Charles Nodier
El Vampiro Arnold-Paul
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Un campesino de Medreiga (aldea de Hungría), llamado Arnold-Paul, fue
aplastado por un carro cargado de heno. Treinta días después de su muerte,
cuatro personas murieron súbitamente, de la misma forma que los que son
atacados por vampiros. Se recordó entonces que Arnold-Paul había contado a
menudo que, en lo alrededores de Cassova, en la frontera de Turquía, le había
acosado un vampiro turco; pero como sabía que las víctimas de los vampiros se
convertían a su vez en vampiros después de la muerte, había encontrado el
medio de curarse comiendo tierra del vampiro turco y frotándose con su
sangre. Se presumió que si este remedí había curado a Arnold-Paul, no le había
impedido convertirse a su vez en vampiro. En consecuencia, le desenterraron
para asegurarse de ello y, aunque llevaba inhumado cuarenta días, encontraron
que el cuerpo estaba sonrosado; advirtieron que los cabellos, las uñas y la barba
se habían renovado, y que las venas estaban llenas de una sangre fluida.
El magistrado del lugar, en presencia del cual se realizó la exhumación y
que era un hombre experto en vampirismo, ordenó hundir en el corazón del
cadáver una estaca puntiaguda y atravesarle de parte a parte; lo que fue
ejecutado enseguida. El vampiro lanzó gritos espantosos e hizo los mismos
movimientos que si hubiera estado vivo. Después de lo cual le cortaron la
cabeza y le quemaron en una gran hoguera. A continuación hicieron sufrir el
mismo tratamiento a las cuatro personas a quienes Arnold-Paul había matado,
por temor de que se convirtieran también en vampiros.
A pesar de todas estas precauciones, el vampiro reapareció al cabo de
algunos años; y en el espacio de tres meses, diecisiete personas, de distintas
edades y sexo, perecieron miserablemente: unas sin estar enfermas, y las otras
después de dos o tres días de abatimiento. Una joven llamada Stanoska,
después de haberse acostado una noche en estado de perfecta salud, se despertó
en medio de la noche, temblando, lanzando gritos horribles y diciendo que el
joven Millo, muerto desde hacía nueve semanas, había estado a punto de
estrangularla mientras dormía. Al día siguiente, Stanoska se sintió muy
enferma y murió después de tres días de padecimientos.
Las sospechas recayeron sobre el joven muerto, y se pensó que debía de
ser un vampiro Le desenterraron, le reconocieron como tal y le ejecutaron en
consecuencia. Los médicos y cirujanos del lugar investigaron cómo había
podido renacer el vampiro al cabo de un tiempo tan considerable, y después de
mucho indagar, descubrieron que Arnold-Paul, el primer vampiro, había
atormentado no sólo a las personas que habían muerto poco tiempo después
que él, sino también a varias bestias cuya carne había comido gente que moría
poco después, y entre otra el joven Millo. Reanudaron las ejecuciones y
encontraron diecisiete vampiros, a quienes les atravesaron el corazón, les
cortaron la cabeza les quemaron y arrojaron sus cenizas al río...
Estas medidas acabaron con el vampirismo en Medreiga.
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