y mundos danzantes y vertiginosos!”
“¡Eso es!” dijo Satanás. “Ustedes perciben que es una idea estupenda. El intelecto Maestro no ha producido nada que se le aproximara antes. La Ley –La Ley automática- ¡La ley exacta e invariable –que no requiere vigilancia, ni corrección, ni reajuste mientras duren las eternidades! El dijo que esos Innumeros cuerpos enormes se precipitarían a través de las inmensidades del Espacio por la eternidad, a velocidades inimaginables, en orbitas estupendas y que sin embargo nunca chocarían, nunca prolongarían o disminuirían sus periodos orbitales ¡ni en la milésima parte de un segundo en dos mil años! Eso es el nuevo milagro, y el mayor de todos: La Ley Automática. Y El le dio un nombre LEY DE LA NATURALEZA - y dijo que La Ley de la Naturaleza es la LEY DE DIOS- nombres intercambiables para una y la misma cosa”. “SI” –dijo Miguel, “y el dijo que establecerá la Ley Natural –La Ley de Dios- en todos sus dominios y que su autoridad seria suprema e inviolable.”
“Si”, dijo Satanás, “ya lo oí, pero no entiendo. ¿Qué quiere decir animales, Gabriel?”
“Ah, ¿Cómo puedo saberlo yo? ¿Cómo podría? ¿Cómo podría saberlo ninguno de nosotros? Es una palabra nueva.
(Intervalo de tres siglos, tiempo celestial: el equivalente de cien millones de años, tiempo terrenal. Entra un Ángel Mensajero).
“Caballeros, esta haciendo los animales. ¿Quieren venir a ver?”
Fueron, vieron y se quedaron perplejos, profundamente perplejos y el creador lo noto, y dijo “Preguntad. Responderé.”
“Divino”, dijo Satanás haciendo una reverencia, “¿para que son?”
Constituyen un ejemplo de Moral y Conducta. Observadlos y aprended.
Había miles de ellos. Estaban plenos de actividades. Atareados. Todos atareados -principalmente en perseguirse los unos a los otros. Satanás hizo notar- después de haber examinado a uno de ellos con un poderoso microscopio: “esta gran fiera esta matando a los animales mas débiles. Divino”
El tigre –sí. La ley de su naturaleza es la ferocidad. La ley de la Naturaleza es la Ley de Dios. No puede desobedecerla.”
“Entonces al obedecerla, no comete falta alguna, Divino?”
“No tiene culpa”
“Esta otra criatura, esta que esta aquí, es tímida, Divino y sufre la muerte sin resistirse.”
“El conejo –si no tiene valor. Es la ley de la naturaleza. La ley de Dios. Debe obedecerla.”
“¿Entonces no se le puede exigir que contradiga su naturaleza y se resista, Divino?”
“No. A ningún animal se le puede obligar decentemente a contradecir la ley de su naturaleza. La ley de Dios.”
Después de un largo tiempo y de muchas preguntas, dijo Satanás. “La mata a la mosca, y la come; el pájaro mata a la araña y se la come; el gato montes mata al ganso; el –todos se matan unos a otros. Es una serie de asesinatos en sucesión. Hay aquí multitudes incontables de animales y todos matan, matan, matan, todos son asesinos. ¿No son culpables Divino?”
“No son culpables. Es la ley de la naturaleza. Y siempre la ley de la naturaleza, es la ley de Dios. Ahora –observad- ¡contemplad! Un nuevo ser –la obra maestra: ¡El Hombre!”
Hombres, mujeres, niños venían en tropel, en bandadas, en millones.
“¿Que haréis con ellos Divino?”
“Poner en cada individuo, en distintos grados y tonos, todas las diversas cualidades morales, en masa, que se han estado distribuyendo una por vez, como una característica distributiva, entre los animales sin palabra –valor, cobardía, ferocidad, blandura, equidad, justicia, astucia, traición, magnanimidad, crueldad, malicia, lujuria, merced, piedad, pureza, egoísmo, dulzura, honor, amor, odio, bajeza, nobleza, lealtad, falsedad, veracidad, engaño –cada ser humano tendrá todo esto en si, y eso constituirá la naturaleza. En algunos habrá características noble y elevadas que sofocaran a la mezquinas, y esos se llamaran hombres buenos; en otros dominaran las características mesquinaz y esos se llamaran hombres malos Observad –Contemplad - ¡Desaparecen!”
“¿Dónde han ido, Divino?”
“Un pequeño globo que hice una vez, hace dos tiempos y medio. Vosotros lo visteis, pero no lo notasteis en la explosión de mundo y soles que surgieron de mi mano, el hombre es un experimento. El tiempo demostrara si valía la pena. La exhibición ha terminado; podéis marcharos, caballeros.”
Pasaron varios días:
Esto representa un largo periodo de nuestro tiempo, ya que en el cielo un DIA es como mil años.
Satanás hacia comentarios admirativos sobre algunas de las refulgentes industrias del Creador –Comentarios que alguna vez leyendo entre líneas resultaban sarcasmos. Se los había hecho condiferencialmente a los amigos de quienes estaba seguro, los otros arcángeles, pero algunos Ángeles lo oyeron e informaron al cuartel general.
Se le ordeno marchar al destierro por un día; el día celestial. Era un castigo al que estaba acostumbrado, gracias a su lengua demasiado suelta. Antes lo habían deportado al Espacio, por no haber otro lugar donde mandarlo y allí había revoloteado aburriéndose en la noche eterna y el frió del ártico; pero ahora se le ocurrió ir mas allá y buscar la tierra para ver como resultaba el experimento de la Raza Humana.
Después de un tiempo escribió muy privadamente sobre eso a San Miguel y San Gabriel.
LA CARTA DE SATANAS
Este es un lugar extraño, un lugar extraordinario, e interesante. No hay nada que se le parezca allí, toda la gente es loca., los otros animales son todos locos, la Tierra es loca, la Naturaleza misma es loca, el hombre es una rareza maravillosa. En las condiciones mas favorables, es una especie de ángel del grado mas bajo enchapado en níquel; en las peores es indescriptible, inimaginable y antes y después y todo el tiempo el hombre es un sarcasmo. Y sin embargo con toda sinceridad y sin ningún esfuerzo, se llama así mismo “La obra más noble de Dios.” Es verdad lo que les digo y esta idea no es nueva en el; la ha pregonado a través de todos los tiempos y la creyó. La creyó y no encontró a nadie en toda su raza que se riera de ella.
Mas aun –si puedo obligarlos a Uds. A hacer otro esfuerzo de imaginación –el cree ser el favorito del Creador. Cree que el Creador esta orgulloso de el; hasta cree que el Creador lo ama; que siente pasión por el; que se queda levantado de noche para admirarlo; si y para protegerlo y alejarlo de los problemas. Le reza y cree que el le escucha. ¿No es una idea curiosa? Llena sus oraciones de toscas alabanzas floridas y de mal gusto y piensa que el se sienta ronroneando a gozar de esas extravagancias, los hombres lloran pidiendo ayuda y benevolencia y proteccion, todos los días; y todavía mas lo hacen con esperanza y con fe, aunque ninguna de sus oraciones ha recibido la respuesta jamás. La afrenta diaria, el fracaso diario, no los desanima; alguien rezando lo mismo. Hay algo casi noble, su perseverancia. Y ahora debo exigirles otro esfuerzo ¡El hombre cree que ira al cielo.
Tiene maestros asalariados que se dicen eso. También le dicen que hay un infierno donde hay fuego inextinguible y que ira si no guarda los mandamientos.
¿Qué son los mandamientos? Son algo muy curioso. Les diré algo de ellos mas adelante.
CARTA II
“Nada les ha dicho el hombre que no sea cierto”. Deben perdonarme esta observación. De vez en cuando en mis cartas; quiero que tomen en serio las cosas que les cuento y siento que si yo estuviera en el lugar de ustedes en el mió, necesitaría es te recordatorio cada tanto para evitar que flaquera mi credulidad.
Porque no hay nada en el hombre que no sea extraño para un inmortal. No se ve nada como lo vemos nosotros en sentido de las proporciones es completamente distinto del nuestro, que con toda nuestra gran capacidad intelectual es improbable que aun el mejor dotado entre nosotros pueda nunca llegar a entenderlo.
Tomen esta muestra, por ejemplo; ha imaginado un paraíso, dejo fuera del mismo el mas supremo de los deleites, el éxtasis único que ocupa el primerísimo lugar en el corazón de todos los individuos de su raza y de la nuestra: ¡el contacto sexual!
Es como si salvara de perecer a una persona perdida en un desierto abrasador y al decirle que puede tener todas las cosas que deseara menos una, ella eligiera quedarse sin agua.
Su cielo es como el mismo: extraño, interesante, asombroso, grotesco. Les doy mi palabra, no posee una sola característica que el realmente valore. Consiste entera y completamente en diversiones que no le atraen en absoluto aca en la Tierra, para que este seguro de que le gustaría en el Cielo. ¿No es extraño? ¿No es interesante? No deben pensar que exagero, porque no es así. Les daré detalles.
La mayor parte de los hombres no cantan, la mayor parte de los hombres no saben cantar, no se quedan donde otros cantan, si el canto se prolonga por mas de dos horas. Noten eso.
Solamente dos hombres de cada 100 tocan instrumento musical y no hay cuatro de 100 que sienta deseos de hacerlo. Tomen nota.
Muchos hombres rezan, no a muchos les gusta hacerlo. Unos cuantos oran largo tiempo. Los otros abrevian.
Van a la iglesia más hombres de los que quieren hacerlo.
Para cuarenta y nueve de cada cincuenta hombres el día santo es insufrible aburridor.
De todos los hombres que están en una iglesia un domingo dos tercios ya están cansados en la mitad de la función y el resto antes de que termine.
El momento más grato para ellos es aquel en que el sacerdote levanta las manos para la bendición. Se puede oír el suave murmullo que se extiende por todo el salón y notar que es de elocuente alivio.
Todas las naciones miran con menosprecio a todas las demás naciones.
Todas las naciones blancas menosprecian a todas las naciones de color, de cualquier tinte y cuando pueden lo someten a opresión.
Los hombres blancos rehúsan mezclarse con los “negros” o casarse con ellos.
No les permiten el acceso a sus escuelas o iglesias.
Todo el mundo odia a los judíos, no los toleran sino cuando son ricos.
Les ruego que tomen nota de todos esos detalles.
Otra cosa. Toda la gente cuerda detesta los ruidos.
A todo el mundo cuerdos o locos, les gusta tener variedad en la vida. La monotonía los cansa rápidamente.
Todos los hombres según el equipo mental que les haya tocado la suerte ejercitan su intelecto constantemente sin cesar y esa ejercitación constituye una parte esencial, vasta y preciada de su vida.
El intelecto mínimo que posee, así como el mas alto, algún tipo de habilidad y siente gran placer en ponerlo a prueba verificándola, perfeccionándola. El chiquillo que es superior a su camarada en el juego, es tan laborioso y entusiasta en su práctica como lo son el escultor, el pintor, el pianista, el matemático, y el resto. Ni uno de ellos podría ser feliz si se le vedara el uso de talento.
Pues ahora, ya tienen ustedes los hechos. Saben que le gusta a la raza humana y que no le gusta. Ha inventado un cielo, sacado de su propia cabeza por si solo. ¡Adivinen como es! Ni en mil quinientas eternidades podrán hacerlo. Ni la mente más capaz que ustedes o yo conociéramos en cincuenta millones de infinitudes podrá hacerlo. Muy bien, yo les diré.
1.- Ante todo les recuerdo el hecho extraordinario por el cual comencé. A saber, que el ser humano como los inmortales, naturalmente valora el acto sexual por sobre todos los demás goces -¡ y sin embargo lo dejara fuera de su paraíso! Solamente pensar en el acto lo excita; la oportunidad lo enloquece; en este estado esta dispuesto a arriesgar la vida, la reputación, todo hasta su propio paraíso tan extraño, por aprovechar esa oportunidad y llevarla al punto culminante. Desde la juventud hasta la edad madura, todos los hombres y mujeres valoran la copula por encima de todos los otros placeres combinados y sin embargo, es como le dije; no existe el cielo de estos seres: la oración ocupa su lugar.
Así es como la aprecian; pero como todos sus llamados “dones”, es una pobre cosa. En su mejor y más plena realización, el acto es breve mas allá de cuanto pueda imaginarse, -quiero decir, de cuanto pueda imaginar un mortal. En cuanto a su repetición, el hombre es limitado –oh mucho mas allá de lo que puedan concebir los inmortales. Nosotros los que continuamos el acto y su éxtasis supremo sin interrupción y sin retracción durante siglos nunca podremos comprender ni compadecer adecuadamente la enorme pobreza de estos seres en los que se refiere a esta rica gracia que como la poseemos nosotros, vuelve tan triviales todas las otras posesiones que no vale tenerlas en cuenta.
2.- En el cielo del hombre ¡todos cantan! El que no cantaba en la Tierra canta, ahí, el que no sabia cantar en la Tierra sabe hacerlo ahí. Este canto universal no es casual ni circunstancial, ni se alivia con intervalos de silencio; sigue todo el día y todos los días, durante un periodo de doce horas. Y todos se quedan ahí; mientras que la Tierra, el lugar quedaría vació en dos horas. El canto constata solo en himnos religiosos. No es solo himno religioso. Las palabras son siempre las mismas, alrededor de una decena en numero, no hay rima, no hay poesía: “Hosanna, hosanna, hosanna, Sr. Dios del Sabaoth, ¡ra!, ¡ra!.
3.- Mientras tanto todas las personas tocan el arpa; ¡Millones y millones! –aunque en la Tierra no mas de veinte en cada mil sabían tocar un instrumento o siquiera desearon hacerlo alguna vez.
Piensen en ese huracán de sonido ensordecedor; millones y millones de voces chillando al mismo tiempo y millones y millones de arpas rascando al mismo tiempo. Yo les pregunto: ¿Es odioso, es detestable, es horroroso?
Piensen más aun: ¡Es función de alabanza; una función loa, de lisonja, de adulación! ¿Me preguntan Uds. Quien es el que esta dispuesto a tolerar esta extraña adulación, esta adulación insana y que no solo la tolera, sino que la disfruta, la exige, la ordena? ¡Aguarden sin respirar!
¡Es Dios! El Dios de esta raza, quiero decir. Se sienta en su trono, asistido por sus veinticuatro ancianos y otros dignatarios de la corte, y pasea la entrada sobre kilómetros y kilómetros de adoradores tempestuosos y sonríe y ronronea, inclinando la cabeza con satisfecha aprobación en dirección al norte, al este, al su. El espectáculo más raro y candido imaginado hasta ahora en este universo, a mi modo de pensar.
Es fácil ver que el inventor de los cielos no dio origen a la idea, sino que la copio de las ceremonias teatrales de algún pobre e insignificante estado no soberano de algún rincón de las atrasadas poblaciones de oriente.
Toda la gente blanca cuerda detesta el ruido; y sin embargo aceptan con tranquilidad un cielo de esta clase –Sin pensar, sin reflexionar, sin estudiarlo y en verdad quieren llegar allí. Viejos de cabeza cana y profundamente devotos emplean gran parte de su tiempo en soñar con el día feliz en que dejaran los cuidados de esta vida para penetrar en las alegrías de ese lugar. A pesar de eso se puede ver que irreal es para ellos y que poco convencidos están de que se a un hecho por que no hacen ningún preparativo práctico para el gran cambio: nunca se ve a ninguno de ellos con un arpa, ni se oye cantar a ninguno.
Como ven, ese espectáculo singular es una ceremonia de alabanza; alabanza por medio de cantos, alabanzas por postración. Y toma el lugar de la “Iglesia” Pues bien, en la tierra esta gente, no puede soportar demasiada iglesia: una hora y cuarto es el máximo y se establece el límite en una vez por semana. Es decir el domingo. Un día de cada siete; y aun así, no lo espera con ansia. En consecuencia, consideren los que el Cielo les reserva: ¡Una “Iglesia” que dura para siempre y un sabat que no tiene fin! Aquí se cansan pronto de su breve Sabat hebdomadario, pero desean con ansia el que es eterno; sueñan con el; hablan con el; piensan que piensan que van a disfrutar de el -¡oh, bueno miren su Cielo! Lo aceptan, lo aprueban, lo admiran. Eso les da a ustedes su medida intelectual.
4.- El inventor de ese Cielo vacía en el a todas las naciones de la Tierra, en un embrollo común. Todas están en absoluta igualdad, ninguna se destaca sobre las otras; todos tienen que ser “hermanos” tienen que mezclarse, orar juntos, cantar hosannas juntos –blancos, negros, judíos, todos –no hay distinción. Aca en la Tierra todas las naciones se odian y todas odian a los judíos. Sin embargo todas las personas piadosas adoran ese Cielo y todos quieren entrar en el. Realmente lo quieren ¡Y cuando están en un rapto de santidad piensan que piensan que si estuvieran allí tomarían a todo el populacho contra su corazón, y lo abrazarían, lo abrazarían, lo abrazarían!
¡Es una maravilla el hombre! Me gustaría saber quien lo invento.
5.- Todos los hombres de la tierra poseen una porción de intelecto, grande o pequeña y sea grande o pequeña lo pone muy orgulloso. Y su corazón se expande en la sola mención de los jefes intelectuales de su raza y ama los cuentos de sus esplendidas realizaciones. Porque son de la misma sangre y al cubrirse de honra a el. ¡Mirad –grita-, lo que puede hacer la mente del hombre! ¡Y pasa lista a los ilustres de todas las épocas y señala las literaturas imperecederas que han dado al mundo y las maravillas mecanicas que han inventado y las glorias con las que han vestido a las ciencias y a las artes, y ante ellos se descubre como ante los reyes y les rinde su mas profundo homenaje, el mas sincero que pueda ofrecer su corazon exultante –y exalta asi el intelecto por sobre todas las cosas de su mundo-, entronizandolo bajo la boveda celestial en una supremacia inalcanzable. Y luego imaginan cielo que no tiene pizca de intelectualidad por nungun lado.
¿Es extraño, es curioso, es sorprendente? Es exactamente como lo cuento, porque puede parecer increíble, este sincero adorador del intelecto y prodigo remunerador de sus ----------- aca en la Tierra ha inventado una religión y un paraíso que no rinde homenaje alguno al intelecto ni contienen distinciones al no haber objeto de su liberalidad; que en realidad ni siquiera lo mencionan nunca.
Ya habian notado ustedes que el Cielo del ser humano ha sido proyectado y construido sobre un plan absolutamente definido ¡y que este plan es que construya un elaborado detalle, todas y cada una de las cosas que son repulsivas para el hombre y ni una sola cosa de las que les gustan!.
Muy bien, cuando mas adelante prosigamos, mas aparente se hara este curioso hecho.
Tomen nota de esto: en el Cielo del hombre no hay ejercicio para el intelecto, nada que pueda alimentarlo. Allí se pudriría en un año –se pudriría y apestaría. Se pudriría y apestaría y en ese estado alcanzaría la santidad. Una bendición: Porque solo los santos pueden tolerar los goces de ese loquero.
CARTA III
Han notado que el ser humano es una curiosidad, en tiempos pasados tubo cientos de religiones (y las consumió y las arrojo lejos de si); hoy tiene cientos y cientos de religiones y lanza no menos de tres nuevas cada año. Podría ampliar ese número y todavía me mantendría dentro de la realidad.
Una de sus religiones principales es la llamada Cristiana. Un esquema de ella les resultaría interesante. Esta explicada a detalle en un libro llamado Antiguo y Nuevo Testamento, que contiene dos millones de palabras. También tiene otro nombre: La Palabra de Dios. Pues los cristianos creen que casa palabra del libro fue dictada por Dios –Ese de cual les he hablado.
Es muy interesante. Contiene noble poesía; y algunas fabulas ingeniosas; y un poco de historia sanguinaria; y unas buenas moralejas y un tesoro de obscenidad y mas de un millar de mentiras.
Esta Biblia esta formada principalmente por fragmentos de biblias más antiguas que tuvieron su hora y se desmoronaron. Asi que es evidente que la falta de originalidad. De hecho los tres o cuatro acontecimientos mas notables e imponentes ya estaban en las biblias anteriores; todos los mejores preceptos y reglas de conducta vinieron también de esas biblias; hay solo dos cosas nuevas en ella: el infierno, por un lado y ese Cielo singular de que les habla.
¿Qué podemos hacer? Si creemos como esta gente que Dios invento estas crueldades. Lo difamamos; si creemos que esas gentes mismas las inventaron las difamamos a ellas. Es un desgraciado dilema en cualquier caso porque ninguna de las partes nos ha hecho ningún daño a nosotros.
Para mayor tranquilidad, tomemos partido. Unamos fuerzas con la gente y carguémosle este feo paso a el: El Cielo, el infierno, la Biblia, todo en fin. No parece bueno, no parece justo y sin embargo cuando se considera ese cielo y de manera agobiante esta cargado con todo lo que es repulsivo para el ser humano. ¿Cómo podemos creer que un ser humano lo invento? Y cuando llegue a hablarles del infierno, la presión será mayor aun y ustedes dirán probablemente: no ningún hombre produciría ese lugar ni para si mismo, ni para nadie más; es simplemente imposible.
Esa inocente Biblia narra la creación. ¿De que? ¿Del universo? Si, del universo. ¡En seis días!
Dios lo hizo. No lo llamo universo, ese nombre es moderno. Toda su atención se concentro en este mundo. Lo construyo en cinco días –¿y luego? Le tomo solo un día hacer veinte millones de soles y ochenta millones de planetas!
¿Para que eran, según esta idea? Para dar luz a este pequeño mundo de juguete. Ese fue su único propósito, no tuvo otro. Uno de los veinte millones de soles (El más pequeño) era para iluminar durante el día, el resto era para ayudar a una de las incontables lunas a modificar la oscuridad de sus noches.
Es bien manifiesto que el creía que sus flamantes cielos quedaban sembrados de diamantes con esas miríadas de estrellas titilantes tan pronto como el sol del primer día se hundía en el horizonte; cuando en realidad ni una sola estrella, brillo en esa negra boveda hasta tres años y medio después de que se completa la formidable industria de aquella semana memorable* Luego apareció una estrella, completamente sola y comenzó a titilar. Tres años más tarde apareció otra. Las dos brillaron juntas más de cuatro años antes de que se les uniera una tercera. Al cabo de la primera centuria no había siquiera veinticinco estrellas brillando en las bastas inmensidades de esos tristes cielos. Al cabo de mil años no había aun el suficiente número de estrellas visibles para constituir un espectáculo. Al cabo de un millón de años solamente la mitad del despliegue actual había enviado su luz a través de las fronteras telescópicas y paso otro millón hasta que sucediera lo mismo con el resto. No habiendo telescopios en esa época no se observo el advenimiento.
Hace trescientos años que el astrónomo cristiano sabe que su Deidad no hizo las estrellas en esos tremendos seis días; pero el astrónomo cristiano no se extiende sobre esos detalles. Ni tampoco lo hace el sacerdote.
En el Libro, Dios es elocuente en la alabanza de sus poderosas obras y las llama con los nombres mas grandes que encuentra indicando, asi que tiene una fuerte y justa admiración por las magnitudes; por otra parte hizo esos millones de soles prodigiosos para iluminar este orbe pequeñísimo, en vez de señalar al pequeño sol de este orbe la obligación de asistirlos. El menciona a Areturus; una vez fuimos allí. ¡Es una de las lámparas nocturnas de la Tierra! –ese globo gigantesco que es cincuenta mil veces mas grande que el sol de esta Tierra y que comparado con Areturus es como un melón comparado con la catedral.
A pesar de eso. Los chicos todavía aprenden el la escuela dominical que Areturus fue creado para contribuir a iluminar esta Tierra y el niño crece y continua creyéndolo mucho después de haber descubierto que todas las probabilidades están contra eso.
Según la Biblia y sus sirvientes el universo solo tiene seis mil años. Solo en los últimos cien años descubrieron algunas mentes estudiosas e inquisitivas que esta más cerca de los cien millones.
Durante los seis días. Dios creo al hombre y a los otros animales.
Hizo un hombre y una mujer y los coloco en un agradable jardín junto con las otras criaturas. Todos vinieron juntos alli en contento y armonía y florecieron juventud por algún tiempo; luego vinieron los problemas Dios había prevenido al hombre y a la mujer que no debían comer de la fruta de cierto árbol y agrego una observación sumamente extraña: dijo que si la comían seguramente morirían, raro porque si nunca habian visto un caso de muerte no tenían ninguna posibilidad de saber que quería decir. Tampoco hubiera sido posible que El ni ningún otro Dios hiciera entender a estos seres ignorantes lo que eso significaba sin ofrecer un ejemplo. La sola palabra no podía tener significado para ellos, como no lo hubiera tenido para un niño de días.
Poco después una serpiente los busco a solas y se dirigió hacia ellos caminando erguida como era la costumbre de las serpientes en esos días. La serpiente dio que el fruto prohibido llenaría de conocimientos las mentes vacías. Asi que comieron, lo que era natural pues el hombre esta hecho de tal manera que siempre esta ansioso de saber mientras que el sacerdote como Dios, cuyo representante e imitador es, tuvo por tarea desde el primer momento evitar que aprendiera nada útil.
Adán y Eva comieron de la fruta prohibida inmediatamente una gran luz entro a sus oscuras mentes habian adquirido conocimiento. ¿Qué conocimientos? -¿conocimientos utilices? No –simplemente de que existía una cosa llamada bien y de cómo hacer el mal. Antes no podían hacerlo. Por lo tanto hasta ese momento todos sus actos habian sido sin macula, sin culpa, inofensivos.
Pero ahora podían hacer el mal y sufrir por ello; ahora habian adquirido lo que la iglesia llama una posesión invaluable: el sentido moral; ese sentido que distingue al hombre de la bestia y lo coloca por encima de la bestia y no por debajo de la bestia donde uno supondría que seria el lugar apropiado, pues el que tiene siempre la mente sucia y es culpable y las bestias siempre tienen la mente limpia y son inocentes. Es como considerar más valioso un reloj que siempre tiende a descomponerse que uno que no se descompone nunca.
La iglesia todavía considera el Sentido Moral como la mas noble posesión del hombre en la actualidad, aunque la iglesia sabe que Dios tiene sin lugar a dudas una opinión muy pobre de este sentido y que hizo cuando pudo, aunque con poco tino como siempre, por impedir que sus felices hijos del Eden lo adquieran.
Muy bien, Adan y Eva sabian ahora lo que era el mal y como hacerlo sabian como realizar distintas clases de cosas malas, y entre ellas una principalísima: precisamente en aquella en la que Dios había pensado especialmente, era el arte y el misterio de la relación sexual. Para ellos fue un esplendido descubrimiento y dejaron de perder el tiempo para volcar toda su atención en eso ¡pobres jóvenes rebosantes de felicidad!
En medio de unas de esas celebraciones oyeron a Dios caminando entre los arbustos, como era su costumbre vespertina y quedaron aterrorizados ¿Por qué? Porque estaban desnudos. Antes no lo sabian. Antes no les importaba. Ni a Dios tampoco.
En ese instante memorable nació la inmodestia, y cierta gente la valora desde entonces, aunque por cierto les costaría decir porque.
Adan y Eva ingresaron al mundo desnudos y sin ninguna vergüenza, desnudos y con la mente pero ninguno de sus descendientes ha entrado en el de otra manera, todos vinieron desnudos, sin sentimiento de vergüenza y con la mente pura, vienen con el sentido de la modestia. Fue necesario que adquirieran la inmodestia y una mente sucia; no había otra manera de conseguirlo. El primer deber de una madre cristiana es contaminar la mente de su hijo y no lo descuida. Su niño crece y se convierte en misionero y va hacia el inocente salvaje y hacia el japonés civilizado y les contamina la mente. Tras la cual ellos adoptan la inmodestia, ocultan sus cuerpos y dejan de bañarse juntos desnudos.
La convención mal llamada modestia no tiene grado de normalidad y no puede tenerlo, porque contraria a la naturaleza y la razón, y es por lo tanto un artificio y esta sujeto a la ocurrencia, al capricho enfermizo de cualquiera. Y asi en la india la dama refinada cubre su faz y sus senos y se deja las piernas desnudas más abajo de las caderas. Mientras que la dama europea refinada se cubre las piernas y descubre su faz y sus senos. En tierras habitadas por salvajes inocentes la refinada dama europea pronto se acostumbra a la absoluta desnudez de los nativos adultos y deja de sentirse ofendida por ella. En el siglo XVIII, un conde y una condesa franceses muy cultos sin ningún parentesco entre si, quedaron varados en un naufragio en una isla deshabitada sin otra ropa que la de dormir y pronto quedaron desnudos. Y avergonzados también por una semana. Después su desnudez ya no les molesto y pronto dejaron de pensar en ella.
Ustedes nunca han visto a una persona con ropa. Pues bien no han perdido nada.
Prosiguiendo con las curiosidades bíblicas. Naturalmente ustedes pensaran que la amenaza de castigar a Adan y Eva por su desobediencia no se llevo a cabo puesto que ellos no se crearon a si mismos, ni crearon sus naturalezas, ni sus impulsos, ni sus debilidades y en consecuencia no estaban en justicia sujetos a las ordenes de nadie, ni eran responsables de sus actos ante nadie, les sorprenderá saber que la amenaza si se llevo a cabo. Adan y Eva fueron castigados y ese delito encuentra apologistas aun hoy. La sentencia de muerte fue ejecutada.
Como ven la única persona responsable del crimen de la pareja logro escapar y no solamente escapo sino que se convirtió en el verdugo de los inocentes.
En el país de ustedes y el mió tendríamos el privilegio de burlarnos de esta clase de moralidad pero aquí seria poco caritativo hacerlo, mucha de esta gente posee la facultad de razonar, pero nadie la usa en cuestiones religiosas.
Las mejores gentes dicen que cuando un hombre engendra un hijo esta moralmente obligado a ofrecerle cariñosos cuidados, a defenderlo de lo que pueda lastimarlo, protegerlo de las enfermedades, vestirlo, alimentarlo, tolerar su indocilidad, no ponerle una mano encima excepto con cariño y por su propio bien y nunca en ningun caso infringirle crueldad voluntaria. El trato que Dios da a sus hijos terrenales, todos los dias y todas las noches es exactamente lo contrario de todo esto y sin embargo esas mentes superiores justifican esos crímenes calurosamente, los condonan; los excusan, y se niegan indignados a considerarlos como tales cuando el los comete. El país de ustedes y el mió es interesante, pero no hay nada que sea aproximadamente tan interesante como la mente humana.
Muy bien, Dios desterró a Adan y Eva del Jardín y finalmente los asesino, todo por desobedecer una orden que no tenia derecho a emitir. Pero no paro alli como verán. El tiene un código moral para si mismo y otro muy distinto para sus hijos. Exige a sus hijos que traten con justicia y suavidad a los delincuentes y que les perdonen setenta y siete veces; en cambio el no trata a nadie con justicia, ni suavidad y no perdona a la primera pareja de ignorantes y atropellados delincuentes juveniles, ni aun su primer pecado, ni le dijo: “Pueden marcharse esta vez, les daré otra oportunidad”.
¡Por el contrario! Decidió castigar a los hijos de la pareja, a trabes de los siglos y hasta el fin de las épocas por una ofensa insignificante cometida por otros antes que ellos nacieran. Todavía los sigue castigando, ¿en forma moderada? No de un modo atroz.
No seria lógico suponer que un ser de esta clase pueda recibir loas. Desengáñense; el mundo lo llama infinitamente justo, infinitamente recto, infinitamente bueno, infinitamente misericordioso, verdad infinita. Amantísimo fuente de toda moralidad. Estos sarcasmos se pronuncian diariamente en todo el mundo. Pero no como sarcasmos concientes, no se dicen seriamente; se pronuncian sin una sonrisa.
CARTA IV
Asi la primera pareja salio del Eden, bajo una maldición permanente. Habian perdido todos los placeres que poseyeran antes de “La Caída” y sin embargo eran ricos porque habian ganado uno que valía por todo el resto: conocían el Arte Supremo.
Lo practicaban industriosamente y se sentían plenos de satisfacción. La Deidad les ordeno practicarlo. Estos obedecieron esta vez. Pero fue afortunado que no se los prohibiera, pues lo hubieran practicado de todas maneras, aunque lo hubieran prohibido mil Deidades.
Vinieron las consecuencias. Con el nombre de Caín y Abel. Y estos tuvieron hermanas y supusieron que hacer con ellas. Y por lo tanto hubo nuevas consecuencias. Caín y Abel engendraron varios sobrinos y sobrinas. Estos a la vez engendraron primos segundos. En este punto, la clasificación de los parentescos comenzó a hacerse difícil y se abandono la idea de mantenerla.
La grata tarea de poblar el mundo continúo de una época a otra y con la mayor eficiencia; porque en esos dias dichosos los sexos todavía eran eficientes en el Arte Supremo, cuando en verdad debían de haber muerto ochocientos años antes. El sexo precioso, el sexo amado, el sexo bello estaba manifiestamente en su apogeo, entonces pues atraía hasta a los Dioses. Dioses verdaderos bajaban del cielo y pasaban momentos de goce delicioso con esos calidos pimpollos jóvenes. La Biblia lo cuenta. Mediante la ayuda de esos visitantes extranjeros la población aumento hasta completar varios millones. Pero fue una desilusión para la Deidad. Estaba descontento con su moral, que, en ciertos aspectos, no era mejor que la suya. El pueblo era totalmente malo, y como no sabia de que otro modo reformarlo. Juiciosamente decidió abolirlo. Esta es la idea realmente superior y evolucionada que le acredita su Biblia, y hubiera establecido su reputación para siempre si se hubiera mantenido firme y la hubiera realizado. Pero siempre fue inestable excepto según su propaganda y su buena resolución cedió. Se sentía orgulloso del hombre; el hombre era su mejor invento; el hombre era su favorito, después de la mosca común y no podía soportar la idea de perderlo del todo, asi que finalmente decidió salvar una muestra de el y ahogar el resto.
Nada pudo ser más típico de El. El había creado todos esos seres infames y solo El era responsable de su conducta. Ni uno de ellos merecía la muerte, pero extinguirlos era una buena política; principalmente porque al crearlos había cometido el crimen maestro y estaba claro que al permitirles que siguieran procreando agrandaría ese crimen. Pero al mismo tiempo no podía haber justicia, equidad, ni favoritismo alguno, debían de ahogarse todos o ninguno.
No, pero El no quiso eso; tuvo que salvar media docena y poner a prueba la raza una vez más. No podía prever que se pudiera de nuevo. Porque El es Sapientísimo solo en la propaganda.
Salvo a Noe y a su familia e hizo arreglos para eliminar al resto. El diseño el Arca y Noe la construyo, ninguno de los dos había hecho un Arca antes, ni sabia nada de Arcas y asi tenia que esperarse que fuera algo fuera de lo común. Y sucedió. Noe era un campesino y aunque sabia que requisitos debía llenar el Arca, era absolutamente incapaz de decir si esta seria del tamaño suficiente (y no lo era) para llenar las necesidades de modo que no se aventuro a dar consejos. La Deidad no sabia que no era lo suficientemente grande, pero corrió el riesgo y no tomo las medidas adecuadas. Al fin de cuentas, el barco estaba lejos de llenar las necesidades y el mundo sigue sufriendo por eso aun hoy.
Noe construyo el Arca. La construyo lo mejor que pudo, pero olvido la mayoría de los detalles esenciales, no tenia timón, no tenia velas, no tenia brújula, no tenia bombas, no tenia carta marina, ni ancla, ni barquilla, ni luz, ni ventilación, y en cuanto al espacio par la carga que era lo principal, cuanto menos se diga de eso mejor será, tenia que permanecer once meses en el mar necesitaría tener dos veces mas su volumen de agua potable. No podía utilizase el agua exterior: la mitad seria agua salada y ni los hombres, ni los animales terrestres podían beberla.
Porque no solo debía salvarse un ejemplar del hombre, sino también muestras comerciales de los demás animales. Ustedes tienen que comprender que cuando Adan comió la manzana de Jardín y aprendió a multiplicarse y repoblar, los otros animales también aprendieron el Arte, observando a Adan. Fue muy inteligente de su parte de ellos, muy habilidoso; porque sacaron de la manzana cuando valía la pena sacar sin probarla ni castigarse con la adquisición del desastroso Sentido Moral, padre de todas las inmoralidades.
CARTA V
Noe comenzó a reunir animales. Debía haber una pareja de cada especie de criatura que caminara o se arrastrara o nadara o volara en el mundo de la naturaleza animada. Tenemos que sacar nuestras propias conclusiones en cuanto el tiempo que le llevo juntar a esos seres y cuanto le costo pues no hay nada escrito sobre esos detalles. Cuando Simaco hacia los preparativos para iniciar a su joven hijo en la vida adulta de la Roma Imperial envió hombres a Asia, África y a todos lados a coleccionar animales para las luchas del circo. Tres años emplearon esos hombres en acumular los animales y llevarlos a Roma, solo cuadrúpedos y yacares, ya se sabe, nada de aves, ranas, gusanos, piojos, pulgas, garrapatas, arañas, moscas, mosquitos, - nada que los simples cuadrúpedos y los yacares comunes; y ningun cuadrúpedo excepto los que luchaban. Y sin embargo como les dije: llevo tres años reunirlos, y el costo de los animales y el transporte y la paga de los hombres sumo 4.500.000 dólares.
¿Cuántos Animales? No lo sabemos. Pero fueron menos de 5000, pues ese fue el mayor número que se llego a reunir para los espectáculos romanos y fue Tito, no Simaco, quien hizo esa colección. Esos eran museos embrionarios comparados con lo que se comprometió a hacer Noe. De aves y bestias y seres de agua dulce tenia que reunir 146.000 clases, y de insectos mas de dos millones de especies.
Miles y miles de estos bichos eran difíciles de coger, y si Noe no se hubiera dado por vencido y renunciado todavía estuviera en al tarea. Como solía decir Levítico. Pero no quiero decir que abandono. Junto tantos seres como podía alojar y luego se detuvo.
Si el hubiera conocido las condiciones desde el principio hubiese sabido que lo que se necesitaba era una flota de arcas. Pero el no sabia cuantas clases de animales existían, ni lo sabía su jefe. Asi que no llevo ningun canguro, ninguna zarigüeya, ni monstruo de Gila, ni ornitorrinco y le faltaron una multitud de animales indispensables con las que el amante creador había bendecido al hombre y a las que había olvidado, al internarse ellas en una parte de este mundo que el nunca había visto y de cuyas actividades no estaba enterado. Y asi todas ellas escaparon apenas de ahogarse.
Escaparon solo por accidente. No hubo agua suficiente como para cubrirlo todo. Solamente basto para inundar un pequeño rincón del globo, - es resto del globo no se conocía entonces y se suponía no existente.
A pesar de todo, lo que real y finalmente decidió a Noe a quedarse con las especies suficientes desde el punto de vista estrictamente comercial y dejar que las otras se extinguieran, fue un incidente de los últimos dias: un extraño lleno de emoción con ciertas noticias alarmantes. Contó que había acampado entre valles y montañas como a seis millas de distancia y había visto algo maravilloso ahí: estaba parado junto a un precipicio contemplando un ancho valle y por el valle vio venir un mar negro y agitado de extraña vida animal, Simios grandes como elefantes, ranas como vacas; un megaterio y su harén, increíblemente numeroso; saurios, saurios y saurios, grupo tras grupo, familia tras familia, especie tras especie: de treinta metros de largo, nueve de alto y con la furia de un animal de dos veces este tamaño, uno de ellos pego con la cola a un toro Dirham totalmente inocente y lo hizo volar casi cien metros por el aire hasta caer a los pies del hombre con un suspiro para no vivir mas. El hombre dijo que estos animales prodigiosos habian oído hablar del Arca y venían para eso, venían a salvarse del diluvio. Y no venían en parejas, venían todos, no sabian que los pasajeros estaban limitados a pares, dijo el hombre y de todos modos les importaban los reglamentos, estaban dispuestos a embarcar en el arca o exigirían muy buenas razones para no hacerlo. El hombre dijo que el Arca no podía contener ni la mitad; y además venían con hambre y se comieran lo que hubiera incluyendo al zoológico y a la familia.
Todos estos detalles se omitieron en el relato biblico. No se encuentra al menos indicado ellos alli. Se Silencio todo el asunto. No se mencionan ni siquiera estos grandes seres, eso les demuestra ustedes que cuando la gente deja un vació culpable en algún contrato el asunto puede disimulase en las biblias, lo mismo que en cualquier otra parte. Esos poderosos animales serian ahora de inestable valor para los hombres ya que el transporte es tan caro y difícil; pero se perdieron. Todos perdidos por culpa de Noe. Todos se ahogaron. Algunos de ellos hace ya ocho millones de años.
Muy bien. El forastero contó su historia y Noe vio que tenia que partir antes de que llegaran los monstruos, hubiera salido inmediatamente; pero los tapiceros y decoradores del salón de las moscas todavía tenían que dar los últimos toques y eso lo hizo perder un día. Y otro día se perdió haciendo subir a las moscas, pues había sesenta y ocho billones y la Deidad todavía temía que no fueran suficientes. Otro día se perdió acomodando cuarenta toneladas de basura seleccionada para el mantenimiento de las moscas.
Luego Noe partió por fin y no demasiado pronto porque el Arca estaba apenas perdiéndose en el horizonte cuando llegaron los monstruos y unieron sus lamentaciones a la de la multitud de padres y madres que lloraban asustando a los pequeños que se aferraban a las rocas barridas por las olas bajo la pavorosa lluvia y elevaban sus plegarias al Ser inmensamente Justo, e inmensamente misericordioso, que nunca había respondido a una plegaria desde que esos pequeños se formaran por la acumulación de un grano de arena tras otro y que seguiría sin responder a una sola de ellas cuando los siglos los hubieran convertido en arenas otra vez.
CARTA VI
El tercer día, aproximadamente se descubrió que había quedado una mosca, el viaje de regreso resulto largo y dificultoso, debido a la falta de cartas de navegación y de brújula y por el aspecto alterado de la costa, ya que el agua que subía constantemente había cubierto algunos de los mojones bajos y dado a los mas altos una apariencia desusada pero después de dieciséis dias de búsqueda seria y leal, por fin se encontró a la mosca que fue recibida con himnos de alabanza y gratitud mientras la familia permanecía descubierta en señal de respeto a su origen divino.
Estaba extenuada y el mal tiempo le había producido sufrimientos, pero aparte de eso estaba en buenas condiciones. Muchos hombres habian muerto de hambre con sus familias en las cumbres peladas pero a ella no le había faltado comida, que la multitud de cadáveres la ofrecía en putrefacta y maloliente abundancia. Asi fue providencialmente preservando el sagrado pájaro.
Providencialmente. Esa es la palabra justa. Porque la mosca no había quedado alli, por accidente. No, la mano de la providencia estuvo en ello. Los accidentes no existen. Todas las cosas que suceden, suceden con algún fin. Están previstas desde el principio del tiempo. Desde la aurora de la creación, el señor había previsto que Noe, alarmado y confundido ante la invasión de los fósiles prodigiosos huiría del mar prematuramente sin llevarse un cierto mal implacable. Llevaría todas las otras enfermedades y podría distribuirlas entre las nuevas razas humanas a medida que aparecieran en el mundo pero le faltaría la mejor: la tifoidea: un mal que, si las circunstancias son especialmente favorables, puede contaminar a un paciente por completo sin matarlo; porque puede permitirle incorporarse nuevamente dotado de un largo termino de vida, pero sordo, mudo, ciego, invalido e idiota. La mosca es su principal diseminadora. Y es más competente y calamitosamente eficaz que todos los otros distribuidores de flagelo juntos. Y asi preordenada desde el principio del tiempo esta mosca quedo para buscar un cadáver con tifoidea y alimentarse de su podredumbre y untarse las gatas con los gérmenes para transmitirlos al mundo repoblado definitivamente. Y asi en los siglos transcurridos desde, entonces billones de lechos de enfermos se han surtido de esa mosca, que ha enviado billones de cuerpos en ruinas a arrastrarse sobre la tierra, y ha reclutado cadáveres para llenar billones de cementerios.
Es muy difícil comprender la naturaleza del Dios de la Biblia, tal es la confusión de sus contradicciones, con la inestabilidad del agua y la firmeza del hierro; con una moral abstracta de bondad gazmoña compuesta de palabras y una moral concreta infernal compuesta de actos; con mercedes pasajeras de las que se arrepienten para caer en una malignidad permanente.
Sin embargo, cuando tras mucho cavilar no llega a la clave de su naturaleza, se puede llegar por fin a entenderla. Con una franqueza juvenil, extraña y sorprendente, el mismo nos da la clave. ¡Son los celos!.
Imagino que estos los dejara sin aliento. Ustedes saben porque yo se los he dicho en una carta anterior que entre los seres humanos los celos están claramente considerados como un defecto; una de las marcas mas distintivas de todas las mentes mas pequeñas y de la cual hasta las mas pequeñas se avergüenzan; y la cual niegan mintiendo si se les acusa de poseerla pues la acusación hiere como un insulto.
Los celos. No lo olviden, recuérdenlo. Son la clave. Con esa clave llegamos con el tiempo a comprender a Dios; sin ella nadie puede entenderlo. Como he dicho, El mismo exhibe esta clave de modo que todos pueden conocerla. Candida dice con el mayor desembarazo: “Yo el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso.”
Es nada mas que otra forma de decir “Yo el Señor, tu Dios sol un pequeño Dios, preocupado por las cosas pequeñas.”
El prevenía: no podia soportar la idea de que ningun otro Dios recibiera una parte del homenaje dominical de esta cómica e insignificante raza humana. Lo quería todo entero para Si.
Pero esperen. No soy justo; no lo presento como es, el prejuicio me ha llevado a decir lo que no es cierto. No dijo que quisiera el total de adulaciones; no dijo que no estuvieras dispuesto a compartirlas con los otros dioses; lo que dijo fue: “No pondrás a otro Dios antes de mi.
Es una cosa muy distintiva y lo coloca en una mejor posición lo confieso. Había una abundancia de dioses, los bosques, según dicen, estaban llenos de ellos y todo lo que El pedía era ser considerado a la misma altura que los otros. No por encima de ellos, pero no por debajo. Estaba dispuesto a que ellos fertilizaran a las vírgenes terrenales pero no a concederles mejores términos que los que pudiera reservarse para si mismo. Quería ser considerado si igual. Sobre esto insistió en el más claro de los lenguajes: no permitía otros dioses antes que El. Podían marchar hombro con hombro, pero ninguno de ellos podría encabezar la procesión, ni reclamar para si el derecho de encabezarla.
¿Creen que pudo mantenerse en esa recta y honorable posición? No. Podía mantener una mala resolución para siempre, pero no podía ni mantener una buena durante un mes. Gradualmente dejo esta de lado y tranquilamente reclamo ser el único Dios del universo entero.
Como decía, los celos son la clave; están presentes a través de toda su historia en lugar prominente. Son la sangre y los huesos de su Naturaleza, la base de su carácter. ¡La cosa mas pequeña puede destruir su compostura y desordenar su juicio si lastima sus celos!. Y nada excita esta característica suya tan rápida y seguramente y en forma tan exagerada como la sospecha de que se avecina la competencia con el dios de la confianza. El temor de que si Adan y Eva comían del árbol de la sabiduría llegarían a ser como dioses. Lo puso tan celoso que razón se vio afectada y no pudo tratar a esos pobres seres con justicia o caridad, ni siquiera refrenarse de tratar a su inocente posteridad en forma cruel y criminal.
Hasta el presente no ha conseguido su razón sobreponerse a esa sacudida; desde entonces lo posee una loca sed de venganza y su ingenio nativo ha llegado casi a la bancarrota por inventar dolores y misericordias y humillaciones y sufrimientos que amarguen la breve vida de los descendientes de Adan ¡Piensan en los males que ha ideado para ellos! Son multitudinarios; no hay libro que pueda nombrarlos todos. Y cada uno es una trampa colocada para una víctima inocente.
El ser humano es una maquina. Una maquina automática. Esta compuesta por miles de mecanismos delicados y complejos, que desempeñan sus funciones con armonía y perfección, de acuerdo con las leyes pensadas para su gobierno y sobre los cuales el hombre no tiene poder; ni autoridad, ni control, para cada uno de esos miles de mecanismos, el creador ha planeado un enemigo cuya función es acosarlo, atormentarlo, perseguirlo, dañarlo, afligirlo con dolores y miserias y la destrucción final. Ni una se ha olvidado.
Desde la cuna a la tumba esos enemigos están siempre en funciones no conocen descanso, ni de noche, ni de día. Son un ejercito; un ejercito organizado; un ejercito que sitia; un ejercito que ataca; un ejercito que esta alerta, vigilante, ansioso, inmisericorde; un ejercito que no cede nunca, que nunca da tregua.
Se mueve en escuadrones en compañías, en batallones, en regimientos, en brigadas, en divisiones, fusiona sus partes y marcha contra la humanidad con toda fiereza. Es el gran ejército del creador y el es su comandante en Jefe. A su frente sus tristes banderas sacuden sus leyendas ante el sol: desastres, enfermedades y el resto.
¡La enfermedad! Esa es la fuerza principal, la fuerza industriosa, la fuerza devastadora, ataca al infante en el momento de nacer: le manda un mal tras otro; croup, sarampión, paperas, trastornos intestinales, dolores de dentición, escarlatina y otras especialidades infantiles. Sigue al chico hasta que se convierta en joven y le manda especialidades para esa época de la vida. Y sigue al joven hasta la edad madura y al maduro hasta la vejez.
Con estos hechos antes ustedes, ¿quieren tratar de descubrir cual es el principal apodo cariñoso de este feroz comandante en Jefe? Les ahorrare el trabajo pero no se rían. Es padre nuestro que estás en los cielos.
Es curiosa la forma en que trabaja la mente humana. El cristiano parte de esa proposición directa, esta proposición definida, esta proposición radical e inflexible: Dios es omnisciente y todo poderoso.
Siendo este el caso. Nada puede suceder sin que el sepa de antemano que va a suceder; nada puede suceder sin su permiso; nada puede suceder si el quiere prevenirlo.
Eso es bien claro, ¿no es asi? Vuelve al creador indudablemente responsable de todo lo que pasa, ¿no es asi?.
El cristiano lo acepta en la creación subrayada mas arriba. Lo acepta con sentimiento, con entusiasmo.
Luego habiendo de esta manera hecho responsable el Creador de todos los dolores y enfermedades y sufrimientos antes enumerados y que el podría haber evitado, ¡el inteligente cristiano lo llama mansamente Padre Nuestro!
Es como les digo. ¡Dota al creador con todos los rasgos indispensables para ser un ser maligno y luego llega a la conclusión de que tal Ser y su Padre son la misma cosa! Sin embargo niega que un loco malvado y el director de la escuela dominical sean la misma cosa esencialmente. ¿Qué les parece la mente humana? Quiero decir, en caso de que les parezca que existe la mente humana.
CARTA VII
Noe y su familia se salvaron, si es que eso puede considerarse una ventaja, pongo el si por la sencilla razón de que no hubo nunca una persona inteligente de sesenta años que consintiera en vivir su vida de nuevo. Ni la suya, ni ninguna otra. La familia se salvo, si, pero no estaban cómodos, porque estaban cubiertos de microbios. Cubiertos hasta los ojos; habian engordado con ellos; estaban obesos, estirados como globos. Eran condiciones desagradables pero no podían evitarse, porque había que salvar microbios suficientes para proveer a las futuras razas de hombres de enfermedades desoladoras y solo habian ocho personas a bordo que pudieran servirles de hoteles. Los microbios eran la parte más importante de la carga del Arca, y la parte por la cual el Creador estaba preocupado y que más quería. Tenían que tener buen alimento y estar bien instalados. Había gérmenes de Tifoidea, cólera, hidrofobia, tétano, tuberculosis y gérmenes de bobunica y algunos cientos de aristócratas, seres especialmente preciosos, portadores dorados del amor de Dios por los hombres, benditos regalos de un Padre amante a sus hijos y todos ellos tenían que estar suntuosamente alojados y atendidos; residían en los lugares mas selectos que el interior de la familia podía ofrecer; en los pulmones, en el corazon, en el cerebro, en los riñones, en la sangre, en las entrañas. En las entrañas particularmente. El intestino grueso fue el alojamiento favorito. Alli se reunían en billones incontables y trabajaban y se alimentaban y se retorcían y cantaban himnos de alabanza y agradecimiento y por la noche cuando todo estaba callado se podía oír el murmullo. El intestino grueso fue en realidad su cielo. Lo rellenaron, lo pusieron tan rígido como un rollo de caño. Se enorgullecía de ello. Su himno más usual hacia grata referencia de eso.
Constitución, Oh constipación, este alegre sonido proclamad hasta en las remota entraña del hombre. El hombre de hacedor alabad.
Las incomodidades del Arca eran muchas y muy variadas. La familia tenia que vivir en presencia de una multitud de animales y respirar el hedor que causaban y ensordecerse de noche y día por el ruido fragoroso que producían sus rugidos y sus chillidos; y agregados a esas incomodidades intolerables, el lugar era especialmente difícil para las mujeres, porque no podían mirar en ninguna dirección sin ver miles de animales multiplicándose y repoblando. Y luego, estaban las moscas. Se amontonaban por todas partes y perseguían a la familia todo el día. Eran los primeros animales en levantarse a la mañana, y los últimos en caer en la noche. Pero no debía matárseles, ni lastimarlas, eran sagradas, su origen era divino, eran las favoritas especiales del Creador, sus tesoros.
Con el tiempo otros seres se distribuirían de aquí y alli, esparcidas –los tigres a la india, los leones y elefantes a los desiertos y los lugares secretos de la jungla, los pájaros a las regiones ilimitadas del espacio desocupado. Los insectos a uno u otro clima, según la naturaleza y las necesidades; ¿pero la mosca? No tiene nacionalidad; todos los climas son suyos, todo el globo es su territorio, todos los seres que respiran son su presa y para todos ellos es un azote del infierno.
Para el hombre es una embajadora divina, un ministro plenipotenciario, un representante especial del Creador. Lo infesta en la cuna; adhiere en ramos a sus pegajosos parpados; zumba y lo pica y lo fastidia, le roba el sueño a el y a las fuerzas de su madre en las largas vigilias que dedica a proteger al hijo de la persecución de esta plaga. La mosca atormenta al enfermo en su cama, en el hospital; antes busca pacientes que sufren enfermedades mortales y esperosas; camina por sus heridas se unta las piernas con un millón de gérmenes capaces de infligir la muerte; luego llega a la mesa de ese hombre sano y se limpia esas cosas en la manteca y descarga su intestino de excrementos y gérmenes tifoideos en sus comidas. La mosca arruina más organismos humanos y destruye más vidas humanas que toda la multitud de mensajeros de infelicidad y agentes letales de Dios juntos.
Sem estaba lleno de parásitos intestinales. Es extraordinario, lo completo y amplio del estudio que dedico el Creador al gran trabajo de hacer desgraciado al hombre. He dicho que ideo un agente de aflicción especial para todos y cada uno de los detalles de la estructura del hombre, sin pasar uno solo por alto y dije la verdad. Mucha gente pobre tiene que andar descalza porque no puede comprarse zapatos. El Creador vio su oportunidad. Diré de paso que siempre tiene el ojo puesto en los pobres. Las nueve décimas partes de sus invenciones de enfermedades estaban destinadas a los pobres. Se podía reducir esto del hecho de que uno de los mejores y más comunes nombres que le dan al Creador desde el pulpito es “Amigo de los pobres”. Nunca ofrece el pulpito una alabanza al Creador que contenga el menor vestigio de verdad. El enemigo más implacable e incansable de los pobres es su padre Celestial. El único amigo de los pobres es su prójimo. El les tiene lastima , los compadece y asi demuestra en sus actos. Hace mucho para aliviar sus penas y en cada caso el Padre Celestial recibe el crédito.
Lo mismo pasa con las enfermedades. Si la ciencia extermina una enfermedad que ha estado trabajando para Dios, es Dios quien recibe todo el crédito, ¡y todos los pulpitos rompen en raptos publicitarios de gratitud y llaman la atención lo bueno que es! El lo hizo, quizá espero mil años antes, eso no es nada; el pulpito dice que estaba pensado en ello todo el tiempo. Cuando los hombres se rebelan exasperados y barren con una tiranía de siglos y liberan a una nación, lo primero que hace el pulpito es anunciarlo como obra de Dios, e instan a la gente a ponerse de rodillas y agradecer por eso. Y el pulpito dice con admirable emoción: “Que entiendan los tiranos que el Ojo que nunca duerme esta posado sobre ellos; y que recuerden que el Señor Nuestro Dios no será siempre paciente, sino que desatara el huracán de Su ira sobre ellos el día señalado.”
Se olvidan de mencionar que sus movimientos son los mas lentos del Universo; que su Ojo que nunca duerme bien podría hacerlo, ya que tarda un siglo en ver lo que cualquier otro ojo vería en una semana; que no hay en toda la historia un ejemplo de que El pensara en un acto noble primero, sino que siempre pensó en ello un poco después de que a alguien se le ocurriera y lo hiciera. Entonces si llega El, y se cobra los dividendos.
Muy bien, setecientos años atrás Sem estaba lleno de gusanos. De tamaño microscópico, invisibles al ojo. Todos los productores de enfermedad especialmente mortales del Creador son invisibles. Es idea ingeniosa. Durante miles de años esto impidió al hombre llegar a la raíz de sus males y desbarato todo intento de sobreponerse a ellos. Fue una fecha muy reciente que la ciencia consiguió poner en claro esta traición.
El último de estos benditos triunfos de la ciencia fue el descubrimiento y la identificación del embozado asesino que se conoce con el nombre de parasito intestinal. Su presa favorita es el pobre que va descalzo. Le tiende su emboscada en las regiones calidas y en los lugares arenosos y se clava en los pies desprotegidos.
El parasito intestinal fue descubierto hace tres o cuatro años por un medico que estudio a sus victimas pacientemente por largo tiempo. El mal provocado por el parasito intestinal había estado haciendo su trabajo maldito por todos lados sobre la tierra desde que Sam desembarcara en Ararat, sin que nunca se sospechara que era realmente una enfermedad. Simplemente se consideraba haragana a la gente que la contraía y por lo tanto eran objeto de burla y no de lastima. El parasito intestinal es un invento particularmente vil y taimado y durante siglos hizo su trabajo subterráneo sin que se le molestara pero ese medico y sus ayudantes lo exterminaran ahora.
Dios esta detrás de todo esto. Ha pensado durante seis mil años, para tomar su decisión. La idea de exterminar al parasito fue suya. Estuvo a punto de hacerlos antes de que lo hiciera el Dr. Carlos Wardell Stiles. Pero esta a tiempo para cosechar el merito. Siempre lo está.
Va a costar un millón de dórales. Probablemente El estuvo a punto de contribuir con esa suma cuando un hombre se le adelanto como de costumbre Mr. Rockefeller. El pone un millón, pero el merito se le atribuyo a otro como de costumbre. Los diarios de la mañana dicen algo de acción del parasito intestinal.
Los parásitos intestinales a menudo disminuyen tanto la vitalidad de las personas afectadas que se retarda su desarrollo físico y mental, se vuelven mas susceptibles a otras enfermedades, disminuye la eficacia de su trabajo y en los distritos donde la enfermedad es mas notable hay un intenso aumento en su índice de mortalidad por tuberculosis, neumonía, fiebre tifoidea y malaria, me ha demostrado que la menor vitalidad de las multitudes atribuida durante largo tiempo a la malaria y al clima y la cual afecta seriamente el desenvolmiento económico se debe en realidad en algunas zonas a este parasito. El mal no se limita a ninguna clase de personas; se cobra su atributo de sufrimientos y muerte los mismo entre los acomodados y altamente inteligentes que entre los menos afortunados. Un cálculo conservador es que dos millones de nuestro pueblo están afectados por este parasito. El más común y más grave en los chicos de edad escolar que en otras personas.
A pesar de ser grave esta infección y de estar muy generalizada hay un punto positivo y de estar muy generalizado, hay un punto muy positivo. La enfermedad puede ser fácilmente reconocida y tratada con eficiencia y se le puede prevenir (con la ayuda de dios) mediante precauciones sanitarias apropiadas y sencillas.
Los pobres chicos están bajo la vigilancia del ojo que nunca duerme, ya lo ven, siempre tuvieron esa mala suerte. Tanto ellos como los “pobres del Señor” según la sarcástica frase nunca han podido liberarse de las atenciones del Ojo.
Si, los pobres, los humildes, los ignorantes, son los que reciben sus cuidados. “Tenemos la enfermedad del sueño”, de África. Esta atroz crueldad tiene por victimas a una raza de negros inocentes e ignorantes que Dios coloco en un desierto remoto y sobre la cual puso su Ojo; el que no duerme nunca si hay oportunidad de engendrar padecimientos para alguien. Hizo los arreglos para esa gente antes del diluvio. El agente elegido fue una mosca emparentada con la tse-tse; la tse-tse, es una mosca que domina el pais de Zambesi y mata con su picadura al ganado y los caballos, volviendo asi a la región asi, no habitable por el hombre. El espantoso pariente de la tse-tse deposita un microbio que produce “la enfermedad del sueño”. Cam estaba lleno de esos microbios y cuando termino el viaje, los descargo en el África y comenzó la destrucción que no encontraría alivio hasta haber pasado seis mil años, cuando la ciencia vislumbraría en el misterio la causa de la enfermedad. Las naciones piadosas agradecen ahora a Dios y lo alaban por venir al rescate de los negros. El pulpito dice que es El quien merece la alabanza. Por cierto que es un ser muy curioso. Comete un crimen atroz. Prolonga ese crimen durante seis mil años y luego se hace merecedor de alabanzas porque sugiere a alguien la forma de modificar su gravedad. Le llaman paciente y realmente debe serlo pues de otro modo hace siglos que hubiera hundido el pulpito en la perdición por los tremendos cumplidos que se le hacen desde el.
La ciencia dice lo siguiente de la enfermedad del sueño. También llamada Letargo Negro.
Se caracteriza por periodos de sueño recurrentes a intervalos. La enfermedad dura de cuatro meses a cuatro años y es siempre fatal. La victima aparece al principio lánguido, pálido, débil, idiotizada. Los ojos se rodean de bolsas y le aparece una erupción en la piel, se queda dormida mientras habla, come o trabaja. A medida que progresa la enfermedad se alimenta con trabajo y adquiere un aspecto consumido. La falta de nutrición y la aparición de llagas van seguida de convulsiones y la muerte. Algunos pacientes pierden la razón.
Es el que la iglesia llama Padre Nuestro que Estas en los Cielos, el que invento las moscas y la mando a infligir este triste y prolongado infortunio, esta melancolía y esta ruina, esta podredumbre del cuerpo y de la mente aun pobre salvaje que no hizo daño alguno, al gran delincuente. No hay un hombre en el mundo que no compadezca al pobre negro sufriente y no hay hombre que no estuviera dispuesto a devolverle la salud si pudiera. Para encontrar al único que no siente piedad de el, es necesario ir al cielo. Para encontrar al único que puede salvarlo y a quien no se pudo persuadir de que lo hiciera, es necesario ir al mismo lugar. Hay solo un padre lo suficientemente cruel para afligir a su hijo con este horrible mal. Solo uno. Ni todas las eternidades pueden producir otro. ¿Les gustan los reproches poéticos llenos de indignación expresadas con calor? He aquí uno, recién salido del corazon de un esclavo.
La humanidad del hombre para el hombre, hace llorar a miles incontables.
Les contare una linda historia que tiene un toque patético. Un hombre se volvió religioso y pregunto a un sacerdote que podía hacer para volverse digno de su nuevo estado. El sacerdote dijo: “Imita a Nuestro Padre que esta en los Cielos” “aprende a ser como El” el hombre estudio la Biblia con diligencia, comprensión y debilidad y luego de haber rogado al cielo que lo guiara inicio sus imitaciones. Hizo caer por las escaleras a su mujer, que se rompió la columna, entrego a su hermano en manos de un estafador, que le robo cuanto poseía y lo dejo en el asilo de pobres, inoculo parásitos intestinales a uno de sus hijos, la enfermedad del sueño a otro y gonorrea al otro, hizo que su hija se contagiara escarlatina y llegara asi a la adolescencia, sorda, ciega y muda para siempre y después de ayudar a un canalla a que la sedujera, le cerro las puertas de su casa y la hija murió maldiciéndolo en un prostíbulo. Luego se presento ante el sacerdote que le dijo que esa no era la forma de imitar al Padre Celestial. El converso, pregunto en que había fallado, pero el sacerdote cambio de tema y le pregunto como estaba el tiempo por su pueblo.
CARTA VIII
El hombre es sin duda el tonto más interesante que existe. También el más excéntrico. No tiene una sola ley escrita en la Biblia o fuera de ella, que tenga otra intención u otro propósito que este: limitar u oponer a la ley de Dios.
Pocas veces saca de un hecho sencillo algo que no sea una conclusión equivocada. No puedo evitarlo; es la forma en que esta hecha esta confusión que el llama su mente. Consideren lo que acepta y todas las curiosa conclusiones que saca de ello.
Por ejemplo. Acepta que Dios hizo al hombre. Lo hizo sin deseo ni conocimiento del hombre.
Esto parece hacer indisputable y claramente a Dios y solamente a Dios responsable por los actos del hombre. Pero el hombre niega esto.
Acepta que Dios hizo a los Ángeles perfectos, sin macula e inmunes al dolor y a la muerte y que podría haber sido igualmente bondadoso con el hombre si lo hubiera querido, pero niega que tuviera ninguna obligación moral de hacerlo.
Acepta que el hombre no tiene derecho moral a castigar a su hijo que engendra con crueldades voluntarias, enfermedades dolorosas o la muerte, pero rehúsa limitar los privilegios de Dios de la misma manera hasta los hijos que el engendra.
La Biblia y los estatutos del hombre prohíben el homicidio, el adulterio, la fornicacion, la mentira, la traición, el robo, la opresión y otros crímenes pero sostienen que Dios esta libre de esas leyes y que tiene derecho a romperlas cuando quiere.
Acepta que Dios da a cada hombre su temperamento, su disposición, al nacer; acepta que el hombre no puede por medio de ningun proceso cambiar este temperamento, sino que debe permanecer siempre bajo su dominio. Pero si en el caso de un hombre que esta lleno de pasiones tremendas y totalmente privado de ellas en el caso de otro hombre es justo y racional castigar a uno por sus crímenes y recompensar al otro por abstenerse de cometerlos
A ver consideremos estas curiosidades.
Tomemos dos extremos de temperamento: la cabra y la tortuga.
Ninguna de esas dos criaturas hace su propio temperamento, sino que nace con el, como el hombre y como el hombre no puede cambiarlo.
El temperamento es la Ley de Dios escrita en el corazon de cada ser por la propia mano de Dios y debo ser obedecido y lo será a pesar de todos los estatutos que lo restrinjan o prohíban emanen de donde emanaron.
Muy bien. La lascivia es el rasgo dominante del temperamento de la cabra la Ley de Dios para su corazon, y debe obedecerla y la obedece todo el día durante la época de celo, sin detenerse para comer o beber. Si la Biblia ordenara a la cabra. “No fornicaras, no cometerás adulterio” hasta el hombre, ese hombre reconocía la tontería de la prohibición y reconocería que la cabra no debe ser castigada por obedecer la Ley de su hacedor. Sin embargo, cree que es apropiado y justo que el hombre sea colocado bajo la prohibición. Todos los hombres. Todos de igual modo.
A juzgar por las apariencias este es entupido, porque por temperamento, que es la verdadera ley de Dios, muchos hombres son cabras y no pueden evitar cometer adulterio cuando tienen oportunidad; mientras que hay gran número de hombres que pro temperamento pueden mantener su pureza y dejan pasar la oportunidad si la mujer no tiene atractivos. Pero la Biblia no permite el adulterio en absoluto, pueda o no pueda evitarlo la persona. No acepta distinción entre la cabra y la tortuga, la excitable cabra y la tortuga, la excitable cabra, la cabra emocional, que debe cometer adulterio todos los dias o languidecer y morir y la tortuga, esa puritana tranquila que se da el gusto solo una vez cada dos años y que se queda dormida mientras lo hace y no se despierta en sesenta dias. Ninguna señora cabra esta libre de violencia, ni siquiera en el día sagrado, si hay un señor macho cabrio en tres millas a la redonda y el único obstáculo es una cerca de cinco metros de alto, mientras que ni el señor y la señora tortuga tienen nunca el apetito suficiente de los solemnes placeres de fornicar para estar dispuestos a romper el descanso de la fiesta pro ellos. Ahora, según es curioso razonamiento del hombre, la cabra gana su castigo y la tortuga encomio.
“No cometerás adulterio” es un mandamiento que no establece distingos entre las siguientes personas. A todas se les ordena obedecerlo:
Los niños recién nacidos.
Los niños de pecho.
Los escolares.
Los jóvenes y doncellas.
Los jóvenes adultos.
Los mayores.
Los hombres y mujeres de los 40 años.
De 50.
De 60.
De 70.
De 80.
De 90.
De 100.
El mandamiento no distribuye su carga en forma pareja, ni puede hacerlo.
No es difícil para los tres grupos de niños.
Es difícil –mas difícil-. Mas difícil para los tres grupos siguientes, difícil hasta la crueldad.
Felizmente se suaviza para los tres grupos.
Ya ha hecho todo el daño que podía hacer y podía suprimírselo, pero con una imbecibilidad cómica se prolonga aun y pone bajo su aplastante prohibición a las cuatro edades siguientes, pobres viejos arruinados, aunque trataran no podrían desobecerlo. ¡Y piensen ustedes reciben loas porque se abstienen santamente de adulterarse!.
La cual es absurdo; porque la Biblia sabe lo suficiente para sabe que si el mas viejo de esos veteranos pudiera recuperar la plenitud perdida por una hora, dejaría que el viento se llevara el mandato y arruinaría a la primera mujer con quien se cruzara, aunque fuera una perfecta desconocida.
Es como yo digo: todos los estatutos de la Biblia y de los libros de derecho son un intento de derrotar la ley de Dios, en otras palabras expresa la inalterable e indestructible ley natural. El Dios de esta gente les ha demostrado con un millón de actos que el no respeta ninguno de los estatutos de la Biblia, el mismo rompe cada uno de sus leyes, aun la del adulterio y todo.
La ley de Dios como lo expresa claramente la construcción del hombre, en esta: durante tu vida entera estarás bajo restricciones y límites inflexibles, sexualmente.
Durante veintitrés dias de cada mes (no habiendo embarazo) desde el momento en que la mujer tiene siete años hasta que muere de vieja, esta lista para la acción y es competente, tan competente como el candelero para recibir la vela. Competente todos los dias, competente todas las noches, además quiere la vela. La desea. La ansia y suspira por ella, como lo ordena la ley de Dios en su corazon.
Pero la competencia del hombre es breve y mientras dura es solo en la medida moderada aplicable a la palabra en el caso de su sexo. Es competente desde la edad de dieciséis años o diecisiete años. En adelante por treinta y cinco más. Después de los cincuenta su acción es de baja calidad. Los intervalos son amplios y la satisfacción no tiene gran valor para ninguna de las partes, mientras que su bisabuela esta como nueva, nada le pasa a ella. El candelero esta tan firme como siempre, mientras que la vela se va ablandando y debilitando por las tormentas de la edad, a medida que pasan los años, hasta que por fin no puede pararse y debe pasar a reposo con la esperanza de una feliz resurrección que no ha de llegar jamás.
Por constitución, la mujer la mujer debe dejar descansar su fábrica tres dias por mes y durante una parte del embarazo. Son épocas de incomodidad, a veces de sufrimiento. Como justa compensación tiene el alto privilegio del adulterio ilimitado todos los dias de su vida.
Esa es la Ley de Dios, revelada en su naturaleza. ¿Y que se hace de este valioso privilegio? ¿Vive disfrutándolo libremente? No en ningun lugar del mundo. En todas partes se lo arrebatan. ¿Y quien lo hace? El hombre. Los estatutos del hombre –si es que la Biblia es la Palabra del Dios.
Pues bien, ahí tienen ustedes una muestra del “poder de razonamiento” del hombre, como el le llama. Observa ciertos hechos. Por ejemplo, que en toda su vida no hay un día en que pueda satisfacer a una mujer; asimismo, que en la vida de la mujer no hay un día que no pueda trabajar más y vencer y poner fuera de combate a diez hombres que se puedan ofrecer en la cama.
Asi el hombre concreta esta singular conclusión con una ley definitiva.
Y lo hace sin consultar a la mujer, aunque a ella le concierne el asunto mil veces mas que a el. La capacidad procreadora del hombre esta limitada a un termino medio de cien experiencias por año durante cincuenta años, la de la mujer sirve para tres mil por año durante el mismo tiempo y tantos años mas como pueda vivir. Asi su interés vitalicio en el asunto es de cinco mil descargas, mientras que la de ella es de ciento cincuenta mil; sin embargo en lugar de dejar honorablemente que haga la ley la persona que tiene un interés abrumadoramente superior en ella, este cerdo inconmensurable, que no tiene ningun interés digno de consideración en ella, ¡decide hacerla por si!.
Hasta ahora han descubierto, por mis enseñanzas, que el hombre es un tonto; ahora saben que la mujer es retonta.
Ahora si ustedes o cualquier otra persona inteligente pusieran en orden las equidades y justicias en el hombre y la mujer, darían al hombre un interés de un cincuentavo en una mujer, y la mujer un harén. ¿No es asi? Necesariamente. Pero les aseguro, este ser de la vela decrepita ha decidido cosas de la manera opuesta. Salomón, que era uno de los favoritos de la Deidad, tenía un gabinete de cupulacion compuesto de setecientas esposas y trescientas concubinas. Ni para salvar su vida podría haber mantenido satisfechas siquiera a dos de esas jóvenes criaturas, aun cuando tenía quince expertos que lo ayudaban. Necesariamente las mil pasaban años y años con su apetito insatisfecho. Imagínense un hombre suficientemente cruel para contemplar ese sufrimiento todos los dias y no hacer nada por mitigarlo. Maliciosamente hasta agregaba agudeza a ese patético sufrimiento; pues mantenía a la vista de esas mujeres, siempre fuertes guardias cuyas esplendidas formas masculinas hacían que se les hiciera agua la boca a esas pobres muchachitas que no tenían nada con que sosegarse, pues esos caballeros eran eunucos. Un eunuco es una persona cuya vela ha sido apagada mediante un artificio.
De vez en cuando, mientras prosigo, tomare un estatuto biblico y les mostrare que siempre viola la ley de Dios, tras lo cual se lo incorpora a los códigos de las naciones, donde la violación continúa. Pero esas cosas pueden esperar; no hay apuro.
CARTA IX
El arca continuo su viaje, a la deriva aquí y allá y acullá, sin brújula y sin control, juguete de los vientos caprichosos y de las corrientes arremolinadas. ¡Y la lluvia, la lluvia, la lluvia! Seguía cayendo a cantaros, calando, inundando. Nunca se había visto lluvia igual. Se había oído hablar de cuarenta centímetros por día, pero eso no era nada comparado con esto. Ahora eran trescientos veinte centímetros por día ¡tres metros! A este paso increíble llovió durante cuarenta dias y cuarenta noches y se sumergieron todos los cerros de ciento veinte metros de alto. Luego los cielos y hasta los Ángeles se secaran; no se conseguía más agua.
Como diluvio universal, este fue una desilusión, pero había habido montones de Diluvio Universales antes, antes como lo atestiguan todas las biblias de todas las naciones y este fue tan bueno como el mejor.
Por fin el arca se elevo y quedo descansando en la cima del Monte Ararat, a cinco mil cien metros sobre altura del valle y su carga viva desembarco y bajo la montaña.
Noe planto una vid y bebió el vino y cayo vencido.
Esta persona había sido elegida entre todas porque era la mejor que existía. Iba a reiniciar la raza sobre una nueva base. Esta fue la nueva base. No proteste nada bueno. Llevar adelante el experimento era correr un riesgo grande e irrazonable. Este era el momento de hacer con esta gente lo que tan juiciosamente se había hecho con los demás; ahogarlos. Cualquiera que no fuera el Creador hubiera visto esto. Pero el no lo vio. Es decir, quizá no lo viera.
Se dice que desde el principio de tiempo previo todo lo que sucedería en el mundo. Si eso es cierto, previo que Adan y Eva comerían la manzana; que su posteridad seria insoportable y tendría que ser ahogada; que la posteridad de Noe a su vez seria insoportable y que con el tiempo El tendría que dejar su Trono Celestial y bajar a ser crucificado para salvar a esta misma fastidiosa raza humana una vez mas. ¿A toda ella? ¡No! ¿A una parte de ella? Si. ¿Qué parte? En cada generación, por cientos y cientos de generaciones, un billón morirían y todos irían a la perdición excepto quizá diez mil del billón. Los diez mil tendrían que proceder del reducido cuerpo de cristianos y solo uno de cien en ese pequeño grupo tendría una oportunidad. Ninguno de ellos excepto aquellos católicos romanos que tuvieron la suerte de tener un sacerdote a mano para que les limpiara el alma al exhalar el último suspiro y algún presbiteriano. Ningun otro era salvable. Todos los demás estaban condenados. Por billones.
¿Están ustedes dispuestos a aceptar que previo esto? El pulpito lo acepta. Es lo mismo que aceptar que en materia de intelecto la Deidad es el Pobre Máximo del Universo y que en cuestión de moral y carácter llega tan bajo que esta al nivel de David.
CARTA X
Los dos testamentos son interesantes, cada uno a su modo. El antiguo da un relato de la Deidad de estas gentes como era antes de que comenzara la religión, el otro nos da un retrato de un después de la aparición de la mentira. El antiguo testamento se interesa principalmente por la sangre y la sexualidad. El nuevo por la salvación. La salvación por medio del fuego.
La primera vez que la Deidad descendió a la tierra, trajo la vida y la muerte; cuando vino la segunda vez trajo el infierno.
La vida no era un regalo valioso, pero la muerte si. La vida era un sueño febril compuesto de alegrías amargadas por los sufrimientos, placer envenenado por el dolor; un sueño que era una confusa pesadilla de deleites espasmódicos y huidizos, éxtasis, exultaciones, felicidades entremezclados con infortunios prolongados, penas, peligros, horrores, desilusiones, derrotas, humillaciones y desesperación: la mas pesada maldición que pudiera imaginar el ingenio Divino; pero la muerte era dulce, la muerte era bondadosa; la muerte curaba el espíritu golpeado y el corazon destrozado y les daba descanso y olvido; la muerte era el mejor amigo del hombre ya no podía soportar la vida, llegaba la muerte a liberarlo.
Con el tiempo, la Deidad percibió que la muerte era un error, un error, en cuanto insuficiente; un error, en razón de que a pesar de ser un agente admirable para infligir felicidad al superviviente, permitía a la persona misma escapar a toda la persecución posterior en el bendito refugio de la tumba.
La deidad medito sobre este asunto sin éxito durante cuatro mil años, pero tan pronto como bajo a la tierra y se hizo cristiano se le aclaro la mente y supo que hacer. Invento el infierno y lo proclamo.
Ahora aca hay algo de curioso. Todo el mundo cree que mientras estaba en el cielo era severo, duro, fácil de ofender, celoso y cruel; pero que cuando bajo a la tierra y asumió el nombre de Jesucristo, se volvió lo contrario de lo que fuera antes; es decir se volvió dulce y manso, misericordioso, compasivo y que toda aspereza desapareció de su naturaleza y que un amor profundo y ansioso por sus pobres hijos humanos tomo su lugar. ¡Mientras que como Jesucristo que invento el infierno y lo proclamo.
La cual equivale a decir, que como manso y suave salvador fue mil billones de veces mas cruel que lo que fuera en el Antiguo Testamento -¡Oh, incomparablemente mas atroz que lo que fuera nunca en sus peores momentos en los viejos días!.
¿Manso y suave? Luego examinaremos este sarcasmo popular a la luz del infierno que inventara.
Aunque es verdad que Jesucristo, el inventor del infierno, se lleva la palma por su malignidad ya era lo suficientemente duro y desapacible para cumplir su función de Dios antes de volverse cristiano. Nunca parece haberse detenido a reflexionar que la culpa era de El cuando el hombre erraba, ya que el hombre solo actuaba según la disposición natural con el que lo había castigado. No castigaba al hombre, en lugar de castigarse a si mismo. Aun más, el castigo generalmente exageraba la ofensa. A menudo también, caía no sobre el ejecutor de la falta, sino sobre algún otro: un jefe o cabeza de comunidad, por ejemplo.
“Moraba Israel en Sitim: y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab.
Y Jehová dijo a Moisés: toma a todos los príncipes del pueblo y ahórcalos ante Jehová delante del sol y el ardor de la ira de Jehová se apartara de Israel”.
¿A todos ustedes les parece justo esto? No parece que los “dirigentes del pueblo” hubieran cometido adulterio y sin embargo a ellos se les colgó, en lugar del “pueblo”.
Si fue justo y equitativo en esos dias, seria justo y equitativo hoy, porque el pulpito sostiene que la justicia de Dios es eterna e inalterable; asi como que el es la fuente de la moral y que su moral es eterna e inalterable. Muy bien entonces debemos creer que si el pueblo de Nueva York comenzara a prostituir a las hijas de Nueva Jersey, seria justo y equitativo levantar un patíbulo frente a la municipalidad y colgar al intendente y al jefe de policía y a los jueces y al arzobispo, aunque ellos no lo hubieran hecho. A mi no me parece muy bien.
Además, pueden estar completamente seguros de una cosa no podría suceder. El pueblo no lo permitiría. Son mejores que la Biblia. Nada pasaría aca, excepto algunos juicios por daños, si no se pudiera silenciar el asunto; ni aun mas allá en el Sur tomarían medidas contra las personas que nada sacaran de ello; tomarían una soga y darían casa a los culpables y si no consiguieran encontrarlos, lincharían a un negro.
Las cosas han mejorado mucho desde los tiempos del todo poderoso, diga el pulpito lo que quiera.
¿Quieren examinar la moral y la disposición y la conducta de la Deidad un poco más? ¿Y quieren recordar que en la escuela de catecismo se insta a los chicos a amar al todopoderoso, a honrarlo, a alabarlo y ha considerarlo como modelo y tratar de parecerse a el tanto como puedan? Lean:
“1 Jehová hablo a Moisés, diciendo:
“2 Haz la venganza de los hijos de Israel contra los medianitas; después serás recogido a tu pueblo.
“7 Y pelearon contra Madian, como Jehová lo mando a Moisés y mataron a todo varón.
“8 Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madian, Evi. Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madiam, también a Balam hijo de Beor, mataron a espada.
“9 y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los medianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus bienes.
“10 E incendiaron todas sus ciudades y aldeas y habitaciones.
“11 Y tomaron todo el despojo, y todo el botín, asi de hombres como de bestias.
“12 Y trajeron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a la congregación de los hijos de Israel, los cautivos y el botín y los despojos al campamento, en los llanos de Moab, que están junto al Jordán frente a Jericó.
“13 Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento.
“14 Y se enojo Moisés contra los capitanes del ejercito, contra los jefes de los millares y de centenares que volvían de la guerra.
“15 Y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres?
“16 He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-Peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová.
“17 Matad, pues ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
“18 Pero a todas las niñas entre las mujeres que no hayan conocido varón las dejareis con vida.
“19 Y vosotros, cualquiera que haya dedo muerte a una persona y cualquiera que haya tocado muerto, permaneced fuera del campamento siete dias y los purificareis al tercer día y al séptimo vosotros y vuestros cautivos.
“20 Asimismo purificareis todo vestido y toda prenda de pieles y toda obra y todo utensilio de madera.
“21 Y el sacerdote Eleazar dijo a los hombres que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha mandado a Moisés.
“25 Y Jehová hablo a Moisés, Diciendo:
“26 Toma la cuenta del botín que se ha hecho, asi las personas como las bestias, tu y el sacerdote Eleazar y los jefes de la congregación;
“27 Y participaras por mitades el botín entre los que pelearon, los que salieron a la guerra y toda la congregación.
“28 Y apartaras para Jehová el tributo de los hombres de guerra que salieron de la guerra de quinientos, uno, asi de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas.
“31 El hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar como Jehová mando a Moisés.
“32 Y fue el botín, el resto del botín que tomaron los hombres de guerra. Seiscientos setenta y cinco mil ovejas
“33 setenta y dos mil bueyes.
“34 Y setenta y un mil asnos.
“35 En cuanto a personas de mujeres que no habian conocido varón eran por todas ellas treinta dos mil.
“40 Y de personas, dieciséis mil y de ellas el tributo para Jehová treinta y dos personas.
“41 Y dio Moisés el tributo, para ofrenda elevada a Jehová, al sacerdote Eleazar, como Jehová lo mando a Moisés.”
“47 De la mitad, pues, para los hijos de Israel, tomo Moisés uno de cada cincuenta, asi de las personas como de los animales y los dio a los levitas que tenían la guarda del tabernáculo de Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés.”
“10 Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, le intimidaras la paz.
“13 Luego que Jehová tu Dios la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada.
“14 Solamente las mujeres y los niños y los animales y todo lo que haya en la cuidad, todo su botín tomaras para ti; y comerás del botín de tus enemigos los cuales Jehová tu Dios te entrego.
“15 Asi harán a todas las ciudades que están muy lejos de ti, que no sean las ciudades de estas naciones.
“16 Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna personas dejaras con vida.”
La ley bíblica dice: “No mataras”. La ley de Dios, implantada en el corazon del hombre al nacer, dice: “Mataras”.
El capitulo que cite les demuestra que el estatuto biblico falla una vez mas. No puede dejar de lado la ley de la naturaleza, que es más poderosa.
Según la creencia de esta gente, fue el propio Dios quien dijo: “No mataras”.
Luego esta claro que no se puede respetar a sus propios mandamientos.
El mato a toda esa gente: todos los hombres.
De alguna manera habian ofendido a la Deidad. Sabemos cual fue la ofensa, sin necesidad de investigarlo; es decir sabemos que fue una tontería; alguna pequeñez a la cual nadie mas que un Dios atribuiría ninguna importancia. Es más que probable que algún medianita estuviera reproduciendo la acción de un cierto Onan a quien se le había ordenado “entrar en la mujer de su hermano” –lo que hizo; pero en lugar de consumirlo, “lo dejo caer al suelo”. El señor dio muerte a Onan por eso, porque el Señor no podía tolerar la falta de delicadeza. El señor dio muerte a Onan y hasta el día de hoy el mundo cristiano no puede entender porque se detuvo alli, en lugar, en lugar de dar muerte a todos los habitantes de trescientas millas a la redonda, ya que estos eran inocentes y por lo tanto eran precisamente los que hubiera ejecutado por lo general. Porque esa ha sido siempre su idea del trato justo. Si hubiera tenido un lema, hubiese sido “que no escape ningun inocente”. Ustedes recuerdan lo que hizo en la época del diluvio. Había multitudes y multitudes de niños pequeños, y el sabia que nunca le habian hecho daño alguno; pero sus parientes si y eso era suficiente para El: vio levantarse las aguas hasta sus labios clamorosos, vio el terror salvaje de sus ojos, vio el agónico pedido en las caras de las madres, que hubieran conmovido a cualquier corazon excepto el suyo; pero el quería castigar particularmente a los culpables, y ahogo a esos pobres chiquillos.
Y recordaran ustedes que en el caso de Adan todos los billones eran inocentes –ninguno de ellos tomo parte en el delito, pero la Deidad los considera culpables hasta el día de hoy. Nadie se libra, excepto reconociéndose culpable no sirve ninguna mentira menor.
Algún medianita debe haber repetido el acto de Onan y haber atraído el castigo sobre su pueblo. Sino fue esa la falta que ultrajo el poder de la Deidad, ya se que fue: algún medianita debe haber orinado sobre la pared. Estoy seguro de ello, porque esa es una impropiedad que la Fuente de toda etiqueta nunca pudo tolerar. Una persona podía orinar contra un árbol, podía orinar contra su madre, podría orinarse en los calzones y salir bien librado, pero nunca debía orinar contra una pared y eso seria ir demasiado lejos. No esta establecido el origen del principio divino contra ese delito; pero sabemos que el prejuicio era muy fuerte, tan fuerte que solo una masacre en masa del pueblo que habitaba en la región donde estaba la pared podía satisfacer a la Deidad.
Tomen el caso de Jeroboam. “Separare de Jeroboam al que orine contra el muro”. Y se hizo. Y no solo el que lo hizo fue destruido sino también todos los demás.
Los mismo en la casa de Baasa: todos fueron eliminados, parientes, amigos y todos sin quedara “nadie que orinara contra el muro”.
En el caso de Jeroboam tienen ustedes un notable ejemplo de la costumbre de la Deidad de no limitar sus castigos al culpable; se incluye a los inocentes. Hasta la posteridad de esa infortunada casa barrida, “como el hombre saca el estiércol, hasta que desaparezca por completo”. Esto incluye alas mujeres, doncellas y las niñas pequeñas. Todas inocentes, porque no podían orinar contra el muro. Nadie de ese sexo puede hacerlo. Nadie más que los miembros del otro sexo pueden realizar esa hazaña.
Un prejuicio curioso. Y todavía existe. Los padres protestantes tienen aun la Biblia en mano en sus cosas, para que los chicos estudien y una de las primeras cosas que aprenden los niños y las niñas a ser buenos y puros y a no orinar contra el muro. Estudian esos pasajes más que ningun otro: excepto los que incitan a la masturbación. A estos los buscan y los estudian en privado. No existe un niño protestante que no se masturbe. Ese arte es el primer conocimiento que un niño le confiere la religión. Y también el primero que la religión confiere a una niña.
La Biblia tiene esta ventaja sobre todos los otros libros que enseñan refinamiento y buenos modales: llega al niño. Llega a su mente en la edad más receptiva e impresionable; los otros tienen que esperar.
Tendrás entre sus armas una estaca y cuando te descargaras afuera cavaras con ella y luego al volver cubrirás tu excremento.
Esta regla se hizo en los viejos tiempos porque “El señor tu Dios anda en medio de tu campamento”.
Probablemente no valga la pena tratar de averiguar, con certeza, porque fueron exterminados los medianitas. Solamente podemos estar seguros de que no fue causa grande, porque los casos de Adan y el Diluvio, y los mancilladores de muros nos dicen eso. Un medianita pudo haber dejado su estaca en casa y causado asi el problema. Principal. Sin embargo no tiene importancia. Lo principal es el problema mismo y la moraleja de uno u otro tipo que ofrece para instruir y elevar el cristianismo de hoy.
Dios escribió sobre las tablas de piedra: “No mataras”. También no cometerás adulterio”.
Pablo hablando por la voz divina, aconsejo abstención absoluta de la relación sexual. Un gran cambio desde el concepto divino de la época del incidente medianita.
CARTA XI
La historia humana esta enrojecida de sangre en todas las épocas y cargada de odio y manchada de crueldad; pero después de los tiempos bíblicos estos rasgos no han dejado de tener límites de alguna clase. Aun la iglesia que se dice derramo mas sangre inocente, desde el principio de su supremacía, que todas las guerras políticas juntas. Observa el límite. Pero notan ustedes que cuando el Señor, Dios de los Cielos y Tierra, Padre Adorado del hombre, esta en guerra, no hay limite. El es totalmente inmisericorde el a quien le llaman fuerte de Misericordia ¡El mata, mata, mata! A todos los hombres, a todas las bestias, todos los muchachos, todos los infantes; también a todas las mujeres y todas las niñas excepto las que no han sido desfloradas.
No hace ninguna distinción entre el inocente y el culpable. Los infantes eran inocentes, las bestias eran inocentes, muchos de los hombres, muchas de las mujeres, muchas de las niñas eran inocentes, pero igual tuvieron que sufrir con los culpables. Lo que el insano padre quería era sangre e infortunio; le era indiferente quien los ofrecía.
El más duro de todos los castigos se administro a personas que de ninguna manera pudieron haber merecido tan horrible suerte: las 32,000 vírgenes. Se palpo sus partes privadas para asegurarse que aun poseían el himen sin romper; después de esta humillación se las hecho e la tierra que fuera su hogar, para ser vendidas como esclavas; la peor de las esclavitudes y la mas humillante: la esclavitud de la prostitucion, la esclavitud de la cama, para excitar el deseo y satisfacerlos con sus cuerpos; esclavitud para cualquier comprador, ya fuera un caballero o un rufián sucio y basto.
Fue el padre el que infligió este castigo inmerecido y feroz a esas vírgenes desposeídas y abandonadas, cuyos padres y parientes el mismo había asesinado ante sus ojos. ¿Y mientras tanto ellas lo rezaban para que las compadeciera y rescatara? Sin duda alguna.
Esas vírgenes eran ganancia de guerra, botín. El reclamo su parte y la obtuvo. ¿Para que le servían las vírgenes a El? Examinen mi historia mas adelante lo sabrán.
Sus sacerdotes también obtuvieron su parte de las vírgenes ¿Qué uso podrían hacer de las vírgenes los sacerdotes? La historia privada del confesionario católico romano puede responder esa pregunta. La mayor diversión del confesionario ha sido la seducción en todas las épocas de la iglesia. El padre Jacinto atestigua que de cada cien sacerdotes confesados por el, noventa y nueve habian usado el confesionario con eficacia para seducir a mujeres casadas y a muchachas jóvenes. Un sacerdote confeso que de novecientas niñas y mujeres a quienes había servido como padre confesor en su época, ninguna había conseguido escapar a sus caricias, excepto las viejas o las feas. La lista oficial de preguntas que un sacerdote debe hacer es capaz de sobrexcitar a cualquier mujer que no sea paralítica.
No hay nada en la historia de los pueblos salvajes o civilizados que sea mas completo, mas inmisericordemente destructivo que la Campana del Padre de la Misericordia contra los medianitas. La historia oficial no da incidente o detalles menores, sino informaciones en masa: todas las vírgenes, todos los hombres, todos los infantes, todos los seres que respiran, todas las casas, todas las ciudades; da un amplio cuadro que se extiende aquí, allá y acullá, hasta, hasta donde llega la vista, de ardiente ruina y tormentosa desolación; la imaginación agrega una quietud desolada, un terrible silencio –el silencio de la muerte. Pero por supuesto hubo incidentes. ¿Dónde pueden conseguirse?.
De la historia fechada de ayer. De la historias de los pieles rojas en Norte América. Ahí se copio la obra de Dios, y se hizo en el verdadero espíritu de Dios. En 1862 los indios de Minesota, profundamente ofendidos y traicionados por el gobierno de los Estados Unidos. Se levantaron contra los colonos blancos y los masacraron, masacraron a todos aquellos que alcanzaba su mano, sin perdonar edad, ni sexo. Consideran este incidente.
Doce indios atacaron una granja a la madrugada y capturaron a la familia. Consistía del granjero y su mujer y cuatro hijas, la menor de catorce y la mayor de dieciocho. Crucificaron a los padres; es decir, los hicieron parar completamente desnudos contra la pared del living room y les clavaron las manos a la pared. Luego desnudaron a las hijas, las tendieron en el piso delante de sus padres y las violaron repetidas veces. Finalmente crucificaron a las hijas en la pared opuesta a la de los padres y les cortaron la nariz y los senos. Además. Pero no detallare eso. Hay un límite. Hay indignidades tan atroces que la pluma no puede escribirlas. Un miembro de la pobre familia crucificada –el padre- estaba todavía vivo cuando llegaron en su auxilio dos dias mas tarde.
Ahora conocen un incidente de la masacre de Minesota. Les podría dar cincuenta. Cubriría todas las diversas clases de crueldad que puede inventar el talento humano.
Y ahora ya saben, por esos signos ciertos, que sucedió bajo la dirección personal del padre de la misericordia en su campaña medianita. La campaña de Minesota fue solamente el duplicado de la campaña medianita. Nada sucedió en una que no hubiera sucedido en la otra.
No, eso no es totalmente cierto. El indígena fue más comprensivo que el Padre de las Mercedes. No vendió a las vírgenes como esclavas para atender a la lascivia de los asesinos de su familia mientras duraban sus tristes vidas; las violo y luego caritativamente hizo breves los sufrimientos siguientes. Terminándolos con el precioso regalo de la muerte. Quemo algunas de las casas, pero no todas.
Se llevo a las bestias inocentes, pero no les arrebato la vida.
¿S puede esperar que este mismo Dios sin conciencia, este desposeído moral se convierta en maestro de moral, de dulzura, de mansedumbre, de justicia, de pureza? Parece imposible, extravagante; pero escúchenlo. Estas son sus propias palabras.
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los que lloran porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque de ellos están saciados.
Bienaventurados los de limpio corazon, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros mintiendo.”
Los labios que pronunciaron esos inmensos sarcasmos, esa hipocresía gigantesca, son exactamente los mismo hombres, infantes y animales medianitas, la destrucción masiva de casas y ciudades, el destierro masivo de las viegenes a una esclavitud inmunda e indescriptible. Esta es la misma persona que atrajo sobre los medianitas las diabolicas crueldades que fueron repetidas por los pieles rojas. Detalle por detalle, en Minesota, dieciocho siglos mas tarde, el episodio medianita lo lleno de alegría.
Las bienaventuranzas y los capítulos de Números y Deuteronomio citados deberían siempre ser leídos juntos desde el pulpito; entonces la congregación tendría un retrato completo del Padre Celestial. Sin embargo no he conocido un solo caso de un sacerdote que hiciera esto.
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