LIBROS DE LA UNIDAD
- Libro del Amor
- Libro de la Ignorancia
- Libro de la Dualidad
- Diálogos
- Libro de las Revelaciones
- Libro de la Luz
- Libro de la Unidad
- Libro del Ser
- Libro de la Armonía
- Libro de la Voluntad
- Libro del Hombre
- Libro de los libros
LIBRO DEL AMOR
El que os habla, os pide por favor un momento de atención,
concedédselo aunque sólo sea porque sus intenciones son
buenas.
Todo aquello de lo que os voy a hablar, ha sido dicho ya
muchas veces, esta es sólo una nueva manera de decirlo.
¿Qué es lo que de verdad importa en esta vida?.
De nada le sirve a un hombre una montaña de dinero, si este
hombre se siente desgraciado.
De nada le sirve a un hombre ser conocido en el mundo
entero si este hombre padece una enfermedad dolorosa.
De nada le sirve a un hombre disponer de mil mujeres (o a
una mujer de mil hombres) si no es feliz.
De nada le sirve a un hombre tener poder sobre los demás si
los demás le odian.
Ser feliz, tener el corazón en paz, tener salud, que nuestros
seres queridos sean también felices, estas son cosas
importantes.
Se equivoca el que piensa que la riqueza hace la felicidad, la
riqueza no es que sea mala, pero no tiene nada que ver con la
felicidad.
Cierto es que el hambre y la escasez producen sufrimiento,
pero la riqueza puede convertirnos en personas malvadas y
egoístas sin ni siquiera darnos cuenta.
Si un hombre rico, consigue su riqueza mediante malas
acciones, y se dedica solamente a acumularla, esto no es nada
bueno para él ni para nadie. Si un hombre rico, consigue su
riqueza de forma honrada , y la mantiene en movimiento de
forma que beneficie a los demás, esta riqueza será una
bendición para él.
Tampoco la fama es una cosa necesaria para que una persona
sea feliz. Una persona famosa puede ser muy desgraciada, y
una persona desconocida puede ser muy feliz. La fama nos
puede llevar a convertirnos en personas soberbias y ganarnos
la enemistad de los que nos rodean, o bien nos puede servir
para hacer felices a los demás y ayudarles con muy poco
esfuerzo. Como casi todas las cosas, la fama no es buena ni
mala, depende de como la utilicemos.
Tener poder tampoco es necesario para ser feliz. Una persona
con mucho poder puede ser desgraciada, y una persona sin
poder puede ser muy feliz. El poder, es responsabilidad. La
sociedad necesita del que manda igual que necesita del que
obedece. El dirigente, el jefe, la persona con poder, debe darse
cuenta de que las personas a las que manda dependen de él,
debe darse cuenta de que su deber es utilizar el poder de
forma que a todos beneficie. Si una persona utiliza el poder
de forma egoísta e irresponsable, no conseguirá más que
perder el respeto de los demás, y ensuciar su conciencia.
Si un dirigente comprende que los demás no están para
servirle si no que él está para servir a los demás, la gente le
querrá y le respetará. Si un empresario comprende que su
objetivo no debe ser sólo su propia prosperidad, si no
también generar prosperidad y trabajo en la sociedad en la
que vive, este empresario será beneficioso para su sociedad, y
este beneficio redundará en su propio beneficio.
Abusar del poder, utilizarlo para el propio provecho sin tener
en cuenta el de los demás, caer en el sadismo... estas cosas no
pueden traer nada bueno a la persona que las haga.
Cumplir con el deber y la responsabilidad que el poder
conlleva, nos permite acostarnos por la noche con la
conciencia tranquila y en paz con los demás, esto sí es causa
de felicidad.
Algunas personas convierten el placer en el objetivo de sus
vidas, este camino no lleva a la felicidad, lleva al placer, y en
la misma medida al dolor, es como si no llevara a ninguna
parte.
El ser humano tiene una serie de necesidades, igual que los
animales, cuando tiene hambre, come, cuando tiene sed,
bebe, son los ciclos de la naturaleza, no hay nada de malo en
ello.
Placer y dolor forman estos ciclos, el hambre nos molesta,
comer nos gusta... Si el placer es algo natural, el dolor
también lo es.
Si no cubrimos nuestras necesidades, estamos forzando
nuestra naturaleza. Esto no es saludable.
Si caemos en el exceso, grandes serán nuestros placeres pero
grande será también nuestro dolor. Esto tampoco es
saludable.
Si cubrimos nuestras necesidades sin caer en el exceso,
viviremos con salud y tranquilidad.
He hablado de aquello que no es causa de felicidad, ahora
voy a hablar de aquello que sí es causa de felicidad.
El amor
El hombre se equivoca si piensa que está sólo, todos estamos
unidos, dependemos unos de otros, y lo que hacemos afecta a
los demás igual que lo que hacen los demás nos afecta a
nosotros.
Una persona no puede ser feliz si todo el mundo le odia, una
persona sufre cuando sufren sus seres queridos, se alegra
cuando sus seres queridos dejan de sufrir.
Para poder ser felices, debemos relacionarnos de buena
manera con nuestros semejantes, ayudarles cuando lo
necesiten y dejar que nos ayuden cuando lo necesitemos.
El que odia a sus semejantes recibe odio de sus semejantes, el
que ama recibe amor.
El deber
El deber de un padre, es criar y educar a sus hijos.
El deber de un panadero, es hacer el pan.
El deber de un maestro, es enseñar a sus alumnos.
Cuando el padre ha criado y educado a sus hijos, se siente
satisfecho.
Cuando el panadero ha hecho el pan del día, duerme
tranquilo.
Cuando un maestro está enseñando lo mejor que puede a sus
alumnos, está en paz con su conciencia.
Cada persona tiene un deber que cumplir, ninguno es más
importante que otro.
El deber de una persona no puede ser acumular riquezas, no
puede ser pintar hermosos cuadros que nadie va a ver, el
deber de una persona siempre es ser útil a los demás de una u
otra forma.
Si no cumples con tu deber, vivirás inquieto.
Cumple con tu deber y podrás descansar tranquilo.
El propio camino
No hay mejor camino, que el propio.
El que nació para malabarista, no será feliz siendo un
abogado de prestigio.
El que nació para arquitecto, se sentirá frustrado siendo
jardinero.
El propio camino es al mismo tiempo lo que queremos hacer,
y lo que debemos hacer, pues recorriéndolo es como más
útiles y más felices podemos ser.
El camino medio
Los extremos en general, no son buenos; el que come poco,
siente hambre, el que come demasiado, se indigesta.
Esto es así para el comer, para el beber, para el dormir, para
el trabajo, para la fiesta, para el placer, y casi todas las
actividades de la vida. Trata de buscar un punto medio, para
que tu vida sea tranquila y saludable.
La conciencia tranquila
Trata de ser justo, de cumplir con tu deber y de no causar mal
a nadie, así podrás vivir con la conciencia tranquila.
El hombre sabe lo que está bien y lo que está mal, lo siente
dentro de sí; si ha hecho algo malo, se siente culpable, si ha
hecho algo bueno se siente contento. Si te tienes que
convencer a ti mismo de que lo que has hecho está bien,
seguramente no tengas la conciencia tranquila. El que cree
disfrutar haciendo el mal, seguramente no se ha dado cuenta
todavía de que esa es la causa de sus sufrimientos.
Vivir con la conciencia tranquila es una gran bendición.
El propósito de la enmienda
Los seres humanos no somos perfectos, muchas veces
cometemos errores, y estos errores a veces hacen sufrir a los
demás; De nada vale lamentarse por ello, si has cometido un
error, si has hecho sufrir a alguien y te arrepientes, pide
perdón aunque sea en tus pensamientos, y hazte a ti mismo la
firme promesa de no volver a cometer ese error. Esta es la
única manera de volver a sentirnos en paz.
El perdón
El perdón es una fuerza que permite evolucionar a nuestra
alma, muchos de nosotros, sin siquiera saberlo, arrastramos el
peso de las ofensas que hemos hecho y que hemos recibido.
Sólo el perdón es capaz de quitarnos ese peso de encima,
grande es la fuerza del perdón.
La religión
Hay muchas religiones, y sin embargo todas son la misma,
todas se refieren al mismo Dios, aunque le den nombres
distintos.
La religión es un impulso innato en el hombre, una
necesidad.
Al igual que el hombre, siente sed y bebe, también siente
necesidad de tener una religión, y la Verdad que la religión
enseña, es como el agua para nuestra alma.
A veces, dejamos nuestra religión de lado, y sólo nos
acordamos de ella en los momentos de sufrimiento, parece
una cosa un poco inútil, pero creedme si os digo que es una
de las cosas más importantes.
No importa si eres de una religión u otra, o si tienes tus
propias ideas religiosas, pero no dejes la religión de lado,
pues la religión no sólo nos es útil en esta vida, si no también
en la que viene después.
La oración
Poco cuesta manifestar nuestras buenas intenciones por
medio de la oración, y podemos hacer mucho bien con ello;
Rezar no es inútil, la oración funciona.
La tolerancia
El que desprecia a los demás se desprecia a sí mismo.
Despreciar a una persona por ser de otra raza, sexo, religión,
ideología, nacionalidad, orientación sexual, clase social... es
hacer daño a una persona que no nos ha hecho nada. Nadie
es mejor ni peor persona por cosas como esas. ¿Qué ganamos
si pensamos así?, lo único que ganamos es el odio y el rencor
de nuestros semejantes.
Aprender
El agricultor aprende de la tierra, el universitario aprende de
los libros.
Todos los seres estamos continuamente aprendiendo, desde
que nacemos hasta que morimos; La religión, la ciencia, la
filosofía, son la manera en que el hombre trata de
comprender el mundo que le rodea y que le incluye.
Muchas veces, es la ignorancia la que nos lleva a hacer mal a
los demás y a nosotros mismos, por eso es tan importante
aprender, porque la ignorancia es causa de sufrimiento, y la
sabiduría de felicidad. La ignorancia a la que me refiero es la
ignorancia de las verdades de la vida, un campesino puede
ser un hombre sabio, y un hombre que ha leído muchos libros
puede ser un ignorante; los libros, nos pueden ayudar a
aprender, pero también el trato con nuestros semejantes, la
observación de la naturaleza... de todo se puede aprender
algo.
Igual que un niño rompe un plato y no es consciente de estar
haciendo nada malo, los hombres nos hacemos daño unos a
otros porque somos unos ignorantes.
El hombre que comprende que todos estamos unidos, trata de
llevarse bien con todo el mundo.
El hombre que comprende que perdonar es necesario y
liberador, perdona y olvida, y sigue hacia adelante.
El hombre que comprende que al hacer daño a los demás se
lo hace a sí mismo, vive en paz, sin hacer mal a nadie.
El hombre que comprende que todos tenemos un destino
común, colabora con los demás.
El hombre que comprende que todos somos uno, trata a los
demás como a sí mismo.
Es nuestra ignorancia muchas veces lo que nos hace sufrir o
causar daño a los demás. Es el aprendizaje lo que nos lleva a
vivir, a pensar, a relacionarnos con los demás de buena
manera, lo que nos lleva a la felicidad.
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La rueda de la vida
Todos los seres nacen del espíritu y al espíritu retornan, este
es el ciclo de la vida.
La vida del ser humano no empieza cuando nace, ni termina
cuando muere, esta vida que estamos viviendo, es sólo un
paso de un largo camino que debemos recorrer.
El alma de un ser humano, nació hace mucho tiempo, como
una forma primitiva de vida, fue creciendo y evolucionando
hasta convertirse en lo que hoy es.
La vida de un ser humano no termina cuando muere,
después de morir, seguimos viviendo, creciendo,
evolucionando durante mucho tiempo, hasta que llegamos a
unirnos al Ser Supremo, a ser Uno con Él.
El cuerpo y el alma mueren, pero el espíritu, que es en
esencia lo que somos es inmortal, ni nace ni muere.
El cuerpo y el alma son limitados, pero el espíritu, que es en
esencia lo que somos, no tiene límite.
El cuerpo y el alma son individuales, pero el espíritu, que es
en esencia lo que somos, es común a todos los seres vivos.
Esta es la verdad del sentido de la vida tal como la entiende
mi corto entendimiento.
Cuando pensamos que la vida es injusta, no nos damos
cuenta de que esta vida es sólo un capítulo de una larga
novela, el mal que hicimos en una vida anterior, podemos
sufrirlo en esta; el mal que hagamos en esta, podemos sufrirlo
en una vida posterior. Por eso es conveniente hacer el bien,
porque ello nos traerá algo bueno en la vida que viene. Sin
duda, existe justicia en todo esto.
Cuando sentimos que la vida nos pone delante pruebas muy
duras, debemos pensar que nuestra alma crece cuando las
superamos.
Cuando algo en nuestra vida no funciona, cuando
encontramos siempre delante el mismo escollo, es que
tenemos una lección que aprender, y no pasaremos curso
hasta que no la aprendamos, pues la vida es como una
escuela.
Igual que debemos aprender, debemos enseñar, igual que
recibimos ayuda, debemos ayudar, pues el ciclo de la vida, es
un ciclo que incluye a todos los seres como si fueran uno.
La felicidad de cada ser, depende de la felicidad de los
demás.
La evolución de cada ser, depende de la evolución de los
demás.
Gracias por vuestra atención.
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