PROTESTA ANÓNIMA GENERAL
Oigo en una tertulia de radio, que el movimiento 15M Democracia Real Ya, no es más que una protesta de pataleta. Pues bien, yo pataleo, denuncio y protesto.
Protesto porque un grupo de personajes organizados y protegidos por ominoso secreto, están moldeando el mundo a su capricho favorecidos por la actitud timorata de los gobiernos.
Porque la mentira se ha instalado en el poder como recurso válido y efectivo para tergiversar los asuntos verdaderamente importantes.
Protesto porque seguimos estructurando insensibles, un mundo de privilegios a costa de otro mundo. Porque, en ocasiones pienso, que nuestros representantes, después del voto, se vuelven sordos, ineptos y cobardes.
Protesto, porque no es obligatorio que todas las cuentas institucionales estén claras.
Porque los bancos que provocaron la crisis con su avaricia, se reúnen con el gobierno para pedirle más de nuestro dinero alegando que este año no han ganado lo suficiente, mientras deniegan los créditos que tan irresponsablemente “ofertaron” años atrás.
Protesto y denuncio la política que se hace en los despachos y no en la calle. Porque creo en el debate, en el contraste, en la participación y en la consulta que inspira la auténtica ética política.
Por los miles de puestos de trabajo públicos asignados a dedo por proximidad particular, familiar o de siglas.
Por todos los parados que no tienen recursos ni defensa. Porque las multinacionales nos estafan y lo hacen tras cortinas estampadas con lamparones de protección legal.
Protesto porque se ha instalado en España una casta política, empresarial e institucional de parásitos, pelotas, ganapanes, fariseos, calienta sillas, edecanes, acólitos, cretinos e impresentables que no saben gastar el dinero de los demás (dinero público), sin reparar en el sufrimiento de una sociedad ahogada por la irresponsabilidad de ciertas decisiones, y, en su defecto, por la carencia o el sometimiento de éstas.
Protesto porque los partidos políticos no cumplen ni el 50% de su programa electoral, lo que significa que incumplen su contrato con todos los ciudadanos.
Por unos medios de comunicación sesgados, manipulados y utilizados para anestesiar las mentes y adoctrinar pensamientos.
Por una justicia parcial, mechada de intereses, que dicta sentencias desiguales desde la balanza del “cuánto tienes”.
Protesto porque no quiero oír más que una empresa se declara en quiebra, mientras los incompetentes directivos que la llevaron a ella, siguen cobrando sueldos millonarios además de objetivos y suplementos.
Protesto por tener una administración triplicada, lenta, burocrática y alejada de la sensibilidad social.
Por cobrar 700 euros al mes, trabajar horas gratis, y que te hagan creer además, que eres un privilegiado por ello.
Porque millones de parados, servicios básicos privatizados, y el perjuicio social, son un insulto a la dignidad de una sociedad que quiere progresar y avanzar en valores, derechos y libertades.
Protesto por una educación que busca amaestrar la mediocridad colectiva antes que liberar la excelencia común.
Por la endogamia, el favoritismo, la demagogia, el amiguismo, y la vulgaridad que se han instalado durante los últimos años en instituciones, empresas, medios, contratos, subvenciones y concursos de España.
Protesto por una corrupción urbanística que ha especulado con toda la tierra de nuestro país sin que nadie pague por ello como debiera.
Porque los Partidos no reaccionan ante la indignación de la gente que protesta pacíficamente en la plazas de todas las ciudades. Porque nadie se dé por aludido. Por la vergonzosa contumacia de mantener imputados y corruptos en las listas electorales.
Protesto porque quiero una nación, un mundo y una sociedad mejores, no solo para mí, también para las generaciones venideras.
Protesto porque es lo que ahora me pide mi dignidad, que en definitiva, es lo único que tengo y para lo que no preciso abrir una cuenta bancaria ni pagar impuestos.
Porque el día que me marche, al menos habré intentado lo que siempre quise para éste mundo: Hacer de él un sitio mejor.
Por eso, protesto, lo digo y me muevo.
Y pido con humildad, que todos, independientemente de ideología, raza, religión, condición o clase social, hagamos lo mismo de manera responsable, pacífica y tranquila, pero enérgica y contundente a la vez.
Porque tienen que escucharnos dentro y fuera de las urnas, antes, durante y después de la toma de decisiones: políticos, empresarios, jueces y mandatarios de España y del mundo.
Porque nosotros somos todo, y ellos, sin nosotros, ni pueden ser, ni son, ni serán.
(Basado en un texto anónimo )
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