Augustus Hare - La Casa Croglin
El Capitán Fisher también nos contó esta extraordinaria historia,
conectada con su propia familia.
"Fisher," dijo el capitán, " puede sonar un nombre muy plebeyo, pero su
familia es de muy antigua estirpe, y por varios cientos de años poseyeron
un muy curioso lugar en Cumberland, que tenía el extraño nombre de "casa
Croglin". La gran característica de la casa era que nunca, en ningún
período de su larga existencia ha habido más que un alto, aunque siempre
tuvo una terraza desde la cuál grandes terrenos se extendían hacia donde
había una iglesia, y desde donde se tenía una gran vista.
"Cuando, a lo largo de los años, los Fisher acrecentaron en la Casa
Croglin su fortuna y familia, no quisieron cambiar las características del
lugar añadiendo otra torre a la casa, y se marcharon hacia el sur, para
residir en Thorncombe, cerca de Guildford, dejando la Casa Croglin.
"Los Fisher fueron extremadamente afortunados con sus inquilinos, dos
hermanos y una hermana. Ellos escucharon sus encomiables palabras acerca
de todos los cuartos. Sus inquilinos vecinos eran todos buenos y gentiles,
les dieron una gran bienvenida. Por su parte los nuevos inquilinos se
vieron muy a gusto en la nueva residencia. Era como que la Casa Croglin
había sido hecha para ellos.
"El invierno pasó felizmente para los nuevos habitantes de Croglin,
quienes compartían con todoso los pequeños placeres sociales del distrito,
y se hacían de esto modo, muy populares. Al siguiente verano, hubo un día,
muy particular, que hizo un calor terrible, insoportable. Los hermanos
estaban echados bajo un árbol, con sus libros, ya que hacía demasiado
calor para llevar a cabo cualquier tarea física. Ellos habían cenado
temprano, y luego de la cena se sentaron en el porche, disfrutando del
aire fresco que trajo la noche, y mientras miraban la puesta del sol, y la
salida de la luna sobre las copas de los árboles que separaban los campos
del cementerio de la iglesia, con unas nubes bañadas de plata como fondo
"Cuando se separaron por la noche, cada uno se retiró a su habitación en
la planta baja (ya que como dije, no había escaleras en esa casa), la
hermana sintió que el calor era tan intenso que no podía dormir y habiendo
trabado su ventana, no había cerrado los postigos — ya que en tal
tranquilo lugar no era necesario — y, apoyada en sus almohadones, aún se
quedó mirando la maravillosa y espléndida belleza de esa noche de verano.
Gradualmente se percató de dos luces, dos luces que parpadeaban, en la
zona de los árboles que separaban el jardín de los campos de la iglesia;
y, a medida que su vista se prendó de ellas, las vio emerger, y componerse
en una sustancia oscura, algo horrible, que parecía a cada momento
acercarse más y más, aumentando en tamaño y sustancia a medida que se
aproximaba. Durante algunos momentos se perdía entre las sombras que se
extendían por el jardín, desde los árboles, y luego volvía a emerger, más
grande que antes, y aún avanzando. Mientras observaba, el más
incontrolable horror se apoderó de ella. Intentó salir de ahí, pero la
puerta estaba cerrada y la ventana también, y aún la cosa se acercaba a
ella. Trató de gritar, pero su voz estaba como paralizada, su lengua
pegada al paladar.
"Repentinamente, ella nunca pudo explicarlo porque, el terrible objeto
pareció volverse sobre un lado, como si fuera a rodear la casa, y después
de todo, no viniera por ella. Inmediatamente ella saltó de la cama y
acometió contra la puerta; y mientras trataba de destrabarla comenzó a
escuchar scratch, scratch, scratch, contra la ventana, y vio un horrible
rostro marrón con ojos ardientes que la miraba. Aterrorizada, regresó a la
cama, pero la criatura continuaba rascando la ventana, scratch, scratch,
scratch. Sintió una especie de alivio cuando se convenció que la ventana
estaba bien cerrada desde el interior. Súbitamente el rasqueteo cesó, y se
escuchó una especie de sonido como de picotazo. Luego, en su agonía, ¡se
dio cuenta que la criatura estaba picando la unión de los vidrios! El
ruido continuó, y un panel de vidrio cayó dentro de la habitación. Luego
el largo y huesudo dedo de la criatura ingresó y giró la manija de la
ventana. La misma se abrió, y la criatura entró en la habitación, y el
terror de la chica fue tan intenso que no pudo gritar, y la criatura
entrelazó sus largos dedos en el cabello de ella, y comenzó a arrastrarla
por la cama. En esta situación violenta se hirió la garganta.
"Cuando pasó esto, su voz se liberó, y pegó un grito, un alarido con todas
sus fuerzas. Sus hermanos se despertaron y salieron de inmediato de sus
cuartos, pero la puerta estaba cerrada por dentro. Fueron a buscar un
atizador y rompieron la cerradura y entraron. Entonces la criatura ya
había escapado por la ventana, y la chica estaba sangrando por una herida
que se había hecho en la garganta, y yacía inconciente a un lado de la
cama. Un hermano persiguió a la criatura, que corría con grandes zancadas
bajo la luz de la luna, hasta que desapareció sobre la pared de los
límites del camposanto de la iglesia. El hermano regresó al lado de su
hermana que estaba siendo atendida por el otro hermano. Ella estaba
malherida, y estuvo por morir; pero era de disposición fuerte, no se
dejaba llevar por el romance o la superstición, y cuando volvió en sí,
dijo: 'Lo que pasó fue muy extraordinario, y estoy muy herida. Me parece
inexplicable, pero por supuesto habrá una explicación, y tenemos que
encontrarla. Debe ser que algún lunático ha escapado de un asilo y ha
venido hasta aquí.' La herida se curó, y ella se recompuso, pero el doctor
que fue a atenderla no podía creer que se hubiese recuperado de tan
terrible shock tan fácilmente, e insistió que ella tenía que cambiar de
paisaje; así que su hermano la llevó a Suiza.
"Siendo una chica sensible, cuando fue al extranjero, se interesó por las
novedades del país en que estaba, secó plantas, hizo dibujos, escaló
montañas, y, cuando llegó el otoño, fue quien urgió a sus hermanos de
regresar a Croglin. 'La tenemos desde hace siete años,' dijo, 'y solo
hemos estado allí uno; y siempre hemos tenido dificultades para encontrar
casas con solamente un alto, así que será mejor que regresemos. Los
lunáticos no se escapan todos los días.' Y como ella los urgió, sus
hermanos no quisieron nada mejor, y la familia regresó a Cumberland. Ya
que no había escaleras en la casa, les fue difícil hacer grandes cambios
en su disposición. La hermana ocupó la misma habitación, aunque jamás
volvió a dejar abierto los postigos. Los hermanos tomaron la habitación
opuesta a la de su hermana, y siempre tenían pistolas cargadas consigo.
—El invierno pasó de lo más pacífica y felizmente. En el mes de marzo la
hermana se despertó una noche por un sonido que le recordó el scratch,
scratch, scratch, sobre el vidrio de la ventana. Y mirando a la ventana,
pudo ver claramente, en el panel superior, el mismo rostro marrón,
horripilante y arrugado, con ojos brillantes, mirándola fijamente. Esta
vez gritó tan fuerte como pudo. Sus hermanos salieron del cuarto, con sus
armas en la mano, por la puerta principal y vieron que la criatura estaba
huyendo por el jardín. Uno de los hermanos hizo fuego y le dio en una
pierna, pero la cosa siguió corriendo, hacia la pared de la iglesia, donde
desapareció dentro de una bóveda que perteneció a una familia que habíase
extinto hacía mucho tiempo.
"Al siguiente día los hermanos llamaron a todos los inquilinos de Croglin,
y fueron a abrir la bóveda. Una horrible escena se reveló. La bóveda
estaba repleta de cajones; todos estaban rotos, y sus contenidos
horriblemente despedazados y desfigurados, esparcidos en todo el piso del
lugar. Un ataúd solo permanecía intacto. Ellos levantaron la tapa del
mismo, y ahí estaba, marrón, reseco, arrugado, momificado, pero aún
entero, la misma horripilante figuar que se veía por la ventana de
Croglin, con la marca de un reciente disparo en la pierna; y ellos
hicieron, lo único que podía hacerse para destruír a un vampiro: lo
quemaron.
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